En su país de nacimiento, no pueden pasear por la calle tranquilamente sin protección adecuada. En Madrid, sí. Allí, no tienen cerca museos ni restaurantes de último diseño. Aquí, los encuentran a tiro de piedra.
Son venezolanos con alto poder adquisitivo que llegan a España en busca de unlugar tranquilo y seguro para vivir. La crítica situación política en Venezuela ha hecho que, en el último año, se haya disparado el flujo de población venezolana hacia nuestro país.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a 2017, estos residentes ascienden ya a 95.474, 26.608 más que en 2016. En los seis primeros meses del pasado año fueron los extranjeros que más crecieron en España, un 16%. Ya suponen la decimotercera nacionalidad foránea más extendida, mientras que hace un año representaban la decimonovena.
Un tercio de esos venezolanos reside en Madrid, siendo Cataluña y Canarias las otras regiones donde tienen más presencia. De los residentes en la capital madrileña una parte de ellos son personas acaudaladas, empresarios de distintos sectores como la construcción, muchos de ellos, que vienen buscando el hogar deseado en el centro de la ciudad. O bien son familias de alto abolengo de su país. Suelen tener varias mansiones, muchos en Miami (Estados Unidos), además de Nueva York, Londres y París.
A ellos se suman colombianos, mexicanos, argentinos y chilenos que igualmente han encontrado en la capital el hábitat idóneo para residir. "Se ven cada vez más ciudadanos argentinos", subraya Samuel Población, director del área residencial de la consultora inmobiliaria CBRE.
Los latinoamericanos se han convertido en un atractivo filón para el mercado de la vivienda de lujo rehabilitada de la capital, de estilo señorial, por ser éste el tipo de edificación preferida por estos clientes. Normalmente, desembolsan entre 1 y 2,5 millones de euros por inmuebles en edificios de estilo clásico de inicios del siglo XX, en barrios céntricos como Salamanca, Retiro y Chamberí. Las fachadas y ciertos elementos como la entrada y la escalera del portal se rehabilitan y conservan, manteniendo su estética original.
Los precios del metro cuadrado en estas zonas se encuentran entre los más altos de la ciudad, con Salamanca a la cabeza (4.734 euros ), seguido de Chamberí (4.367), Centro (4.210) y Retiro (3.825), según la firma de tasación Tinsa.
Al detalle
El interior de estos residenciales se levanta de nuevo y se le dota con servicios como jacuzzi, sauna, gimnasio e, incluso, jardines diseñados por expertos paisajistas. En cuanto, a las viviendas incorporan materiales de primeras calidades, un diseño exquisito y última tecnología. Son las exigencias de un cliente que aspira a vivir bien, gracias a la fortuna que ha amasado en su país durante años.
"Estos compradores no quieren otras zonas lujosas como La Moraleja, Puerta de Hierro o la urbanización de La Finca, en Pozuelo. Prefieren barrios como Chamberí, Salamanca y Retiro, porque priman el poder pasear tranquilamente por la calle, tener cerca museos, teatros, boutiques y restaurantes, o poder disfrutar del Parque del Retiro", explica Paloma Pérez, directora de la inmobiliaria Engel & Völkers.
"Contar con una propiedad en estos barrios supone un símbolo de estatus social para ellos", remarca Rod Jamieson, director de Lucas Fox y añade que "valoran especialmente el sabor histórico, cultural y artístico que les aporta la ciudad de Madrid". El 28% de las transacciones que formalizó la compañía en 2017 procedió de latinoamericanos.
A estos valores, José Gregorio Faría, director de Residencial Prime de la firma consultora Knight Frank, suma varios más: "En España cuentan con buenos hospitales y colegios internacionales para sus hijos. A ello, hay que añadir el idioma castellano, que entienden, y la buena climatología". En resumen, en España viven muy bien.
La calle Serrano de Madrid es uno de los puntos preferidos para el comprador venezolano. EL MUNDO
Gastos menores
Faría apunta otro factor que favorece, sin duda, la compra de una vivienda en Madrid. "Los gastos que tienen que asumir son, aproximadamente, un 30% más bajos que los asociados a las propiedades de Estados Unidos. Por ejemplo, el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) de una vivienda valorada en un millón de dólares asciende a unos 20.000 dólares anuales. En España, es de 1.500 euros para un inmueble de igual valor", explica.
Lucas Fox, Engel & Völkers y Knight Frank, entre otras, son las firmas encargadas de satisfacer las necesidades de estos compradores latinoamericanos y de proporcionarles esas joyas inmobiliarias.
