340 años de historia avalan la trayectoria de una de las últimas inmobiliarias que acaba de apostar por España. Se trata de Grosvenor. La centenaria firma británica ha cerrado, hace alrededor de dos meses, su primera inversión en el negocio residencial español.
El proyecto escogido por Grosvenor para su desembarco en España ha sido un desarrollo residencial de lujo en la Milla de Oro de Madrid. Para ello, Grosvenor, a través de su filial Grosvenor Europe, ha cerrado la compra de un solar con unos 820 metros cuadrados y ubicado en el número 53 de la calle Jorge Juan, para promover seis exclusivos apartamentos y un ático con vistas al parque del Retiro. "Madrid es un mercado importante para Grosvenor Europe. Hemos realizado nuestra primera inversión directa aquí en línea con nuestra nueva estrategia y estamos bien situados para identificar oportunidades de rehabilitación y value add, a medida que las condiciones del mercado residencial continúen mejorando", asegura James Raynor, chief executive de Grosvenor Europe.
La operación de Grosvenor en Jorge Juan forma parte de la joint venture firmada por la firma asiática Amcorp en julio de 2016, por la que se comprometió a invertir en una primera fase 70 millones de euros. "Esperamos construir nuestra cartera inmobiliaria en España de forma destacada durante 2017", recalcan desde el grupo británico fundado en 1677 por Sir Thomas Grosvenor y que en la actualidad es uno de los mayores propietarios de Gran Bretaña (ver información adjunta).
Centro comercial Xanadú, adquirido en marzo por Intu.EXPANSIÓN
Para esta apuesta por España, Grosvenor, que cuenta con cuatro divisiones con las que opera en Europa, Asia, América y Reino Unido, ha reforzado la oficina madrileña, liderada por Fátima Sáez del Cano, con el fichaje de Miguel Silmi, que anteriormente había ocupado puestos de relevancia en firmas como Altamira, de Banco Santander. "La estrategia es invertir en el corazón de Madrid capital, indudablemente en distritos como Salamanca y Chamberí, que son interesantes tanto para el inversor final como para el cliente que se identifica con nuestra filosofía", explica Silmi.
El residencial de Jorge Juan es el primer proyecto que Grosvenor desarrolla de manera directa en España pero lleva años apostando por este mercado. "Grosvenor es uno de los primeros grupos británicos que llegó a España, junto a Rockspring. Es un inversor institucional que ha invertido directa o indirectamente, en joint venture con Lar o con el fondo Sierra de Sonae, cuando ha encontrado los activos que cumplían sus expectativas. Su última operación es residencial y están muy centrados en ello, pero antes han invertido en terciario (oficinas y activos comerciales), siendo propietarios de, por ejemplo, Parque Omega, que fue vendido a Autonomy", explican desde el departamento de Research de la consultora inmobiliaria Savills.
Inversión
La apuesta de Grosvenor por España no es un caso único entre los grandes grupos británicos. "A los inversores de Reino Unido siempre les ha gustado el mercado inmobiliario español y han invertido en todos los momentos del ciclo. Por ejemplo, Heron International, que hoy es conocido en España por los centros comerciales que desarrolló en Madrid, Barcelona y Valencia en los años 90, llegó a tener un patrimonio relevante de edificios de oficinas en Madrid", comenta Javier García-Mateo, socio de Financial Advisory de Deloitte.
"España siempre ha sido un mercado importante, ya sea a través de inversiones corporativas o de activos. Dependiendo del ciclo, se acercaban más los inversores de carácter oportunista o los más core/institucionales, que es lo que ocurre ahora", señala Rafael Bou, socio de Real Estate de PwC.
En este nuevo ciclo, los primeros movimientos se produjeron hace tres o cuatro años, con la llegada de las firmas más oportunistas, buscando los grandes descuentos que ofrecía el mercado en ese momento. "Algunas firmas, como British Land, dejaron España y toda Europa continental tras el estallido de la crisis financiera para centrarse en Reino Unido, mientras que otros, al revés, durante la crisis, aprovecharon para crecer", agrega Bou.
