Aunque el euríbor, el índice al que se referían la mayoría de los hipotecados, ha cerrado marcando un nuevo mínimo, estos niveles no se mantendrán durante mucho tiempo. El índeice parece que ha tocado ya suelo y será difícil verle ahondando niveles más allá del -0,110 por ciento actual. Así, el hipotecado o futuro hipotecado es consciente que al indicador le queda poco recorrido a la baja y que comenzará a subir cuando el Banco Central Europeo (BCE) retire las medidas expansivas y comience a normalizar tipos. Y ¿cuándo será eso? BBVA ha puesto fecha. Según Jorge Sicilia, economista jefe de BBVA y director de BBVA Research, la subida del euríbor será paralela al incremento de tipos por parte del BCE y sobre todo «será paulatina».
Aún así, aunque estos incrementos sean leves o vayan despacio, el hipotecado verá como la cuota hipotecaria comenzará a subir y debe estar preparado para ello y con una estrategia clara para afrontar el cambio de tendencia.
Julián García, experto en hipotecas de HelpMyCash, señala que el grupo de hipotecados que más notará este incremento será «aquellos que firmaron en 2013 cuando el euríbor bajó del 1 por ciento, pero los diferenciales de las hipotecas estaban más altos que nunca, próximos al 2 por ciento». Estas personas, continúa García, «nunca han pagado una cuota con el euríbor alto y, si disponen de un diferencial elevado, podrían afrontar una hipoteca con un interés de entre el 4 y el 5 por ciento».
Para estas personas, García señala que podrían plantearse cambiar el interés de su hipoteca, «hacer una novación y pasar a tipo fijo, y si su banco no acepta el cambio plantearse una subrogación de entidad para cambiar el tipo variable a uno fijo». Sin embargo, García desaconseja por su coste a quienes les quede pocos años de hipoteca ya que el impacto de la subida de tipos será mínimos.
Por su parte, Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, señala que existen varias posibilidades como «sentarse a negociar con el banco y solicitar una ampliación del plazo de amortización o, bien, la contratación de un producto de protección ante subidas de tipos como los CAP2».
Sin embargo, González, aconseja antes de nada, «leer muy bien la letra pequeña del producto que nos ofrecen y, sobre todo, sopesar bien que el período de protección y el interés tope que nos proponen son razonables».
Futuros hipotecados
En cambio, el futuro hipotecado podría optar por una hipoteca a tipo fijo. Pero en esta opción también existen riesgos. Como advierte González, «estos créditos tienen intereses muy elevados y no merecen la pena salvo para consumidores muy conservadores». Por otro lado, están empezando a subir tanto el interés como sus comisiones, así que si algún cliente estuviera interesado en este tipo de hipotecas no debería esperar demasiado para contratarla.
Por su parte, Julián García cree que el hipotecado que se quiera hipotecarse ahora puede contemplar una hipoteca a tipo fijo como una opción muy seria pero al igual que González recomienda darse prisa en la toma de decisiones, ya que «este tipo de hipotecas está comenzando a encarecerse por lo que puede ser la última oportunidad de firmar una hipoteca a tipo fijo por debajo del 2 por ciento a un plazo corto o por debajo del 3 por ciento a un plazo más largo».
No obstante, aunque se hable de subidas en 2018, hay que tener en cuenta que este dato es prácticamente orientativo, ya que va a depender del entorno económico en esas fechas y los datos macroeconómicos que maneje el BCE.