¡Ojo! El Euribor sólo puede subir, ¿está preparado?




El Euribor sigue formando parte de la vida de la mayoría de los hipotecados aunque en los últimos años haya desaparecido de las aperturas de los informativos y de las portadas de los periódicos. Ha dejado de ser noticiable, para mal o para bien, en tanto en cuanto su cotización está anclada en terreno negativo desde 2016 y sus oscilaciones apenas alteran las cuotas de los préstamos a tipo variable.

No obstante, los hipotecados, tanto nuevos como veteranos, no deben bajar la guardia. Algo que parece estar sucediendo. Según un estudio reciente, cerca del 30% de los prestatarios no es consciente de cómo les afectaría una subida del Euribor a pesar de que está comprobado que es un indicador inestable y peligroso.

La relación de los hipotecados con el índice hipotecario por excelencia siempre ha sido de amor-odio. Con más odio que amor, pese al excepcional momento que brinda hoy, en mínimos históricos. En la memoria de muchos aún estará el mal recuerdo de aquellos meses de 2007 y 2008 en los que el Euribor se asentó en el 4% y llegó a superar el 5%. Estas altas cotas se tradujeron en un encarecimiento de las hipotecas que llevó al límite a muchas economías domésticas.

Y es que aquella pronunciada escalada del Euribor, coincidiendo con el apogeo inmobiliario, disparó los recibos de las hipotecas. La cuota mensual de un préstamo tipo variable de 120.000 euros a un plazo de 20 años y ligado al Euribor con un diferencial del 1% se desbocó a los 887 euros. Hoy, por el mismo crédito se desembolsan 543 euros. Esta rebaja es fruto del derrumbe del Euribor a 12 meses desde su máximo histórico mensual del 5,393% en julio de 2008 al mínimo del pasado agosto (-0,156%).

Y todo apunta a que el Euribor alargará un poco más su descenso. Su último valor diario se sitúa en el -0,17% y la tasa mensual de septiembre ya está próxima a este nivel. Sus ligeras oscilaciones a la baja de los últimos meses, de apenas centésimas, abaratan mínimamente las hipotecas, por lo que el suelo estaría cerca, al igual que su cambio de rumbo a una tasa positiva, para pesar de los hipotecados.
Nuevo método de cálculo

Además, para más inri, sobre el Euribor sobrevuela un nuevo método de cálculo, que estaba previsto que entrara en vigor este año. El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, según sus siglas en inglés) paralizó este plan al considerar que la metodología que se estaba elaborando para calcular el Euribor -basada en transacciones reales de la banca en vez de en estimaciones- no era viable, puesto que tendría un impacto excesivo sobre el mercado. A pesar de que los expertos financieros han quitado hierro a esta modificación en ciernes, los consumidores temen lo peor.

Por todo lo expuesto, la pregunta del millón pasa por dilucidar el horizonte de la cotización del Euribor. Una incógnita que inquieta tanto a los hipotecados que hoy pagan menos que nunca por sus préstamos como a los futuros, que deben elegir la hipoteca que más les conviene: ¿variable o fija? La actual cota negativa del Euribor pone en bandeja hipotecas variables interesantes, pero no debe olvidarse que este tipo de préstamos tienen una vida muy larga y la fluctuación del Euribor puede ser extrema como ha demostrado la historia reciente. En términos bancarios, el índice es un producto de riesgo con el que se puede ganar (como ocurre hoy) o perder (como pasó en 2008).

Cuando el Euribor, antes o después, vire de dirección, una de las grandes consecuencias será el final de las hipotecas a tipo fijo baratas, opina el economista y director del Máster en Asesoría Gestión y Promoción Inmobiliaria de la Universidad de Barcelona (UB), Gonzalo Bernardos. "La gente tiene seis meses para contratar buenas hipotecas fijas o pasarse de variables a fijas", señala. Este economista explica que, con el precio de los préstamos fijos rondando actualmente el 2% -"un chollo"-, un prestatario que contrate una hipoteca fija a 20 años "perderá dinero -pagará más- durante el primer año y medio, pero ganará durante los 18,5 años restantes". Para finales de 2019, espera que las hipotecas fijas hayan regresado a un tipo de interés del 5%. "Se empujará, de nuevo, a la contratación de hipotecas variables", asegura.

