España está entre los diez primeros países europeos con mayor porcentaje de familias que viven en hogares de su propiedad. Además de las facilidades que dio la expansión inmobiliaria y crediticia de 2000 a 2007 -con manga ancha para conceder hipotecas y un stock inmobiliario inmenso donde escoger-, la predilección por tener un piso o casa propios es una cuestión también de la idiosincrasia de la ciudadanía española.
Y en el caso de Galicia, todavía más acentuado. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que desgrana los indicadores de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), la comunidad se convirtió en 2014 en la cuarta del Estado con mayor porcentaje de hogares que vivían en un inmueble propio tras escalar tres puestos respecto a 2013. En total el 83,5% de las familias gallegas reside en una vivienda propia, frente al 80,7% del año anterior.
Solo País Vasco (85,4%), Navarra (85,2%) y La Rioja (84,9%) superan a Galicia en esta estadística, en la que Cataluña aflora como la comunidad peninsular (por detrás de Melilla y Baleares) donde sus ciudadanos optan más por arrendar un piso o una casa. La serie histórica arranca en 2004 y, desde entonces, el panorama poco ha cambiado pese a la crisis. En 2004 el 83,8% de las familias gallegas ya vivía en hogares de su propiedad, porcentaje que alcanzó un pico en 2006, con el 84,3% del total. Solo en 2009 y 2010 el porcentaje se acercó más al 81%, aunque no se correspondió con un incremento del alquiler. Por tanto, la explicación radica más en los propios efectos de la crisis -con familias que tuvieron que abandonar sus pisos por no poder abonar la hipoteca- que en un cambio de tendencia estructural. Es más, el porcentaje de hogares en Galicia que viven en viviendas propias es el más alto en 8 años.
En el conjunto de España sucede algo parecido. El 78% de las familias es dueña del inmueble en el que residen, tres décimas por encima del nivel de 2013 pero 1,2 puntos por debajo del de 2012.
En cuanto al alquiler, bajó en Galicia hasta ser la opción del 8,3% de los hogares, frente al 10,5% de 2010. El porcentaje de familias que viven como arrendatarias está a su nivel más bajo desde 2010.
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