Los últimos datos del Ministerio de Hacienda reflejan que los ingresos de las comunidades autónomas alcanzaron hasta octubre los 110.542 millones de euros, un 8,7% más que en el mismo periodo del año anterior. Buena parte del incremento se explica por el aumento de los recursos derivados del sistema de financiación autonómica. Entre los tributos propios destaca la buena evolución del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentos. Ambas figuras fiscales aportaron a las arcas autonómicas 5.906 millones, un 5% más que el ejercicio anterior. El impuesto sobre transmisiones patrimoniales grava la venta de vivienda de segunda mano y el de actos jurídicos documentados se aplica cuando, por ejemplo, se firma un préstamo hipotecario.
Durante los años del boom inmobiliario, ambas figuras fiscales nutrieron de liquidez a las comunidades. La recaudación llegó a superar los 18.000 millones en el momento más álgido del ciclo en 2006. De ese nivel, cayó hasta situarse por debajo de los 5.000 millones en 2012 y 2013 e inició una lenta recuperación a partir de 2014.
Otro de los tributos propios de las comunidades, el impuesto sobre sucesiones y donaciones, registró hasta octubre un descenso del 0,4%. La situación financiera de las comunidades autónomas ha mejorado notablemente este año y ello se debe, entre otros factores, al aumento de las transferencias del Gobierno central por la aplicación del sistema de financiación y el cobro de las liquidaciones positivas de 2014.
Los últimos datos de Hacienda indican que el déficit autonómico cerró octubre en el 0,33% del PIB frente al 1,2% registrado en el mismo periodo del año anterior. Por primera vez desde el inicio de la crisis, las comunidades autónomas cerraron un ejercicio, el de 2016, con posibilidades reales de cumplir el objetivo de déficit, fijado en el 0,7%. Aun así, los analistas prevén que se desviará ligeramente de ese límite. Para 2017, Hacienda fijó un objetivo del 0,6%, que también resulta factible.
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