A 161.000 euros por rueda. Ésa es la cantidad a pagar por el nuevo propietario de la exclusiva plaza de garaje más cara de la historia de Hong Kong (China), un espacio valorado en 5,9 millones de dólares hongkonenses (644.000 euros) que dará cobijo a algún coche de lujo en una ciudad famosa por los desorbitados precios de su mercado inmobiliario.
El estacionamiento, de cinco metros de largo por dos metros y medio de ancho, está ubicado en un complejo de apartamentos de alto nivel llamado Ultima situado en el barrio de Ho Man Tin, en la península de Kowloon, la zona más densamente poblada de Hong Kong (y por ende, una de las más pobladas del planeta).
En ese bloque, un piso de unos 83 metros cuadrados fue vendido por 2,7 millones de euros en 2017 apenas salió al mercado, según la promotora Sun Hung Kai. Aún así, no es ni de lejos el más caro. De acuerdo con el diario local South China Morning Post, un apartamento actualmente en venta de cuatro habitaciones y 177 metros cuadrados cuesta 10,5 millones de euros (a unos 55.000 euros el metro cuadrado), lo que explica en parte cómo sus residentes tienen el dinero suficiente como para gastar tres cuartos de millón de dólares en un aparcamiento.
"Es un área residencial de lujo. Simplemente, los residentes tienen mucho dinero y no les importa gastar unos pocos cientos de miles de euros más por un espacio donde estacionar cuando una casa allí cuesta más de 10 millones de euros", aseguró al medio Sandia Lau, directora de la firma de propiedades local Centaline. "Para ellos, su comodidad es mucho más importante", añadió.
De acuerdo con un agente familiarizado con el acuerdo, los habitantes del complejo Ultima gustan de conducir autos europeos de gama alta, como Ferraris o Lamborghinis, con un valor superior a los 100.000 euros, por lo que prefieren poseer sus propias plazas de garaje en las inmediaciones para poder aparcarlos. El problema, señala, es que estos lotes escasean. "No hay plazas de aparcamiento en Ultima en el mercado, por lo que el que desea una tiene que pagar un precio muy alto. Los únicos que están dispuestos a vender suelen ser chinos de la China continental que no viven en la ciudad y tienen la plaza vacante", explicó.
Los casi 650.000 euros desembolsados en esta ocasión rompen el récord establecido en la urbe en junio del año pasado, cuando el director ejecutivo de una firma financiera pagó casi 600.000 euros por hacerse con un párquin en el barrio de Sai Yin Pun, al oeste de la isla de Hong Kong (que a su vez batió el de 550.000 establecido apenas medio año antes).
En este centro financiera asiático, los precios de las propiedades inmobiliarias son los más caros del mundo por metro cuadrado, lo que hace de la ciudad el lugar más inasequible del mundo para vivir (se necesita de media el salario íntegro de 18 años de trabajo para poder comprar una vivienda). El imparable aumento del precio de oficinas, casas y apartamentos ha ido de la mano de una subida en el coste de las plazas de garaje, que más allá de la necesidad de su uso, es vista por muchos como otra oportunidad de inversión o como un símbolo de estatus.
Tanto es así que un reciente estudio de Mizuho Securities describió cómo el precio de estos espacios en algunas zonas de la ciudad se había disparado una media del 167% en los últimos seis años, triplicando el 52% registrado por las unidades residenciales. Sin ir más lejos, los vendedores de la plaza en Ultima pagaron por ella 367.000 euros en septiembre del año pasado, por lo que la operación les ha reportado unos beneficios de 277.000 euros.
Esta escalada de precios no se limita solo a las viviendas de lujo, sino que afecta a toda la población. Espacios como los infames pisos subdivididos (inferiores a los 10 metros cuadrados) se alquilan por 350 euros al mes, por lo que la gente más necesitada de la ciudad -casi un 20% vive en la pobreza- tiene serias dificultades por hallar un lugar en el que vivir.
Sobre este tema, la líder del Ejecutivo regional, Carrie Lam, dijo la semana pasada que estaba "extremadamente preocupada por el aumento de los precios inmobiliarios en Hong Kong". Según ella, "la solución definitiva radica en encontrar más tierra para construir más unidades de vivienda, ya sea para la venta o el alquiler".
Fuente: http://www.elmundo.es/
