El seguro barato sale caro



Los seguros del hogar han conseguido el deshonroso puesto de encabezar las denuncias contra los seguros, superando a los del automóvil, en A. D. Defensor, uno de los grandes bufetes contratados por una treintena de aseguradoras para atender las quejas de sus clientes. El dictamen de los defensores del asegurado es ley para las compañías. Algunas han llegado a contratar a figuras de campanillas como Ramón Tamames o Miquel Roca Junyent. Pero ni siquiera ellos pueden salvar a los asegurados de afrontar pagos de siniestros por estar mal cubiertos.

La competencia, por conseguir nuevas pólizas, pone el precio como anzuelo sin advertir al consumidor cuando firma la póliza de que las rebajas adelgazan las coberturas. 
"Estar mal asegurado es un mal negocio, y la única solución es leer hasta la letra más pequeña de las pólizas para evitar un susto en caso de siniestro", resume Álex Sánchez, responsable técnico de la peritadora Proyecta Gestión. Es imprescindible contratar los capitales adecuados y detallar los bienes más valiosos para evitar sorpresas. No solo eso.
Pagar una póliza de escasa cobertura puede conducir a un pago difícil de asumir. La rotura de una cañería, por ejemplo, puede traducirse en una chorreante gotera al piso de abajo y estropear costosos cuadros si tenemos un vecino anticuario.
El desconocimiento no exime de culpa, y el pago de la responsabilidad civil va en función de la cantidad contratada, como el resto de los siniestros, aunque no cobrará más dinero por un bien sobreasegurado.
El seguro multirriesgo para el hogar está menos normalizado que el de automoción, los tipos de cobertura difieren de una compañía a otra y pueden contratarse parcialmente.
ara evitar sorpresas en los siniestros conviene ser asesorado por un corredor de seguros de confianza o comparar las ofertas de varias compañías leyendo las condiciones de sus pólizas. La diferencia del precio de los seguros va, sobre todo, en función de las coberturas y de la cuantía de las indemnizaciones. Los expertos coinciden en las recomendaciones siguientes.
La primera: leer el seguro de la comunidad de vecinos para conocer las coberturas contratadas para la vivienda (denominada continente). Si el seguro de la comunidad ha cubierto bien la indemnización por un incendio, por ejemplo, no se debe volver a asegurar porque las compañías tasan el valor y se reparten la indemnización en caso de doble cobertura. 
Si la cobertura del seguro de la comunidad es inferior al precio de la vivienda, hay que complementarlo. Aunque la cobertura sea buena, conviene contratar un mínimo de continente para tener voz propia en las reclamaciones. Una buena relación de comunidad puede tornarse borrascosa, y es más efectiva la reclamación de daños de un seguro propio. El consejo es extensible a inquilinos, los seguros se entienden mejor entre ellos que las personas.
Por otra parte, las reparaciones por agua son más ágiles cuando el seguro de la comunidad cubre los daños de todas las cañerías del edificio, en lugar de solo las comunes. Conviene hacerlo si la diferencia de precio es mínima.
En segundo lugar, contratar bien los capitales para ajustar la póliza a la realidad. Para valorar el continente debe descontarse el valor del terreno del precio de venta de la vivienda a valor de mercado. El valor de la edificación es la cantidad que pagará el seguro en caso de una destrucción total, y en función de ella se cubrirán daños en techos, suelos, ventanas, cañerías, instalación eléctrica o de aire acondicionado, y cualquier cosa contenida en su infraestructura. Si el perito considera que el continente está infravalorado en el contrato, pagará los daños proporcionales en cualquier siniestro. El Consorcio de Compensación de Seguros cubre el daño producido por siniestros extraordinarios como fenómenos de la naturaleza o daños causados por atentados, actos violentos masivos o actuaciones de las fuerzas de seguridad del Estado. Hay que comprobar que la cobertura por incendio incluye la inhabitabilidad de la vivienda.
La tercera recomendación es la de tener en cuenta que el seguro del contenido cubre los muebles y los enseres domésticos. Las aseguradoras suelen pagar el valor venal de los bienes, descontando la depreciación sufrida por el uso del valor del bien en el mercado. ¿Cuánto costaría volver a comprar todo el contenido del hogar? Un contrato hecho a valor de nuevo o de reposición con revalorización automática salva la diferencia. Es aconsejable actualizar la póliza en cada compra significativa, y saber los bienes excluidos de las pólizas tipo (colecciones o joyas) para declararlos de forma expresa. Preguntar sobre el valor unitario de cobertura y declarar los bienes superiores a esa cantidad, como electrodomésticos o muebles singulares.
El seguro no cubrirá un robo si la alarma no estaba puesta cuando sucedió —no declare tener alarma en el seguro si no la pone siempre—, se considera negligencia. También es negligencia dejar la puerta abierta o la ventana de una planta baja, y exime al seguro del pago por robo. No todas las aseguradoras cubren daños de lunas y espejos. Y hay límite de cobertura de los alimentos de una nevera si se va la luz.
El cuarto aspecto a tener en cuenta es que la responsabilidad civil cubre el pago de reparaciones o indemnizaciones por daños causados a terceros. El daño ocasionado por un incendio iniciado en nuestro domicilio obliga a cobijar a los vecinos durante los meses que duren las reparaciones (unos tres, si se incendia toda su vivienda). Atención porque deberán irse con el solo incendio de una habitación si el humo la inundó porque el hollín es tóxico (y deben limpiarla profesionales).
Tenga en cuenta el tipo de mobiliario de sus vecinos para evaluar la cuantía de la responsabilidad civil o el contenido de un negocio instalado debajo de su piso, usted deberá abonar los daños causados en ellos si su póliza no los cubre.
También será responsable, de forma proporcional, del daño causado por un elemento del edificio (caída de una teja, un adorno o un árbol, si tiene jardín) si no tiene contratada la responsabilidad civil, y la comunidad no está asegurada.
Algunas pólizas incluyen los daños hechos por las mascotas fuera del domicilio. La obligatoriedad de asegurar perros difiere entre comunidades autónomas. Conviene asegurar daños causados por un perro, el más manso y obediente puede provocar un accidente de tráfico con heridos si sale huyendo por una explosión.
La sexta recomendación es tener presente que la defensa jurídica incluye las reclamaciones de los daños ocasionados por terceros a sus bienes. Compruebe la inclusión de sus derechos como propietario, como inquilino y la defensa penal.
Este reportaje está hecho con información de Carmen Cornejo, socio director de A. D. Defensor; Fernando Fauste, director de diversos de Solera; Álex Sánchez, responsable técnico de Proyecta Gestión, OCU y ADICAE.
Fuente: http://www.elpais.com/
 
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