La guerra hipotecaria se está intensificando incitada por la recuperación económica y por un mercado inmobiliario en subida libre. Y es que la compraventa de vivienda sigue la senda de la recuperación y en el primer trimestre se incrementó un 13,4 por ciento, según el Colegio de Registradores de España y toca niveles de 2008. Esta mayor actividad también se deja notar en los precios, ya que en los primeros tres meses del año, la vivienda subió un 9,3 por ciento. Por lo tanto, la banca no quiere quedarse fuera de este negocio y buscan incrementar sus ingresos financiando estas operaciones.
BBVA rebajó el diferencial de su hipoteca hasta el 0,89 por ciento y, además, suprimió la comisión de apertura, dejando solo la de amortización anticipada. Este movimiento ha sido contestado rápidamente por Ibercaja, que ha recortado su diferencial hasta el 0,95 por ciento, aunque esta hipoteca no es apta para todos los clientes, ya que exige la domiciliación de una nómina de al menos 2.500 euros mensuales.
Miquel Riera, experto en hipotecas de HelpMyCash.com, reconoce que esta actividad frenética en la que están inmersos los bancos en el sector de las hipotecas beneficia al cliente: «Si quiere pedir una hipoteca ahora, hay que aprovechar el momento para hacerse con un buen tipo de interés» y este buen tipo de interés se puede lograr tanto en hipotecas variables donde «se puede conseguir un diferencial en torno al 1 por ciento o por debajo de él», ya que la banca está abaratándolo porque descuenta una subida del euríbor a corto plazo, como a tipo fijo «donde se puede encontrar intereses de entre el 2 por ciento y el 2,5 por ciento a 20 y 30 años» señala Riera. También de esta opinión es Enrique Benavides, gerente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), que aclara que «la importante competencia en el mercado hace que esté muy igualado el atractivo de los productos hipotecarios de las entidades financieras».
Además de un diferencial atractivo, independientemente si es a tipo variable como a fijo, cuanto más bajo mejor, Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, añade dos características que el cliente bancario debería buscar en su nueva hipoteca: «Por un lado, las comisiones, sobre todo la de apertura y amortización anticipada. Deberíamos buscar las que no cobren nada por ninguno de estos conceptos. Y, por otro lado, la vinculación. Lo normal es que todas las hipotecas exijan contratar ciertos productos extra si queremos acceder al diferencial más bajo que publicitan». Fernando Herrero, secretario general de Adicae, aconseja que la duración del préstamo no sea excesiva ni tampoco destinar todos los ahorros a la compra de una vivienda.
En cuanto a la vinculación, Laura Martínez, experta en hipotecas de iAhorro, cree que con la domiciliación de la nómina bastaría porque «al cliente le interesa más tener un tipo de interés bajo que las vinculaciones que pueda conllevar el contrato hipotecario». Benavides insiste que debido a esta fuerte competencia en los diferenciales son atractivos, por lo que, además de comparar la TAE, «deberían vigilar las condiciones mínimas y máximas o las vinculaciones que exige cada entidad».
Además, los expertos señalan que el cliente bancario en el momento actual tiene todavía un cierto margen de maniobra con el banco. De hecho, González explica que siempre se puede negociar una bajada o supresión de las comisiones o una menor exigencia en la vinculación. Sin embargo, esta opción solo está reservada a unos pocos. «Está limitada por la solvencia del solicitante, su antigüedad como cliente en el banco y los criterios de riesgo de la propia entidad».
El papel del bce
Elegir a tipo fijo o variable dependerá de las expectativas que tengamos sobre la normalización de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Lo cierto es que el 'boom' que han vivido las hipotecas a tipo fijo no es tanto por una demanda del cliente bancario sino por una mejor oferta de la banca, lo que hace preguntarse si no han apostado por este tipo de productos porque esperan que la subida del precio oficial del dinero y, por lo tanto, del euríbor sea mucho más lenta. Así, Francois Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), ha asegurado que el primer aumento de tipos de interés en la zona euro por parte de la institución monetaria llegará «al menos algunos trimestres» después de que se finalice el programa de compra de activos, que tendrá lugar en el último trimestre de 2018. Además, esta normalización será lenta. Martínez pone de manifiesto que con un euríbor en negativo, «los bancos están intentando hacer atractivos los tipos fijos». Benavides insiste en que, aunque es difícil de predecir cómo se van a comportar el mercado, «no parece que a corto plazo vayan a subir los tipos de interés». La experta de iAhorro reitera que la guerra hipotecaria está ahí y prevé que más entidades mejorarán sus TIN en los próximos meses. Por su parte, Fernando Herrero explica que «los beneficios por créditos y préstamos hipotecarios se resienten con estos tipos históricamente bajos por lo que apuestan por hipotecas a tipo fijo, mucho más caras que las variables». De hecho, Herrero señala que según «ha podido saber ADICAE las previsiones del sector son de diez años de tipos bajos».
González añade que «pese a que todo apunta a pocos cambios en la política del BCE, el futuro es incierto y, en los plazos tan largos en los que se mueven las hipotecas todo puede pasar». Las hipotecas a tipo fijo son más caras que las variables, advirtió el propio Banco de España, pero también dan una mayor seguridad: «Esta decisión dependerá de la propia tolerancia al riesgo», indica Riera.