La contratación de hipotecas, un termómetro fiable de la recuperación económica, crecen al mismo ritmo que hace un año, aprovechándose además de un abaratamiento de intereses gracias a la guerra comercial entre bancos. De media entre tipos fijos y variables, lo han hecho casi un 19% para dejar esa referencia en el 2,62%.
Según los datos que publicó este jueves el INE, en el primer trimestre se han firmado 84.073 créditos para financiar la compra de una vivienda, un 5,6% más que en el mismo período de hace un año. En marzo, no obstante, descendieron un 4,6% debido al efecto de los días festivos de Semana Santa, en los que no se pueden tramitar préstamos. Lo mismo pasó en 2017, pues entonces ese período vacacional cayó en abril y las hipotecas bajaron entonces aún más (-11,4%), aunque en el acumulado anual se registraba una subida del 5,4%.
En la misma línea, el importe prestado por las entidades también ha aumentado: un 4,6% más que hace doce meses hasta los 119.783 euros. En marzo, los bancos dejaron 3.156 millones -casi dos tercios de todo el dinero concedido por las entidades para compraventas de cualquier tipo de inmuebles y/o finca- para adquirir 36.244 casas y con un plazo medio de devolución que se sitúa ya en 24 años.
Seis de cada 10 hipotecas (62,2%) suscritas tenían un tipo variable y el resto fijo. Eso sí, se ha agrando la diferencia entre los intereses medios de unas y otras. En las primeras se situaba al cierre de marzo en el 2,42%, un 24,5% menos que hace un año, mientras que en las segundas se iba hasta el 3,05%, tras un descenso interanual del 6,7%. No es la única distinción, pues mientras aumenta la demanda de las primeras (por encima del 15%) desciende en las segundas (casi un 10%).