Samuel Población calcula que, en los últimos dos años, se han rehabilitado entre 15 y 20 edificios clásicos en estos barrios, manteniendo la fachada original. "Ésta suele estar protegida, conforme al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del Ayuntamiento de Madrid", explica.
¿En qué enclaves concretos se ubican estos inmuebles? La calle General Oráa, en pleno barrio de Salamanca, y la de Zorrilla, próxima al Congreso de los Diputados y al museo Thyssen-Bornemisza, son las ubicaciones seleccionadas por Engel & Völkers para comercializar dos de sus promociones actuales.
En la primera, quien disponga de un presupuesto de algo más de 11 millones de euros puede adquirir el ático triplex, "único en Madrid", aseguran desde esta firma comercializadora de viviendas de lujo. Cuenta con una superficie habitable de 321 metros cuadrados, salón-comedor, cocina, tres dormitorios y cuatro baños. Uno de sus atractivos es la terraza que se distribuye en dos de sus plantas, dotando al interior de una fuerte luminosidad. Entre otros servicios, el residencial cuenta con un párking robotizado con capacidad para 39 coches.
El edificio de la calle Zorrilla consta de 11 viviendas, con unos costes de entre 2,8 y cinco millones de euros, con una media de 450 metros cuadrados por casa. Paloma Pérez explica que "una rehabilitación de un edificio de estas características suele suponer una inversión de alrededor de cinco millones de euros". En el número 85 de la calle Serrano dispone de otra de sus promociones, con precios a partir de los 2,4 millones de euros.
Chamberí
En el entorno de la calle José Abascal, entre Santa Engracia y el Paseo de la Castellana, se asientan otras promociones de esta particular milla de oro inmobiliaria.
En el número 48 de esta vía se ubica uno de los lujosos edificios que comercializa Knight Frank, tras una rehabilitación que ha durado dos años, y corrió a cargo del estudio Touza Arquitectos. Abarca 14 viviendas, más tres áticos con terrazas privadas. La última propiedad fue vendida a un español hace unos días por dos millones de euros, señala José Gregorio Faría. "Quedan seis por vender. El resto se las han quedado tanto clientes nacionales, como latinoamericanos", explica.
"Se ha respetado la fachada clásica, así como su escalera central, donde las antiguas vidrieras que iluminaban este tramo se han reproducido a imagen y semejanza para conservar el estilo y la esencia iniciales", detalla el directivo.
En la esquina de esta calle con Modesto Lafuente, la compañía inglesa Grosvenor iniciará las obras de otra promoción dirigida a estos compradores prime antes de final de año.
Esta empresa se encarga de todo el proceso, desde la compra del suelo hasta la entrega de la vivienda, pasando por la construcción del inmueble. Desde Grosvenor, subrayan que "con el fin de cuidar el diseño y la calidad de las obras, se trabaja con estudios de arquitectura de primer nivel, como Lamela, Cano y Escario, y Ortiz León, entre otros".
"Nuestros clientes buscan una vivienda singular en el corazón de la ciudad", señalan desde la compañía. Una particularidad que se puede encontrar, en algunos casos, en la fachada. En ciertos proyectos de rehabilitación de estas características, la protección de la fachada afecta sólo a las tres primeras plantas, "lo que da pie a que, el resto, se construya con cánones modernos", explican. De esta manera, el contraste entre clásico y nuevo puede ser otro gancho atractivo para estos exigentes compradores.
Con fondos propios
El entorno de la calle de Almagro, en las cercanías de las plazas de Chamberí y la de Alonso Martínez, representa otro foco de interés para el segmento de alto standing. Grosvenor, Lucas Fox y Engel & Völkers disponen de edificios en venta en esta zona. El barrio de Justicia (próximo al Paseo de Recoletos y la plaza de Colón) y el de Retiro, con el parque como centro neurálgico, ilustran otras áreas con edificaciones clásicas a la altura de los bolsillos más acaudalados.
Un atractivo mercado, sin duda, para estas firmas, ya que "los latinoamericanos pagan al contado, con fondos propios que suelen tener en bancos de Miami. En algunos casos, ya tienen el dinero en entidades de España", explica Rod Jamieson.
"Los venezolanos, en ocasiones, se encuentran con el impedimento de que el control de blanqueo de capitales frena que puedan mover esas sumas de dinero fuera de Estados Unidos. Entonces, optan por solicitar un crédito hipotecario al banco, que van pagando poco a poco", explica la directiva de Engel & Völkers.
Con dinero, ninguna barrera obstaculiza las ansias de los latinoamericanos de residir en un país tan alejado del suyo, física y conceptualmente.
Fuente: http://www.elmundo.es/