31 de marzo. Esa es la fecha marcada en rojo para acabar con el culebrón que ha rodeado al histórico Edificio España de Madrid en los últimos años.
El empresario Trinitario Casanova, fundador del grupo Baraka, prevé cerrar este viernesjunto a su socio hotelero Riu la compra del inmueble a Dalian Wanda por 272 millones de euros.
El empresario Trinitario Casanova, fundador del grupo Baraka, prevé cerrar este viernesjunto a su socio hotelero Riu la compra del inmueble a Dalian Wanda por 272 millones de euros.
Está previsto que se escriture por la mañana la transacción ante notario, con el desembolso del último pago pendiente, de algo más de 250 millones. Desde esta empresa se ha asegurado en varias ocasiones que tenían recursos suficientes para hacer la compra del edificio, aunque se desconoce si finalmente contará con algún socio adicional o financiación bancaria para el proyecto de adquisición y reforma. Wanda accedió ya a retrasar un pago anterior previsto para diciembre y que posteriormente se realizó en enero.
Baraka encontró en Riu un socio para abordar el proyecto con el que ha firmado la creación de una sociedad conjunta. En esta joint venture, la hotelera mallorquina participa con un 25% de la inversión de la adquisición y rehabilitación. El futuro hotel ocupará 24 de las 27 plantas del edificio y tendrá 650 habitaciones. Tendrá una categoría de cuatro estrellas y operará bajo la marca Riu Plaza, la enseña urbana de la compañía que tiene su principal buque insignia en Nueva York.
El establecimiento tendrá además un espacio de más de 1.800 metros cuadrados destinado a eventos, y dispondrá de una sala diáfana de 1.500 metros cuadrados y seis metros de altura. También contará además dos restaurantes y una piscina en la azotea, que servirá también como espacio adicional para eventos.
El grupo del magnate chino Wang Jianlin, accionista del Atlético de Madrid, encontró en Casanova a un inversor al que traspasar el proyecto de rehabilitación del emblemático edificio de los años cincuenta. Wanda se había encontrado anteriormente con el rechazo del Ayuntamiento de Madrid para demoler y levantar de nuevo el inmueble, que lleva casi una década cerrado.