A pesar de los indicios de que la caída de los precios de la vivienda en España se está ralentizando, la mayoría de expertos aseguran que todavía hay margen para nuevas caídas.Con una estimación de un millón de viviendas sin vender o sin terminar cuando la burbuja inmobiliaria estalló en 2007, muchos dijeron que el ajuste de precios podría tardar dos o tres años en producirse. [Consulte la noticia: "Si los promotores quieren sanear su stock deben seguir aplicando descuentos", según Fernando Encinar, de Idealista.com]
Los bancos, que han adquirido miles de millones de euros en propiedades inmobiliarias debido a los embargos o los canjes de deuda por activos con los promotores, están cumpliendo con su parte. Entidades como Santander y Banesto se han deshecho de stock de vivienda ofreciendo descuentos de hasta el 40%. Y en la sobreconstruida costa mediterránea, las grandes reducciones de precio han vuelto a resucitar el interés de británicos y otros nordeuropeos en busca de casas de vacaciones o segundas residencias.
Stephen Newman, presidente del grupo de servicios inmobiliarios Aguirre Newman en Madrid, divide la sobreoferta de viviendas en tres categorías. "Primero, tienes las unidades residenciales que se han terminado y están vacías pero cercanas a las grandes ciudades", afirma.
"Con esas, es simplemente una cuestión de paciencia y de ajuste de precios y en los próximos 18-36 meses la mayoría del stock será absorbido. Luego tienes una segunda categoría, que también se ha terminado, pero que se encuentran probablemente en lugares absurdos -esas propiedades son el mayor dolor de cabeza para los bancos que se ven obligados a asumirlas". La tercera categoría, el suelo, es otro activo cuyo valor difiere enormemente en función de dónde se encuentre, del tipo de suelo que sea y la rapidez con la que pueda desarrollarse la obra, según Newman.
Frédéric Mangeant, responsable de Knight Frank en Madrid, afirma que los promotores han empezado a desempolvar planes para construir viviendas en la periferia de la capital de España. "Hay una tendencia a pensar que hay un gran problema de sobreoferta", afirma. "Y es cierto, pero no en todas las zonas ni en todas las categorías". Las viviendas de segunda mano en lugares más deseados del país han resistido las bruscas correcciones de precios.
Fuente: http://www.expansion.com/
Los bancos, que han adquirido miles de millones de euros en propiedades inmobiliarias debido a los embargos o los canjes de deuda por activos con los promotores, están cumpliendo con su parte. Entidades como Santander y Banesto se han deshecho de stock de vivienda ofreciendo descuentos de hasta el 40%. Y en la sobreconstruida costa mediterránea, las grandes reducciones de precio han vuelto a resucitar el interés de británicos y otros nordeuropeos en busca de casas de vacaciones o segundas residencias.
Stephen Newman, presidente del grupo de servicios inmobiliarios Aguirre Newman en Madrid, divide la sobreoferta de viviendas en tres categorías. "Primero, tienes las unidades residenciales que se han terminado y están vacías pero cercanas a las grandes ciudades", afirma.
"Con esas, es simplemente una cuestión de paciencia y de ajuste de precios y en los próximos 18-36 meses la mayoría del stock será absorbido. Luego tienes una segunda categoría, que también se ha terminado, pero que se encuentran probablemente en lugares absurdos -esas propiedades son el mayor dolor de cabeza para los bancos que se ven obligados a asumirlas". La tercera categoría, el suelo, es otro activo cuyo valor difiere enormemente en función de dónde se encuentre, del tipo de suelo que sea y la rapidez con la que pueda desarrollarse la obra, según Newman.
Frédéric Mangeant, responsable de Knight Frank en Madrid, afirma que los promotores han empezado a desempolvar planes para construir viviendas en la periferia de la capital de España. "Hay una tendencia a pensar que hay un gran problema de sobreoferta", afirma. "Y es cierto, pero no en todas las zonas ni en todas las categorías". Las viviendas de segunda mano en lugares más deseados del país han resistido las bruscas correcciones de precios.
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