Londres está que arde tras el triunfo del Brexit. El impacto sobre sumercado inmobiliario no se ha hecho esperar después de que las gestoras británicas Standard Life, Aviva y M&G hayan decretado un 'corralito' inmobiliario en toda regla con la suspensión de cotización de fondos de inversión inmobiliaria para frenar la retirada de capitales.
Ante un panorama tan incierto, ¿qué puede pasar con el 'ladrillo' que algunas de las grandes fortunas e inversores españoles tienen en la City?, ¿será tan duro el castigo para Amancio Ortega como lo ha sido la fuerte caída en bolsa de Inditex?
Las fuentes consultadas prevén una caída de precios del 15% durante el próximo año. No obstante, consideran que Ortega, el segundo hombre más rico del mundo según 'Forbes', conseguirá capear el golpe con pérdidas algo menores que podrían situarse entre el 8% y el 12%. ¿Por qué?
Su patrimonio inmobiliario en la capital británica es muy extenso. A principios de año, compraba un histórico edificio de oficinas situado en el barrio londinense de St. James, una de las mejores zonas de la capital británica, por 320 millones de euros. Una operación realizada a través de su brazo inversor, Pontegadea. El edificio se sumaba a una amplia lista de locales tanto comerciales como de oficinas en la capital británica.
Los expertos prevén una caída de precios del 15% durante el próximo año, aunque Ortega sufrirá un golpe entre el 8% y el 12%
Sin ir más lejos, un año antes, en enero de 2015, el empresario gallegocompraba, también en el barrio de St. James, la sede de la multinacional Río Tinto, de 11.000 metros cuadrados, por 335 millones de euros. También en 2015 se hacía, esta vez por 551 millones de euros, con un edificio situado en Oxford Street. Es decir, una inversión de más de 1.200 millones de euros en apenas año y medio. Sin contar con los 500 millones desembolsados, a finales de 2013, por otro edificio de oficinas, Devonshire House, en la zona del West End.
"La depreciación media de los activos dependerá de la zona donde se ubique el inmueble. La City sufrirá más que el West End, y Canary Wharf muchísimo más que los otros dos mercados", explica otra fuente. "Aunque en un año los precios de los activos inmobiliarios se pueden resentir un 15%, lo cierto es que las propiedades de Amancio Ortega capearán mejor la crisis, ya que son muy defensivas, 'superprime'. De hecho, en el mercado se consideran 'trophy assets', lo que les hace menos vulnerables ante este tipo de sacudidas", explica un inversor radicado en Londres.
"El problema puede venir cuando quiera repatriar las rentas de esos edificios, ya que con el cambio de moneda, inevitablemente, tendrá pérdidas. No obstante, es un riesgo que puede mitigar, ya que al ser muypatrimonialista puede reinvertir las rentas en Londres hasta que el cambio se ajuste en unos años, y evitar así las pérdidas extra por cambio de moneda. Además, puede emplear esas libras para pagar servicios de deuda internacional en la City", añade otro gestor con negocios en la ciudad londinense.
En su opinión, "el gran problema lo tienen los gestores de fondos que están obligados a repatriar a sus países de origen las rentas obtenidas de sus inversiones todos los años. Eso sí les genera pérdidas. Me refiero a los REIT o socimis estadounidenses o de cualquier otro país. Estas sociedades tienen que destinar todos los años sus rentas a dividendos para sus accionistas y no a amortizar deuda o a reinvertir. Para ellos, el golpe va a ser duro".
Mapfre, Mario Losantos...
Amancio Ortega no es, ni mucho menos, el único inversor español con activos inmobiliarios en Londres. A principios de 2016, Mapfre compró a GreenOak un histórico inmueble situado en el corazón financiero de la City londinense, por 47,4 millones de euros, sobre el que invertirá otros 21,1 millones en su reforma. Los expertos consultados calculan una pérdida para la aseguradora española en torno a los ocho millones de euros en estos últimos cuatro meses.
Más inteligente fue el movimiento del empresario Mario Losantos, presidente de Allegra y antiguo propietario de Inmobiliaria Riofisa, que en 2015 vendió uno de los tres edificios que tenía en Londres, en concreto el número 16 de Eastcheap Street, por 37,6 millones de euros, consiguiendo una plusvalía de 13 millones, ya que lo adquirió en 2012 por 24,6 millones. Supuso su tercera desinversión en la capital británica, tras la venta de un edificio en Covent Garden y otro en Seven Dials.
No obstante, aún sigue en su poder el número 5 de King William, su mejor activo en Londres, el primer edificio de oficinas que compró en la City. La operación tuvo lugar en 2008 y por este inmueble pagó 52 millones de euros. A este activo se suma, además, un complejo de apartamentos en Ecclestone Square.