Santander, Iberdrola y Servihabitat venden suelo en el municipio más rico de España


Los grandes propietarios de suelo de ARPO, la gran bolsa de suelo aún por desarrollar en Pozuelo de Alarcón, el municipio más rico de España, comienzan a hacer caja. Hace apenas dos meses, el ayuntamiento de esta localidad madrileña aprobaba definitivamente el Plan Parcial de este desarrollo, un trámite que ha desencadenado las primeras transacciones inmobiliarias y que los promotores comiencen a tomar posiciones antes de que tenga lugar la aprobación definitiva del plan de reparcelación y urbanización, último trámite urbanístico para que puedan comenzar a construirse las primeras viviendas.

Según confirman diferentes fuentes a El Confidencial, Santander, Iberdrola y Servihabitat han vendido parte del suelo en el ámbito. Twin Peaks Capital, detrás de alguno de los proyectos de lujo actualmente en marcha en el centro de Madrid y Barcelona, ha sido el primero en tomar posiciones, puesto que ya ha cerrado la compra de un suelo a la entidad que preside Ana Patricia Botín. Por su parte, inversores chilenos y Okatree están a punto de firmar la compra de los terrenos en manos del 'servicer' de la Caixa y la eléctrica, respectivamente.

Twin Peaks Capital ha sido el primero en tomar posiciones al comprar un suelo al Santander

Sin duda, los terrenos en este municipio madrileño son un caramelo muy codiciado entre los promotores, ya que es un mercado con una enorme demanda de vivienda y una gran escasez de suelo finalista. También disponen de suelo en el ámbito empresas como Vía Célere, que compró hace un año; iKasa, con suelos desde hace años en el ámbito, o Metrovacesa, con más de 46.000 metros cuadrados con un valor de mercado de 25 millones de euros, tal y como consta en el folleto de su salida a bolsa.

El municipio madrileño no fue ajeno a la crisis. Desde los máximos de 2007, cuando el metro cuadrado alcanzó los 3.807 euros, según datos de la tasadora Tinsa, los precios de la vivienda nueva cayeron un 38% hasta los 2.360 euros, por debajo del 40% a nivel nacional. No obstante, en dos años y medio se ha producido un incremento de los precios en torno al 20% debido, en gran medida a la enorme escasez de producto en la zona y al fuerte apetito comprador. Desde marzo del año pasado, la segunda mano se ha revalorizado más de un 10%, según datos de idealista.

La falta de producto de obra nueva en la zona ha provocado que tanto promotores como compradores de vivienda se hayan desplazado hacia municipios cercanos, como Boadilla del Monte, Majadahonda o Las Rozas, que también han sufrido fuertes incrementos de los precios. Tal ha sido el calentón de precios en Boadilla, según explican fuentes del sector, que la demanda de suelo y viviendas se ha trasladado ya a Villaviciosa de Odón. La brecha de precios entre Boadilla y Pozuelo se sitúa en torno al 50%, porcentaje que se reduce al 30% respecto a otro municipio cercano, pero más alejado de la capital, como es Majadahonda, con mucho tirón también entre la demanda que busca casa al norte de Madrid.

Según datos de Foro Consultores, los precios medios de plurifamiliares en Pozuelo de Alarcón rondan, de media, los 3.500 euros por metro cuadrado construido, con una media por vivienda de 610.000 euros sin garaje ni trastero. En unifamiliares, la media ronda los 900.000 euros, con un valor medio de 3.000 euros por metro cuadrado construido. No obstante, tal y como señalan desde esta compañía, lo que caracteriza a este municipio es que, en función de la localización, se pueden encontrar viviendas asequibles en altura, mientras que en mejores zonas superan con creces el millón de euros, tanto en altura como unifamiliar.
Diez años en 'stand by'

Estas tres transacciones suponen el pistoletazo de salida para un ámbito largamente esperado del mayor proyecto urbanístico del municipio, el Área de Reparto de Pozuelo Oeste o ARPO, que lleva parado más de una década. Unos terrenos que suman más de seis millones de metros cuadrados sobre los que está proyectada la construcción de 5.500 viviendas, de las cuales 2.900 tendrán algún tipo de protección. Uno de los escollos para su puesta en marcha era la aprobación de una serie de infraestructuras municipales, como un colector de aguas pluviales, indispensable para cubrir las necesidades de los nuevos vecinos, un paso previo a la urbanización y construcción de las viviendas.

A grandes rasgos, ese colector sería una gran tubería, cuyo objetivo sería recoger las aguas procedentes de las nuevas áreas a urbanizar para trasvasarlas al arroyo de Antequina, que a su vez las vertería al río Manzanares. El problema radica en que supone una importante inversión, en torno a 60 millones de euros, que deben asumir los cooperativistas dueños del suelo —el 58%, algo más de 30 millones, y el resto, unos 25 millones—, otros titulares de los terrenos y el ayuntamiento del municipio.

La luz al final del túnel cada vez es más visible y parece ya cuestión de meses que comiencen a llegar las primeras grúas.

 
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