El Euríbor, el índice de referencia al que se prestan los bancos continúa en niveles de mínimos históricos. El euríbor cerró abril repitiendo igual tasa que en marzo: -0,191%. "Los agentes del mercado están empezando a pensar que probablemente el Euribor no tiene mucho más recorrido a la baja. Pruebe de ello son los niveles mínimos en los que el Euribor se está estabilizando", señala Joaquín Robles, analista de XTB.
Durante la reunión del pasado jueves, Draghi reconoció que los tipos de interés seguirán siendo bajos por un periodo de tiempo prolongado. De momento, no parece que comiencen a subir hasta mediados de 2019, por lo que el euríbor seguirá en mínimos históricos. Aunque los expertos reconocen que esta normalización monetaria que se producirá más pronto que tarde (este año acabará el QE) anclará al euríbor a estos niveles, por lo que no habrá muchos más cambios.
"La gran duda que tiene todo el mercado es si el contundente mensaje del BCE, en el que señala las pocas probabilidades de una subida de tipos. Este mensaje, que hace pocos años se habría interpretado como una prolongación casi indefinida de la política monetaria, llega al mercado en un momento en el que los gobiernos están empezando a cumplir sus requisitos de déficit, el paro continúa a la baja y, sobre todo, el crecimiento económico es positivo en los países que experimentaron las mayores dudas en el periodo 2009-2013. Por tanto, parece inevitable que la zona euro abrace la normalización monetaria y, con ello, que se frene la caída tremenda del Euribor", señala Robles.
Los hipotecados verán como las rebajas que tienen en sus hipotecas será mínimas. Los consumidores no van a experimentar grandes cambios con un Euribor tan bajo. Las hipotecas nuevas siguen en niveles muy bajos, y para aquellos que ya las tenían y entran en periodo de revisión, tampoco van a ver una mejora significativa, puesto que hace justo dos años (último periodo de revisión) el Euribor estaba a -0.012. Por lo demás, todo sigue por la misma senda. Debemos tener claro que el Euribor es una consecuencia de los tipos de interés bajos, y no viceversa, señala Robles.