Manuel Jove Capellán (1941, A Coruña) nunca ha dejado de ser un señor del ladrillo. Ni siquiera cuando en 2007, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria, vendiera la niña de sus ojos, Fadesa, al entonces presidente de Martinsa, Fernando Martín, por 2.200 millones de euros. A partir de ese momento, Jove pasó a centrar la atención mediática, no tanto por sus negocios inmobiliarios, sino por la batalla judicial que el expresidente del Real Madrid decidió emprender contra él y el exconsejero de Fadesa Antonio de la Morena Pardo, por "la incorrecta valoración" de los activos de la inmobiliaria antes de su venta.
La contienda le provocó insomnio, pero no frenó, ni mucho menos, sus proyectos empresariales. El vino, la energía eólica o el sector textil centraron sus inversiones, pero también el ladrillo, sector por el que que siempre ha sentido auténtica pasión. Las cifras hablan por sí solas. En 2015, tal y como consta en los datos del Registro Mercantil (ver tabla inferior), Jove participaba, directa o indirectamente, en una veintena de compañías dedicadas a la promoción inmobiliaria, con un patrimonio neto cercano a los 350 millones de euros. La mayoría de estas empresas están controladas por Espacia Avante y esta, a su vez, al 100% por Inveravante, su 'holding' empresarial.
Por eso, la alianza que acaba de sellar recientemente con Anida, lafilial inmobiliaria de BBVA, para poner en marcha una sociedad (Avantespacia Inmobiliaria) que desarrollará proyectos inmobiliarios en el ámbito residencial en toda España, no supone realmente su regreso al mercado inmobiliario, porque realmente nunca se fue, como muestra este complejo entramado inmobiliario.
De hecho, Manuel Jove ha emprendido numerosos negocios tanto dentro como fuera de España. Solamente la veintena de empresas que aparecen en la tabla arrojan pérdidas conjuntas de más de 12 millones de euros. Más datos. Las inversiones inmobiliarias de Inveravante tenían un valor neto contable de más de 18.500 millones de euros a cierre de 2015, frente a los 32.700 millones de un año antes. Buena parte de estas inversiones están hipotecadas como garantía de diversos préstamos por importe de 4.390 millones de euros (7.338 millones a 31 de diciembre de 2014). Además, una parte de las inversiones inmobiliarias ha sido arrendada a terceros, generando el año pasado unos ingresos de 1,3 millones de euros.
El comportamiento económico de las diferentes sociedades ha sido muy dispar en 2015, tal y como se puede apreciar en la tabla. Buena parte de las pérdidas se debe a Promotora Urbana Vio, sociedad en la que también participa la inmobiliaria de José Collazo Mato, propietario además del emporio gallego de los casinos y las máquinas tragaperras Comar. En esta promotora, Jove participa en un 50% a través de Inversiones Freira (100% Inveravante, el 'holding' empresarial del empresario gallego).
México-Marruecos, cara y cruz de sus inversiones
Pocas alegrías le ha dado también su aventura en México, que en 2015 se saldaba con unas pérdidas de 10,6 millones de euros para Inveravante Cercentia. Allí, entre otros proyectos, Manuel Jove planeaba levantar un complejo hotelero y náutico en el municipio de Ensenada, al norte de Baja California. A pesar del resultado negativo, se trata de una de las sociedades que mayor aportación realizan al patrimonio neto de Jove, con cerca de 27 millones de euros.
Por el contrario, sus proyectos en Marruecos parecen marchar viento en popa. Su filial marroquí, Anfa Plage, arroja beneficios de 17,6 millones de euros. En este país, según 'La Voz de Galicia', el empresario gallego habría invertido en los últimos ocho años —es decir, coincidiendo con la venta de Fadesa— casi 500 millones de euros. Un capital que se ha traducido en la construcción de dos grandes complejos turísticos, en Tánger y en Casablanca.
Precisamente en Casablanca se levanta Anfaplace Living Resort, un proyecto de más de 235.000 metros cuadrados que combina una zona residencial de superlujo, un edificio de oficinas, un centro comercial y un hotel de cinco estrellas gestionado por Four Seasons. En Tánger, por su parte, se ubica el Tanger City Center. Un desarrollo de 281.598 metros cuadrados donde se levantarán 800 apartamentos, dos hoteles, un edificio de oficinas y un centro comercial. Esta sociedad (Tanger City Center) está controlada totalmente de manera indirecta por Espacia Avante, si bien, a diferencia de Anfa Plage, arrojó pérdidas de dos millones de euros en 2015.
Sin salir de Marruecos, pero centrado en la promoción hotelera, Manuel Jove puso en marcha dos sociedades: Bahía de Tánger Hoteles y Hotelera de Casablanca, cuya constitución se produjo apenas unos días después de que se conociese su desinversión en BBVA, donde llegó a ser el primer accionista, con un 5% del capital. El patrimonio neto de la segunda de estas sociedades ascendía a 5,7 millones de euros a cierre de 2015, mientras que Bahía de Tánger Hoteles apenas contaba con 73.000 euros de patrimonio y unas insignificantes pérdidas de 1.236 euros a cierre de 2015.
En España, sus proyectos inmobiliarios tras la venta de Fadesa han estado siempre en un segundo plano. Si bien fue muy sonado su intento frustrado de levantar un proyecto inmobiliario junto a los terrenos del Parque Warner. Fracaso, no obstante, por el que recibió una compensación de 34 millones de euros por parte de la Comunidad de Madrid. También saltó a la palestra informativa por su enfrentamiento en los tribunales con Fernando Martín tras la venta de Fadesa y por convertirse en uno de los principales beneficiados de la liquidación de Martinsa, al 'recuperar' activos de la antigua Fadesa valorados en 80 millones y por los que apenas pagó cuatro.
Siempre adelante, pese al fracaso
Manuel Jove, con un patrimonio estimado por la revista 'Forbes' de 2.000 millones de euros, es uno de los hombres más ricos del mundo pero, al igual que Amancio Ortega, ha sido un empresario hecho a sí mismo. Al igual que su padre, fue carpintero, pero desde muy joven accedió al mundo de la construcción. Como muchos gallegos, a las puertas de cumplir los 20 años emigró a Alemania, donde al igual que la mayoría de ellos tuvo que trabajar muchas horas por muy poco dinero. Con apenas 24 años se casó y montó una empresa de reformas inmobiliarias que quebró.
No desistió, y con la ayuda de su familia volvió a intentarlo. En 1978 creó Fincas Galicia, responsable de poner en marcha en Santiago de Compostela el primer desarrollo inmobiliario moderno al noroeste de España. Tampoco funcionó y la compañía quebró. Su tercera aventura empresarial, Edicosa, dedicada a desarrollar pequeños proyectos empresariales, fue la definitiva. Cuando en la década de los noventa comenzaron los años de bonanza para los constructores en España, reunió a otros tres accionistas, Faustino, Demetrio y Severino, y creó Fadesa, una pequeña inmobiliaria gallega que fue extendiendo poco a poco sus tentáculos por todo el país, traspasó fronteras y logró debutar en bolsa el 30 de abril de 2004 para ser engullida, tres años después, por quien llegó a ser presidente del Real Madrid un año antes.
Quizá por esta tenacidad, por este empeño en seguir adelante ('avante', en gallego), buena parte de sus empresas llevan, precisamente, el nombre o apellido 'avante'.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/