Comprar una vivienda se encarece y ya exige seis años y medio de la renta de un hogar



La recuperación del mercado inmobiliario unida a la lenta remontada de la renta de los hogares hace que comprar una vivienda exija ya la renta de 6,46 años. Así lo indican los datos del Banco de España, que reflejan que el esfuerzo necesario para adquirir un piso lleva subiendo cuatro trimestres consecutivos hasta volver a acercarse a la barrera de los seis años y medio, un nivel al que no se llegaba desde el final de 2012.

A pesar del rebote que se ha producido en los últimos cuatro años, esta magnitud aún está muy lejos del nivel que tenía antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Su techo se alcanzó en 2010, cuando para pagar una vivienda se necesitaban 8,85 años de sueldo. El pinchazo de la burbuja, sobre todo a partir de 2010, hizo que el esfuerzo para la compra de vivienda bajase al entorno de los seis años, un nivel similar al de hace quince años.

Además, el esfuerzo financiero que requiere una vivienda (medido en el porcentaje de renta que requiere) se sitúa actualmente (en marzo de 2016, último dato disponible) en el 32,2%, es decir, un hogar dedica casi una tercera parte de sus ingresos a pagar su vivienda en propiedad. Esta magnitud también ha bajado con fuerza desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, ya que en el año 2008 suponía casi la mitad de los ingresos familiares.

Como la deducción por vivienda se eliminó hace años, ya no hay diferencia entre el esfuerzo que supone un piso adquirido con la desgravación y un piso que no.

El esfuerzo requerido para la compra de una vivienda se mantiene ahora en niveles similares a los que tenía en los años 2005 y 2006. A finales de los años 90, la hipoteca apenas requería un 20% o 25% de la renta familiar, un porcentaje que contrasta con el 60% que llegó a suponer a principios de la misma década.
Las hipotecas suponen el 63,9% del precio de la vivienda

Además, el Banco de España revela que los españoles vuelven a asumir más riesgos a la hora de contratar un préstamo para adquirir una vivienda. Los nuevos préstamos suponen el 63,9% del precio de la casa adquirida, un porcentaje que, con excepción del último trimestre de 2015, no se había alcanzado desde finales de 2006.

Lo que ha cambiado menos es la proporción de préstamos que superan el 80% del valor de la tasación. En el primer trimestre de 2016, el 14,3% de las hipotecas superaban el 80% del valor de la tasación, un nivel parecido al de los años previos.

Tampoco ha cambiado mucho desde el pinchazo de la burbuja el plazo de las hipotecas, que este año se sitúa en 276 meses, es decir, algo más de 23 años. Durante los años delboom, se llegaron a superar los 330 meses (27 años y medio).
 
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