Solo normalización o riesgo incipiente de nueva burbuja, esa es la duda que empieza a extenderse por el sector inmobiliario a la vista de la rapidez con la que están subiendo los precios de la vivienda. De hecho, según los datos publicados este lunes por Sociedad de Tasación, su ritmo de incremento casi se ha duplicado durante el último año.
En concreto, estima que a principios de este mes aún mantiene el ritmo del 4,3% que, en promedio anual, registró en 2017. Hace un año, también en abril, el alza era del 2,5%, partiendo de lo que pasaba a principios de 2016. En estos dos años el coste del metro cuadrado se ha elevado en 100 euros (hasta los 1.532 ?/m2 de media), y dos tercios de esa subida se registraron solo en 2017.
No se veía un ritmo de ascenso similar desde 2007, esto es, antes de estallar la última burbuja que vivió el 'ladrillo'. Aún así, el índice de confianza del sector que elabora Sociedad de Tasación (consultando a 700 profesionales del tema) está en una zona media, con 57,7 puntos frente a un máximo de 100, aunque lejos de su mínimo histórico de 30,6 puntos registrado en diciembre de 2012.
Como era previsible, las provincias con precios más altos a finales del año pasado eran Barcelona (2.405 euros ?/m2) y Guipúzcoa (2.355 euros), mientras que los más bajos se daban en Badajoz (843 euros) y Ciudad Real (849). Por comunidades, los incrementos mayores se contabilizaron en Cataluña (8,7% más), Baleares (7,5%) y Madrid (6,9%), frente a los menores registrados en Murcia y Castilla y León (-0,3%), junto a Castilla La-Mancha (-0,4%).
El esfuerzo medio para adquirir una vivienda también se mantiene en 7,5 años, si a ello se dedicara todo el sueldo íntegro. Lo que sí sube, y con fuerza, es la rentabilidad media de poner en alquiler una casa, que alcanza ya el 8,2%, llegando incluso a duplicarse en Tenerife (16,2%), Valencia (16,7%) y Sevilla (17,7%). Su rendimiento aumentaba un 7,6% anual al cierre del primer trimestre.