El despertar de la compraventa de viviendas en España va por barrios. El 52,4% de las transacciones del primer trimestre del año se concentraron en la costa mediterránea y las islas. En términos relativos a su población, la Comunidad Valenciana (504 compraventas por cada 100.000 habitantes) y Baleares (con cerca de 450 viviendas por 100.000 habitantes) registran los mayores niveles de actividad, frente a Galicia (179 compraventas por cada 100.000 habitantes) o Extremadura, comunidades en las que la actividad es casi la mitad de la registrada por la media nacional (350 compraventas por cada 100.000 habitantes).
Si sumamos Madrid a la ecuación, suma casi 7 de cada diez operaciones de compraventas realizadas entre enero y marzo. Andalucía, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid dominan el mercado pero su evolución es dispar, siendo las dos primeras las que muestran crecimientos más intensos. El dinamismo de las compras prosigue animado por la recuperación del empleo y del crédito, pero sobre todo motivado especialmente por la inversión para el alquiler.
Sin embargo, las noticias acerca del endurecimiento de las políticas municipales en algunas ciudades, como Palma de Mallorca, Valencia y Madrid podrían contribuir a enfriar el mercado si se aplican restricciones al alquiler de pisos turísticos.
Cabe recordar que el Arco Mediterránero fue uno de los epicentros del terremoto de la burbuja inmobiliaria que arrastró consigo al resto de la economía del país. Fue en estas zonas donde se acumuló más stock de viviendas sin vender, urbanizaciones fantasma y esqueletos urbanísticos que han tardado una década en salir al mercado o han caído en el saco de lo que se considera vivienda invendible.
Tirón en el litoral
Uno de esos puntos negros de la absorción de stock es Castellón. Sin embargo, parece que las grúas paradas son agua pasada. En 2017 se vendieron en esa provincia un total de 8.199 viviendas. Es un 20% más que el año anterior y el mayor número de ventas desde el 2009.
El acelerón es extensible al resto de la Comunitad Valenciana y a los tres primeros meses del año, cuando la región registró un total de 19.738 compraventas de viviendas, una cifra que supone un incremento del 19,7% respecto al trimestre anterior y que sitúa a la región como la tercera de España con más operaciones de este tipo, por detrás de Andalucía (24.481) y Cataluña (20.677).
Según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad, en este mismo periodo Alicante fue la tercera provincia española en número de operaciones registradas, con 10.121, sólo por detrás de Madrid (18.425) y Barcelona (14.245) mientras que el cuarto y quinto lugar también fue para localidades bañadas por el Mediterráneo: Málaga sumó 8.116 operaciones y Valencia ocupó el quinto lugar con 7.489.
En términos generales, la compraventa de viviendas creció un 11,6% en el primer trimestre de 2018, hasta las 128.348 unidades, el ritmo menos intenso en tres trimestres, debido en buena madida a un descenso relacionado con el efecto Semana Santa (que en 2017 se celebró en abril), según el INE. En marzo se efectuaron 39.579 compraventas de vivienda, un 3,1% menos que en el mismo mes de 2017, en el que es su primer descenso en once meses. Por segmentos, y en lo que va de año, se observa un comportamiento similar entre la vivienda usada y la vivienda nueva.
En los últimos 12 meses se han registrado 478.243 transacciones (un 13,7% más en tasas interanual). De ellas, 85.461 han sido viviendas nuevas; esta operativa anual se sitúa un 63% por encima del mínimo de 2014 y un 38% por debajo del máximo de 2007.
Fuente: http://www.eleconomista.es/