Golpe a Sareb con un símbolo del boom inmobiliario caído en desgracia. El banco malo se ha quedado, de momento, sin la adjudicación del rascacielos In Tempo de Benidorm (Alicante), el edificio residencial más alto de España. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha suspendido la liquidación del inmueble que debería ir a manos de esta entidad financiera, según un auto dado a conocer este martes al que ha tenido acceso Cinco Días.
El juez quiere primero decidir si la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) es un acreedor privilegiado, y por tanto, contaba con derecho de tanteo en las pujas por el inmueble. Una batalla judicial que promete dilatarse en el tiempo y que puedo bloquear la adjudicación del edificio de 192 metros de altura y 47 plantas.
Dentro del proceso concursal, este verano un inversor internacional presentó una oferta en el entorno de los 50 millones para quedarse con el edificio. Pero Sareb, como acreedor privilegiado –tal como lo marca la ley de su funcionamiento- mejoró la puja subiéndolo a 58,5 millones. Pero los accionistas minoritarios recurrieron la decisión, ya que a la vez el juez tiene que decidir si realmente cuenta con ese derecho.
Desde la entidad pública se afirma que esperan la inminente vista oral del juicio y apuntan que defenderán "sus intereses y el de los accionistas".
El coloso, comenzó a construirse en 2007 por la inmobiliaria Olga Urbana que cayó en concurso en 2014. Sareb asumió la deuda de la intervenida Caixa Galicia, después integrada en Abanca, de 95 millones de euros, de un total de 140 millones de pasivo del promotor. Al provenir de un crédito hipotecario, el administrador consideró al banco malo como acreedor privilegiado, con derecho de tanteo y el primero en cobrar si se vende el inmueble.
Tres acreedores minoritarios, liderados por el proveedor Kono Estructuras –encargado del armazón del edificio–, presentaron una demanda para quitarle el estatus de acreedor privilegiado a Sareb. A este recurso se sumaron después Roberto Pérez-Guerras, arquitecto del rascacielos, e Isidro Bononat, ex administrador de Olga Urbana.
Los demandantes entienden que en este caso, Caixa Galicia no solo ejercía como entidad prestamista sino que era el “administrador de hecho”. Se considera como tal a aquella persona jurídica que, aún sin aparecer en el registro mercantil como administrador, en realidad toma las decisiones. Por eso, los pequeños acreedores aportan pruebas, como cientos de correos electrónicos, en los que consideran demostrado que la caja gallega era la que mandaba. En ese caso, dejaría de ser acreedor privilegiado y pasaría a ser subordinado, es decir, el último en la fila para cobrar.
Por eso, el juez entiende ahora que primero debe resolverse el recurso sobre el derecho de Sareb. Para eso, ha convocado una vista que se celebrará en los próximos días. Si da la razón al banco malo, el coloso pasará a manos de Sareb, que posteriormente podrá venderlo a un mejor precio. Si los pequeños acreedores ganan, la entidad se encontrará con un serio problema si la Justicia sienta jurisprudencia al quitarle ese privilegio, como consideran los demandantes, que aseguran a este diario que recurrirán tantas veces como haga falta si el juez de Alicante no les da la razón.
Fuente: http://www.cincodias.com/