El sector de la construcción residencial empieza a despegar en algunas provincias españolas. Pontevedra y A Coruña se encuentran entre las nueve que antes recuperan su mercado inmobiliario, según un informe de la consultora Deloitte. La razón fundamental de que estas dos provincias gallegas superen antes la crisis del ladrillo es que el stock de vivienda nueva es mínimo frente al existente en otras áreas españolas.
La consultora prevé que A Coruña, Pontevedra, Álava, Asturias, Cantabria, Madrid, Navarra, Segovia y Vizcaya se encuentren en el pelotón de salida en las que se reactivará más pronto la construcción de viviendas. Deloitte sostiene en su informe que estas provincias arrojan los mejores resultados en su coyuntura macroeconómica, como la demografía, el desempleo, el crecimiento de su población y sus fundamentos inmobiliarios.
El estudio afirma que en estos momentos en España existe un stock de 700.000 viviendas, que se absorberán en tres velocidades dependiendo de la provincia donde se encuentren ubicadas. Los promotores inmobiliarios gallegos afirman que en las zonas costeras de Pontevedra y A Coruña, donde se concentra el 85% de la construcción de la comunidad, existe muy pocas posibilidades de encontrar viviendas nuevas sin vender.
Deloitte sitúa en la segunda velocidad de la recuperación a 23 provincias, entre las que destacan Málaga, Valencia y Zaragoza, que "están en condiciones de normalizar su actividad ante un futuro cambio de ciclo, pero en un momento de tiempo posterior y a un ritmo menor".
En el tercer grupo, la consultora incluye a las gallegas de Ourense y Lugo, que necesitarán "más tiempo para absorber el stock existente y dinamizar la confianza de los agentes en su mercado inmobiliario". En este grupo también están Alicante, Ávila, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Zamora.
El stock de vivienda nueva por cada 1.000 habitantes es más alto en Castellón (57,06 viviendas); Toledo (37,5) y Almería (32,9). Las provincias que cuentan con un menor ratio son Vizcaya (3,9), Cáceres (4,5) y Badajoz (4,8), mientras que la media nacional se sitúa en 17 viviendas nuevas sin vender por cada 1.000 habitantes. El mayor excedente de viviendas nueva no vendidas en volumen neto se sitúa en Barcelona (62.000); Madrid (53.000), y Alicante (50.000). Además, hay provincias como Badajoz o Navarra donde el ha comenzado a disminuir.
El informe recoge que a pesar de la reducción de los tipos de interés y la evolución a la baja del precio de la vivienda, la tasa por esfuerzo de los hogares españoles -porcentaje de renta familiar dedicado al pago de la hipoteca de la vivienda- se sitúa en el 38,6%, "aún por encima de los niveles razonables de equilibrio", lo que explica que el stock de viviendas "no se está absorbiendo aún de forma generalizada".
La conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, por su parte, informó ayer que la compra de viviendas en Galicia por parte de menores de 36 años y de familias numerosas aumentó "casi un 40% después de la rebaja fiscal impulsada por la Xunta", a partir del día 1 de julio de 2009 para reactivar el sector y facilitar el acceso de estos colectivos. Currás destacó que la rebaja fiscal "tuvo buen efecto" para las arcas autonómicas ya que la recaudación por los impuestos sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados subió un 19% en el total de compra de pisos y un 24% en los inmuebles usados.
Fuente: http://www.laopinioncoruna.es/
La consultora prevé que A Coruña, Pontevedra, Álava, Asturias, Cantabria, Madrid, Navarra, Segovia y Vizcaya se encuentren en el pelotón de salida en las que se reactivará más pronto la construcción de viviendas. Deloitte sostiene en su informe que estas provincias arrojan los mejores resultados en su coyuntura macroeconómica, como la demografía, el desempleo, el crecimiento de su población y sus fundamentos inmobiliarios.
El estudio afirma que en estos momentos en España existe un stock de 700.000 viviendas, que se absorberán en tres velocidades dependiendo de la provincia donde se encuentren ubicadas. Los promotores inmobiliarios gallegos afirman que en las zonas costeras de Pontevedra y A Coruña, donde se concentra el 85% de la construcción de la comunidad, existe muy pocas posibilidades de encontrar viviendas nuevas sin vender.
Deloitte sitúa en la segunda velocidad de la recuperación a 23 provincias, entre las que destacan Málaga, Valencia y Zaragoza, que "están en condiciones de normalizar su actividad ante un futuro cambio de ciclo, pero en un momento de tiempo posterior y a un ritmo menor".
En el tercer grupo, la consultora incluye a las gallegas de Ourense y Lugo, que necesitarán "más tiempo para absorber el stock existente y dinamizar la confianza de los agentes en su mercado inmobiliario". En este grupo también están Alicante, Ávila, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Zamora.
El stock de vivienda nueva por cada 1.000 habitantes es más alto en Castellón (57,06 viviendas); Toledo (37,5) y Almería (32,9). Las provincias que cuentan con un menor ratio son Vizcaya (3,9), Cáceres (4,5) y Badajoz (4,8), mientras que la media nacional se sitúa en 17 viviendas nuevas sin vender por cada 1.000 habitantes. El mayor excedente de viviendas nueva no vendidas en volumen neto se sitúa en Barcelona (62.000); Madrid (53.000), y Alicante (50.000). Además, hay provincias como Badajoz o Navarra donde el ha comenzado a disminuir.
El informe recoge que a pesar de la reducción de los tipos de interés y la evolución a la baja del precio de la vivienda, la tasa por esfuerzo de los hogares españoles -porcentaje de renta familiar dedicado al pago de la hipoteca de la vivienda- se sitúa en el 38,6%, "aún por encima de los niveles razonables de equilibrio", lo que explica que el stock de viviendas "no se está absorbiendo aún de forma generalizada".
La conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, por su parte, informó ayer que la compra de viviendas en Galicia por parte de menores de 36 años y de familias numerosas aumentó "casi un 40% después de la rebaja fiscal impulsada por la Xunta", a partir del día 1 de julio de 2009 para reactivar el sector y facilitar el acceso de estos colectivos. Currás destacó que la rebaja fiscal "tuvo buen efecto" para las arcas autonómicas ya que la recaudación por los impuestos sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados subió un 19% en el total de compra de pisos y un 24% en los inmuebles usados.
Fuente: http://www.laopinioncoruna.es/