Normalmente, no suelen hacerse pronósticos a años vista sobre el Euribor. Más aún con el índice estancado en números rojos. Sin embargo, el departamento de Análisis de Bankinter, en su informe Estrategia para el tercer trimestre de 2017, ha trazado el futuro del índice. Este banco ha vaticinado que comenzará a suavizar su caída (-0,15% al cierre de 2017), volverá al 0,0% en el tercer trimestre de 2018 y pisará territorio positivo en el cuarto tramo del próximo año (0,05%). A partir de ahí, iniciará una tibia escalada que le llevaría al 0,15% al cierre de 2019 -la previsión más optimista apunta incluso al 0,3%-.

Bankinter basa su vaticinio en que "el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá una política monetaria claramente expansiva", se lee en su artículo. "Es cierto", admite, "que en su reunión del 8 de junio mostró una visión más optimista al revisar al alza sus previsiones de crecimiento y retirar de su forward guindance la posibilidad de tipos inferiores". "Sin embargo", prevé, "el BCE seguirá proporcionando estímulos, al asegurar que no se había debatido la reducción del programa de compra de activos".

El argumento de Bankinter deja claro que el Euribor está a expensas de las decisiones del BCE, por lo que su futuro pende del regulador monetario europeo. Este extremo es corroborado por Bernardos. Éste, sin embargo, no ve tan clara la inacción del BCE. "Si Mario Draghi, presidente del BCE, dice en la reunión de octubre que la compra de deuda pública baja de 60.000 a 30.000 millones de euros y en junio de 2018 anuncia el fin de esta política, el Euribor empezará a subir. Draghi es el factor", advierte.

Bernados cifra en un 25% las posibilidades reales de que Draghi realice un anuncio que dé alas al Euribor. "Dudo que sea tan explícito como yo. No anunciará el fin de los estímulos, pero sí quizá una reducción. Si esto ocurre, el Euribor estará en positivo en el primer trimestre de 2018", adelanta. "Por otro lado", prosigue, "si Draghi se muestra confuso intencionadamente, el índice se quedará más o menos como está, retrasando el ascenso a bien entrado 2018". "Se mire como se mire, el Euribor va a subir", avisa este economista.

Este experto, que da por hecha la recuperación económica europea, apunta que no tiene sentido tener los tipos de interés nulos ni inundar el mercado de dinero a través de la política monetaria. De este modo, vislumbra una subida de los tipos en el segundo semestre de 2018, lo que cambiará la tendencia de todo por completo, incluida la del Euribor. "Los bancos, que son los que fijan la cotización del Euribor a través de sus transacciones financieras, asumirán las expectativas positivas y comenzarán a prestarse dinero a un precio más caro", adelanta. "Nadie puede asegurar", indica, "que el Euribor no vuelva a subir al 5,3%, lo que sumado a un diferencial del 1%, haría que el hipotecado llegase a pagar más del 6%".
A expensas del BCE

Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), da por descontado, igualmente, que los tipos (y el Euribor) seguirán muy bajos mientras persistan los apoyos del BCE. Y se muestra prudente sobre la evolución del índice. "Nosotros no tenemos previsiones. En este entorno, 2019 es un espacio lejano", comenta. González prefiere mirar al presente y poner en valor la "muy buena" situación del deudor, "con tipos históricamente bajos".

Desde la Asociación Española de Banca (AEB), su portavoz, José Luis Martínez Campuzano, incide en que "no tiene ningún sentido que un tipo de interés a un año, al igual que el Euribor, esté en niveles negativos". En este sentido, recuerda que la AEB no hace pronósticos sobre la evolución de los tipos ni tampoco del Euribor. "Debemos atenernos a la opinión del BCE, que considera que los tipos de interés actuales son excepcionales, al igual que las medidas monetarias expansivas no tradicionales que se están aplicando", dice.

Sobre la posibilidad de que el índice vuelva a cotizar a más del 5%, el portavoz de la AEB se limita a contestar que "el BCE considera que la normalización de los tipos de interés los dejará en el futuro en niveles por debajo de su promedio histórico".

Por otra parte, el responsable de la AEB resta importancia al efecto del Euribor en negativo en las cuentas de las entidades financieras, recordando que lo están compensando con "el fuerte crecimiento del nuevo crédito concedido, con aumentos de dos dígitos a familias y empresas". En concreto, en el primer semestre de 2017 se selló un 8% más de hipotecas (158.993) y, quizá lo más importante, el capital total prestado por la banca creció un 14,8%.

