Gerlach: "Las burbujas inmobiliarias son fáciles de ver, pero no se quieren parar"


Stefan Gerlach, economista jefe del BSI Bank y exvicegobernador del Banco Central de Irlanda, cree que las burbujas inmobiliarias se pueden ver con facilidad, pero hay muchos intereses para no explotarlas a tiempo, al revés, se intenta prolongar su duración lo máximo posible.

Este economista explica en Project Syndicate que "las burbujas inmobiliarias no son difíciles de detectar, incluso los medios las anticipas en sus titulares. Sin embargo, están lejos de ser un fenómeno extraño. España, EEUU, Irlanda o Reino Unido han sufrido burbujas que han estallado con el colapso financiero de 2008". 

Si las burbujas son fáciles de anticipar, ¿por qué se producen tan a menudo?, se pregunta este experto. "La respuesta es simple: mientras que las burbujas se están inflando, muchas personas se benefician. Cuando el sector de la construcción prospera cae el desempleo, los bancos conceden préstamos libremente, la gente es feliz y los políticos igual", explica Gerlach. 
Que siga la fiesta

Normalmente, una burbuja inmobiliaria va a acompañada de un crecimiento económico fuerte, los beneficios llegan primero a los sectores que están de forma directa expuestos a la burbuja (construcción y bancos), pero poco a poco otros sectores de la economía se comienzan a beneficiar de forma indirecta. Los precios de la vivienda suben, se produce el conocido como efecto riqueza en los agentes, que aprovechan esa sensación de poderío para consumir más, para pedir más préstamos. 

Los políticos en lugar de apagar la música y explicar a los ciudadanos que la fiesta se ha terminado, suelen hacer todo lo contrario; sirven más alcohol con la intención de que la fiesta se prolongue lo máximo posible, siempre con la esperanza de que la resaca llegue cuando ellos ya no estén en el poder. 

"Los beneficios de los bancos suben con rapidez, hay gran demanda de crédito hipotecario, da la sensación de que son créditos libres de riesgo. Después de todo, con los precios de la vivienda subiendo, si el prestatario impaga, la propiedad puede ser vendida de nuevo obteniendo un beneficio. Aprovechando que el boom del crédito, gente común, desde taxistas hasta peluqueros, pueden convertirse en millonarios", señala este economista. 

"Todo esto beneficia a los políticos en el poder, que ganan el apoyo de nuevos votantes que se sienten más ricos, los que antes estaban parados ahora tienen trabajo, y los propietarios de vivienda ven como su casa sube de precio... Debido a que las burbujas se inflan de forma gradual y durante un gran número de años, nadie quiere que pare la fiesta", explica Stefan Gerlach.

Este experto cree que Irlanda está viviendo una nueva burbuja inmobiliaria y nadie está haciendo por pararla: "Después de haber soportado el colapso del mercado de la vivienda hace menos de una década, Irlanda ha experimentado una recuperación de los precios, que ya han aumentado un 50% en Dublín desde 2010". 

Para este economista, un sistema que produce de forma constante burbujas inmobiliarias, es un sistema fallido, unas reglas que no funcionan correctamente. Las burbujas son un gran peligro, "no es un secreto que el colapso de este tipo de activos tiene grandes costes sociales y financieros. Cuando la inversión y el gasto del sector de la construcción se detiene en seco, se produce una recesión, la tasa de paro se dispara a la par que el gasto social, mientras que los ingresos fiscales caen... La última vez que esto ocurrió en Irlanda, coste fue superior a 60.000 millones de euros, o el 40% el PIB irlandés".

Fuente: http://www.eleconomista.es/
 
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