La subida de los precios del alquiler en los últimos trimestres han complicado el acceso de los jóvenes a la vivienda. Según un informe del Consejo de la Juventud, un hogar joven (formado por ejemplo por una pareja) necesitaría el 35,8% de su renta para poder alquilar una vivienda, cuando el porcentaje ideal debería rondar el 30%. Tampoco la compra de vivienda es asequible para buena parte de los menores de 35 ya que les exigiría destinar el 31,9% de su renta. Así, sólo el tercio con mayor nivel de ingresos de los jóvenes entre los 19 y los 35 años está en disposición de acometer el esfuerzo necesario para acceder a una vivienda. ¿Comprar o alquilar una vivienda? Consejos para tomar la mejor decisión a los 30 años.
Si quien forma el hogar es sólo una persona asalariada, las complicaciones se multiplican: el alquiler exigirá en torno al 68,6%. De hecho, el Consejo de la Juventud constata que la renta máxima tolerable para un joven (unos 511 euros al mes) está por debajo del alquiler medio, que supera los 610 euros.
Además, las viviendas a las que pueden aspirar son más bien pequeñas. Un hogar formado por jóvenes apenas puede aspirar a un piso de 65 metros cuadrados. Si la renta la paga en solitario un joven asalariado tendrá que conformarse con una vivienda con una superficie media de 34,2 metros cuadrados.
Alquileres más caros, pero menos rentables
La subida de los alquileres no sólo la sufren los jóvenes: Según el Informe sobre el Mercado del Alquiler elaborado por la Universidad Pompeu Fabra y Tecnocasa, el precio medio del metro cuadrado en alquiler alcanzó en 2016 su nivel más alto desde 2012, al alcanzar los 8,87 euros, tras subir un 4,72% el año pasado.
Además, este encarecimiento es especialmente notable en algunas zonas, como Madrid o Barcelona, donde la subida fue del 6,26% y del 11,84%, respectivamente. Al igual que en años anteriores, el precio de la vivienda en Barcelona superó al de Madrid, aunque cada vez hay más diferencia entre ambas ciudades.
No obstante, el aumento del precio de la vivienda ha sido mayor que el del alquiler, empeorando así la rentabilidad relativa del alquiler, al igual que ocurrió el año anterior. Esta merma de la rentabilidad del alquiler se aprecia en el indicador del Banco de España, que estima una rentabilidad del 4,4% al final del año pasado, frente al 4,6% del año anterior. Como se puede apreciar en el gráfico, la rentabilidad del alquiler es inversamente proporcional a la subida de los precios de la vivienda: es decir, cuando sube el precio de los pisos, baja la rentabilidad del alquiler y viceversa.
Tecnocasa añade que la pérdida de rentabilidad en los alquileres también afectó a las ciudades de Madrid y Barcelona. En el caso de Barcelona, la caída comenzó en 2014, mientras que en Madrid lleva menos tiempo.
Otra de las notas características del mercado del alquiler en España en 2016 ha sido el incremento de la demanda. Así lo demuestran las bajadas tanto en el número de visitas como en los días necesarios para alquilar el inmueble. El pasado año sólo hizo falta un mes (30 días) y 7,22 visitas para alquilar una vivienda, casi una menos que un año antes.
Asimismo, el poder de negociación del inquilino también se ha reducido, pues el alquiler final apenas es un 3% inferior al alquiler ofertado, reduciéndose en el último año en casi un punto porcentual.