La aprobación de créditos para vivienda y para el consumo ha eliminado parte de los requisitos que hasta hace poco exigían las entidades para autorizar esas operaciones con sus clientes, según ha constatado el Banco de España. La última Encuesta sobre Préstamos del supervisor revela que la banca española ha «relajado los criterios de aprobación» en el último trimestre del año pasado, tal y como ya lo hicieron en el periodo anterior.
El informe del supervisor señala que las condiciones generales de hipotecas y préstamos al consumo «se suavizaron» en la mayor parte de los casos, con la excepción de los solicitados por las empresas. De cara a este primer trimestre del año, las entidades no prevén grandes variaciones a la hora de aplicar determinados criterios de concesión de préstamos a los particulares.
Esta flexibilización llega en un momento marcado por los bajos tipos de interés y por la situación económica que vive el país. En concreto, el Banco de España señala que las entidades financieras no oponen tanta resistencia a la aprobación de las solicitudes que les llegan porque observan «una mayor solvencia» por parte de las familias, una situación que también se ve influida por las «mejores perspectivas económicas generales», en particular las relacionadas con el mercado inmobiliario. El supervisor también destaca cómo «el aumento de las presiones competitivas» entre las entidades financieras que operan actualmente influye en el coste de los créditos que se conceden, motivado porque las condiciones de financiación de la banca siguen siendo favorables, con tipos de interés en mínimo en la zona euro, así como por la mayor disponibilidad de fondos con la que cuentan gracias a la intervención del Banco Central Europeo (BCE).
La relajación de la banca con los créditos llega en un momento en el que también se observa un aumento «moderado» de la demanda de financiación por parte de los hogares.