Desde 2011 está presente Benson Elliot. Este fondo acaba de cerrar esta semana la compra del hotel Silken Diagonal, junto a la joint venture de Walton Street y Highgate. Antes, había comprado otros dos activos en Barcelona que ya ha vuelto a vender. "Otra firma británica, London Regional, ha comprado hoteles y oficinas en España y también ha aprovechado el ciclo para vender con plusvalías", comenta el socio de PwC.
Costa. Taylor Wimpey promueve casas en Baleares y Málaga.EXPANSIÓN
"Con más de 2.147 millones de euros desde 2011, los fondos británicos son el segundo inversor internacional en el mercado inmobiliario español, tras Estados Unidos. Aunque en 2016 le adelantan Alemania y Francia, la inversión británica se mantuvo el año pasado en los mismos niveles que en 2015", señalan desde Savills. En el primer trimestre de 2017, ya suman 550 millones en compras inmobiliarias, según Deloitte.
Ejemplo de esta apuesta es el regreso de British Land que el pasado año compró el centro comercial Nueva Condomina, en Murcia o los más de 120 millones invertidos por el grupo UK & European Investment en operaciones en Madrid, Barcelona y Marbella. "Actualmente, el mercado lo lideran empresas patrimonialistas que invierten en terciario, con una clara apuesta en centros comerciales", explica García Mateo.
"Las compañías británicas tienen un espíritu más value add (productos que necesitan gestión para mejorar su rentabilidad), son inversores activos. En general, aunque siempre hay excepciones, los alemanes son inversores de ciclos más consolidados y van a producto muy core, mientras los ingleses aprovechan los cambios de ciclo y realizan una gestión más intensiva", añade Luis Espadas, director de Capital Markets en Savills España.
Junto a las compañías y fondos de inversión, grandes aseguradoras británicas también han puesto el foco en el inmobiliario español, como es el caso de Prudential y Aviva, que acaba de cerrar la compra del centro comercial Tomes en Salamanca.
Intu Properties, volcada en 'retail'
El caso más destacado de inversor británico en centros comerciales es el de Intu Properties. "En los últimos 5 años, este grupo ha comprado los centros Parque Principado, en Asturias; Puerto Venecia, en Zaragoza; y Xanadú, en Madrid", comenta Javier García-Mateo. En el caso de este último inmueble, ubicado en la localidad madrileña de Arroyomolinos, Intu pagó el pasado marzo 530 millones, cifra récord en el mercado de centros comerciales en España. Por Puerto Venecia, pagó 451 millones, mientras que Parque Principado, renombrado Intu Asturias, costó 161 millones en octubre de 2013. "Intu sigue viendo España como un mercado atractivo a pesar de que el producto que busca, que son centros comerciales grandes y dominantes en su zona, apenas queda en el mercado", señala Rafael Bous. "Por ello, ha decidido desarrollar sus propios centros y ha anunciado que invertirá en España 3.200 millones en los próximos cuatro años en promover distintos proyectos situados en Torremolinos (Málaga), Vigo, Paterna (Valencia) y Mallorca", agrega. Intu cuenta con 19 centros en Reino Unido que están valorados en unos 12.120 millones de euros.
Taylor Wimpey, viviendas turísticas
En el caso del mercado residencial, los grupos británicos se dividen entre aquellos que invierten en costa con proyectos de más volumen y los inversores que apuestan por proyectos más exclusivos en el centro de las ciudades, principalmente en Madrid, como ha hecho Grosvenor. "En el residencial, se está viendo que hay interés por invertir en activos con una ubicación excelente pero que haya que transformar en un producto core. Así, Europa Capital ha estado muy activo con compras de residencial de lujo, en edificios en el centro de Madrid, que luego transforma. Recientemente, acaba de levantar un fondo con 750 millones y ha dicho que uno de los focos principales va a ser España", señala el socio de PwC. "En el mercado residencial, destaca Taylor Wimpey que, desde finales de los años 80, ha venido promoviendo más de 100 viviendas anualmente en destinos turísticos de nuestro país, como Baleares o Málaga", comenta García-Mateo.
Fuente: http://www.expansion.com/