Pese al parón que ha sufrido la construcción como consecuencia de la desaceleración del negocio inmobiliario iniciada en el 2007, el mercado gallego sigue acumulando más viviendas de las que encuentran comprador.Aunque el pasado ejercicio cerró con una caída de la actividad comercial de un 12,9%, al venderse 13.921 pisos a estrenar, los colegios de arquitectos concedieron 25.865 certificaciones de fin de obra, lo que derivó en un stock de 11.944 viviendas.
Según los datos del Ministerio de Fomento, en los últimos tres años 89.065 viviendas nuevas fueron certificadas al rematar las obras, el doble de los 42.954 pisos que fueron transaccionados en ese periodo, en base a la información que facilita el Instituto Nacional de Estadística (Ine). El desajuste en el conjunto del Estado es más acusado que en Galicia, en buena parte debido a que se vende un mayor volumen de inmuebles de segunda mano que en la comunidad. Desde 2007, 1,64 millones de viviendas nuevas aterrizaron en el mercado español, mientras que 825.049 pisos sin estrenar encontraron comprador. Sólo en el año pasado, se generó un excedentes de más de 166.000 inmuebles.
La Federación de Promotores Inmobiliarios de Galicia (Feproga) cifra el stock de vivienda vacía acumulado en los últimos tres años en unos 20.000 inmuebles. "El minifundismo empresarial y territorial gallego no ha favorecido grandes adquisiciones de bolsas de suelo, por lo que porcentualmente el problema del excedente es más limitado que en el conjunto del país, constata la patronal.
Ante este sobredimensionamiento de la oferta, el número de licencias para construir obra nueva se reduce, con el fin de evitar los excesos que arrastraron hasta esta situación. Los datos de Fomento revelan una caída de un 85% de los visados concedidos por los colegios de arquitectos entre 2007 y 2009, cuando se aprobaron 6.268 permisos. A nivel estatal, la retracción de la demanda y las dificultades de los promotores para acceder a la financiación también han provocado un retroceso de los visados desde los 651.427 concedidos hace tres años a los 110.849 del año pasado.
Soluciones
En esta tesitura, los promotores gallegos reclaman la implicación del Ejecutivo autonómico con el fin de poner en marcha un plan para reactivar la actividad inmobiliaria. Entre las medidas coyunturales a las que apunta el sector figuran potenciar la rehabilitación de edificios, agilizar los trámites urbanísticos e instar a cajas de ahorro y bancos a que faciliten la concesión de crédito. Otros paliativos que los promotores ven con buenos ojos son los incentivos fiscales para facilitar la "vuelta a la normalidad".
En este sentido, la Xunta se propone aprobar en abril un paquete de cuatro rebajas tributarias, con las que calcula que unas 30.000 familias se verán beneficiadas hasta 2011. Además de que la tasa de transmisiones patrimoniales se mantendrá al margen de la subida del Iva en julio, el impuesto de actos jurídicos documentados se verá reducido para fomentar la compra, la rehabilitación y la contratación de hipotecas.
Fuente: http://elprogreso.galiciae.com/
Según los datos del Ministerio de Fomento, en los últimos tres años 89.065 viviendas nuevas fueron certificadas al rematar las obras, el doble de los 42.954 pisos que fueron transaccionados en ese periodo, en base a la información que facilita el Instituto Nacional de Estadística (Ine). El desajuste en el conjunto del Estado es más acusado que en Galicia, en buena parte debido a que se vende un mayor volumen de inmuebles de segunda mano que en la comunidad. Desde 2007, 1,64 millones de viviendas nuevas aterrizaron en el mercado español, mientras que 825.049 pisos sin estrenar encontraron comprador. Sólo en el año pasado, se generó un excedentes de más de 166.000 inmuebles.
La Federación de Promotores Inmobiliarios de Galicia (Feproga) cifra el stock de vivienda vacía acumulado en los últimos tres años en unos 20.000 inmuebles. "El minifundismo empresarial y territorial gallego no ha favorecido grandes adquisiciones de bolsas de suelo, por lo que porcentualmente el problema del excedente es más limitado que en el conjunto del país, constata la patronal.
Ante este sobredimensionamiento de la oferta, el número de licencias para construir obra nueva se reduce, con el fin de evitar los excesos que arrastraron hasta esta situación. Los datos de Fomento revelan una caída de un 85% de los visados concedidos por los colegios de arquitectos entre 2007 y 2009, cuando se aprobaron 6.268 permisos. A nivel estatal, la retracción de la demanda y las dificultades de los promotores para acceder a la financiación también han provocado un retroceso de los visados desde los 651.427 concedidos hace tres años a los 110.849 del año pasado.
Soluciones
En esta tesitura, los promotores gallegos reclaman la implicación del Ejecutivo autonómico con el fin de poner en marcha un plan para reactivar la actividad inmobiliaria. Entre las medidas coyunturales a las que apunta el sector figuran potenciar la rehabilitación de edificios, agilizar los trámites urbanísticos e instar a cajas de ahorro y bancos a que faciliten la concesión de crédito. Otros paliativos que los promotores ven con buenos ojos son los incentivos fiscales para facilitar la "vuelta a la normalidad".
En este sentido, la Xunta se propone aprobar en abril un paquete de cuatro rebajas tributarias, con las que calcula que unas 30.000 familias se verán beneficiadas hasta 2011. Además de que la tasa de transmisiones patrimoniales se mantendrá al margen de la subida del Iva en julio, el impuesto de actos jurídicos documentados se verá reducido para fomentar la compra, la rehabilitación y la contratación de hipotecas.
Fuente: http://elprogreso.galiciae.com/