Martínez Campuzano no comparte la idea de Bernardos de que el sistema bancario teledirigirá el flujo del nuevo crédito hacia el interés variable. "Los bancos tienen el cometido de ofrecer a los clientes el abanico de productos que tienen a su disposición, siempre con responsabilidad y transparencia. Son los usuarios quienes tienen que tomar siempre la decisión final sobre elegir tipo fijo o variable para su hipoteca", comenta. Recuerda que el cliente ha sido quien se ha decantado por las hipotecas a interés variable, lo que ha convertido a España en uno de los pocos países europeos en el que las hipotecas variables son mayoritarias.

Actualmente, el tipo variable continúa siendo hegemónico en el mercado hipotecario, aunque ha perdido enteros progresivamente en los últimos años. Ha pasado de estar presente en alrededor del 95% de los nuevos préstamos al 65%, y bajando. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el interés en las nuevas hipotecas, correspondientes al mes de junio, indican que el 62,2% se ligan a un tipo variable, con el Euribor como gran referente, y el restante 37,8% a un tipo fijo.

Posiblemente, la proporción más igualada desde el nacimiento del Euribor allá por el año 1999, cuando los bancos le dieron su bendición. Ahora, las atractivas ofertas a tipo fijo impulsadas de las entidades y la mala experiencia con el Euribor de años atrás están jugando a favor del interés fijo, que garantiza el mismo pago durante toda la vida del préstamo.

Según González, la subida del Euribor tampoco tendría por qué traducirse en un incremento de la contratación de hipotecas variables, sino todo lo contrario. "Teóricamente, en un escenario de intereses al alza tiene más sentido contratar tipos fijos que palíen la tendencia. Por tanto, no debería cambiar la situación y el tipo fijo seguirá teniendo un gran protagonismo en el mercado", apunta el presidente de la AHE.
Oferta hipotecaria competitiva

En cualquier caso y al margen de los vaivenes del Euribor, el portavoz de la AEB recalca que el mercado hipotecario español es "uno de los mejores de Europa porque permite unas condiciones de financiación inmejorables a tipo de interés fijo o variable". El escaparate actual de hipotecas le da la razón. En este mostrador hay productos variables con diferenciales desde el 0,85% y fijos desde un tipo de interés del 1,90%, según el ránking de las hipotecas más baratas elaborado por el comparador de productos financieros Kelisto.es para SU VIVIENDA.

"El Top 10 de las hipotecas más baratas en cada modalidad responde a las ofertas tipo de los bancos, que están sujetas a la máxima vinculación", puntualiza Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es. Esta experta recuerda, no obstante, que estos productos pueden incluso mejorarse dependiendo del perfil del cliente y de su capacidad de negociación.

Además, desde Kelisto.esse recomienda al consumidor que mire más allá del diferencial o del interés en las hipotecas variables y fijas, respectivamente. El tipo inicial y plazo en las primeras y la comisión de apertura en las segundas deben ser dos puntos a tener muy en cuenta por los potenciales prestatarios, al igual que el amplio abanico de vinculaciones.

"¿Qué podemos esperar de cara al futuro?", se pregunta González mirando de reojo, a buen seguro, a los tipos de interés generales y al Euribor. La respuesta lo dice todo: "La tendencia irá al empeoramiento (encarecimiento) de la oferta hipotecaria". "Sobre todo, veremos cambios a peor en los préstamos fijos, pero también, aunque más despacio, en las hipotecas a tipo variable", avisa.
En puertas de la gran polémica

Con la entrada del Euribor en territorio negativo emergió el debate sobre si la banca tendría que pagar al hipotecado si el índice se hundía. Han sido muchas las voces que se han pronunciado a favor y en contra sin llegar a aclararse el desenlace. Por lo que pudiera pasar, los bancos se han blindado con la llamada cláusula cero en los nuevos contratos. La cuestión es qué ocurrirá con las hipotecas selladas años atrás con un diferencial inferior a la cotización negativa del Euribor, cuyo nivel se sitúa en el -0,17%, a las puertas de la polémica. Y es que Bankinter comercializó hipotecas al Euribor +0,18%. Desde este banco admiten que aún no hay una estrategia.

 
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