El Gobierno portugués, liderado por el socialista António Costa, aprobó hoy un paquete legislativo que pretende mitigar la precariedad de los inquilinos ante la escalada de precios de alquiler y que protege especialmente a la tercera edad.
Las medida han recibido luz verde en Consejo de Ministros y pretenden "garantizar el acceso de todos a una vivienda adecuada" y fomentar la rehabilitación de los edificios, según el Ejecutivo.
Estas iniciativas apoyarán a los más de medio millón de inquilinos que se calcula viven en situación de precariedad en Portugal, donde más de la mitad de los contratos son de solo un año.
Son estimaciones del portal luso especializado Confidencial Imobiliário, que este lunes afirmó además que desde 2011 los precios de alquiler se han disparado un 36 % en Lisboa, sobre todo desde el segundo trimestre de 2016 por la expansión del turismo y el uso de apartamentos como alojamiento para extranjeros.
Ante esta situación, insostenible para muchos portugueses, el Ejecutivo plantea una batería de medidas que protege especialmente a los inquilinos de la tercera edad, que podrán tener, según la nueva ley, "alquileres vitalicios", medidas que también se aplican a quienes presenten un grado de incapacidad superior al 60 %.
También se otorgarán beneficios fiscales a los contratos de alquiler de larga duración, de 10 años o más, para garantizar la estabilidad de una familia en una vivienda y ofrecer "una verdadera alternativa a la adquisición de casa propia".
El Ejecutivo aprobó además otras iniciativas para ayudar a las familias con escasos recursos a conseguir una vivienda, así como un programa que permite alquilar a precios reducidos a personas con ingresos medios que tienen problemas para encontrar una casa.