Después de cinco años, el recinto ferial acogió ayer el último capítulo del culebrón de las viviendas de protección de Eirís y Novo Mesoiro abierto en marzo del 2005, cuando el Ayuntamiento comenzó a recoger las más de 6.300 solicitudes para optar a uno de los pisos.
Un total de 140 de los 281 adjudicatarios quisieron asistir al sorteo de los pisos para conocer en directo a qué barrio pertenecerán una vez se formalice la entrega de llaves. Para ello, la Xunta notificará a cada vecino su nueva dirección, momento en el que se abrirá un mes de plazo para que presenten la documentación requerida, ingresen el IVA y una provisión de fondos para notaría y registro en el caso de compra-venta o bien la fianza en los de alquiler. «Después, ya todo dependerá de la negociación que cada uno haga con las entidades bancarias para hipotecar y escriturar», explicó Diego Calvo, delegado provincial de la Xunta, quien eludió dar fechas de ocupación, aunque estimó que «en unos meses» podrán entrar en sus casas.
De las 348 viviendas construidas por el IGVS, ayer se sortearon ante notario 281, 137 en Eirís y 144 en Novo Mesoiro, ya que las 67 restantes pertenecen al Ayuntamiento. De la urna se extrajeron las papeletas en cinco cupos: las correspondientes a personas con movilidad reducida (10), las de los expropiados de Eirís en régimen de alquiler (24) y el grupo general distribuido en pisos de 4 habitaciones (10 en Eirís y 14 en Mesoiro), de 3 (90 y 108) y 2 (33 y 16).
Las viviendas en régimen de compra cuestan entre 30.000 y 70.000 euros, sin entrada y a pagar en 25 años con hipotecas que oscilarán entre 100 y 300 euros. Para los pisos de alquiler la renta anual será del 3% del precio, con un máximo de unos 140 euros mensuales para los pisos de mayor tamaño.
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