«Preocupación cero» en el sector inmobiliario por el cambio de Gobierno


Si hay un sector que suele 'resfriarse' con cualquier alteración que pueda enfriar las perspectivas económicas de los ciudadanos, y su posible ánimo comprador, ese es el inmobiliario, que aún se recupera del pinchazo de su burbuja en 2007. Sin embargo, sus grandes actores no esperan cambios significativos con el relevo en el Gobierno.

«Preocupación cero». Así definió este lunes el consejero delegado de Merlin Properties, Ismael Clemente, la situación de los profesionales del 'ladrillo' ante un cambio «normal y corriente, como ocurre en cualquier país serio». «Las alternancias en el Gobierno no deberían preocupar, y creo que así lo han entendido los mercados», apuntó el responsable de la mayor firma inmobiliaria del país, con unos activos valorados en más de 15.400 millones de euros.

Pero el saldo de las tres últimas semanas para las dos inmobiliarias que están en el selectivo Ibex-35 ha sido negativo. Colonial, la segunda sociedad del sector por activos (9.000 millones), ha cedido un 2%, mientras que Merlin ha perdido un 1,2%. Claro que en ese tiempo el color rojo ha predominado en muchas de las grandes cotizadas españolas.

Aún así, en lo que va de año Colonial se ha revalorizado un 13,6% y su capitalización se aproxima ya a los 4.100 millones de euros, mientras que la mejora acumulada por Merlin ronda el 10% y su precio en la Bolsa asciende a 5.700 millones. Clemente no espera cambios de peso en la económico, factores externos aparte -como el petróleo, que sí ve un posible «cisne negro»- hasta 2020 y según el escenario político que deparen las urnas si el PSOE_agota al final el plazo de esta legislatura.

«Les han dejado las reformas y todo hecho», enfatizó el directivo inmobiliario para justificar su análisis. «Harán algún gesto para afianzar a sus bases de votantes, pero no tocarán nada de calado porque, además, no podrían», apuntó sobre su aparente debilidad parlamentaria.

En la misma línea, el consejero delegado de Haya Real Estate, Carlos Abad, dijo que un Gobierno «monocolor de 84 diputados» será «prudente» y «siempre puede haber tendencia a que haga menos cosas». Por ejemplo, no espera que la estrategia de la la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria) sea «modificada muy significativamente».

La Sareb, realista

El presidente del conocido como 'banco malo', Jaime Echegoyen, tampoco espera cambios. «Nuestro mandato es conocido y es liquidar antes de 2027» los activos 'tóxicos' que controla de las entidades financieras. Para eso se creó en 2012 entre el Estado (que controla casi el 46% con el FROB) y la mayoría de los bancos privados, pero ve muy complicado devolver toda su inversión.

Recibió 50.781 millones en activos garantizados con bonos del Estado, de los que ya reintegró 13.000. «Trabajamos para completar el total», dijo, pero adelantó que sus socios difícilmente recuperarán la inversión puesta, sobre todo por las minusvalías en las ventas. Algún ejercicio hasta 2027 habrá «resultados positivos», dijo el responsable de la Sareb -que el año pasado aún perdió 567 millones pese a colocar 19.000 inmuebles-, pero no se pueden «esperar grandes beneficios».

Lo que sí espera hablar con el FROB es el futuro de la macrocartera de 30.000 millones en créditos morosos del 'ladrillo' que quería traspasar este mes -hay varios fondos interesados-, que ahora se ha parado e incluso podría ser vetada por el Ministerio de Economía. Es la mayor operación de la Sareb y representaría los ingresos de dos años, pero se desconocen las pérdidas provocadas por las quitas implícitas que asumiría.


Fuente: http://www.finanzas.com/
 
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