Durante 2017, se produjeron en España casi 100 desahucios al día por no pagar el alquiler, cuatro cada hora. En total, el año pasado 35.666 familias y particulares fueron desahuciados por este motivo, frente a las 22.330 familias que perdieron su casa por no pagar la hipoteca. El 60% del total.
La cifra, que acaba de dar a conocer el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), resulta a simple vista muy llamativa, y con el 'boom' del alquiler que está viviendo el país —especialmente Madrid y Barcelona— podría invitar a pensar en cómo la fuerte subida de los alquileres podría haber acelerado los impagos y, por tanto, los desahucios.
Sin embargo, aunque los datos muestran un aumento de este tipo de lanzamientos, lo cierto es que desde hace cinco años la cifra se ha mantenido relativamente estable en el tiempo frente a la caída, por ejemplo, que sí que se ha producido, de los desahucios derivados del impago de la hipoteca, especialmente a partir de 2015.
Los datos del CGPJ revelan cómo los lanzamientos por impago del alquilerexperimentaron un aumento del 4,3% en 2017, rompiendo tres años consecutivos a la baja —los de 2013 son los primeros datos disponibles de la serie estadística—, mientras que los derivados de ejecuciones hipotecarias, que inundaron los juzgados de toda España tras el estallido de la crisis, bajaron un 15,4%, hasta 22.330.
En total, el número de lanzamientos practicados el año pasado fue de 60.754, lo que supone un descenso del 3,6% respecto a los 63.037 de 2016. Los lanzamientos afectan a distintos tipos de inmuebles, no solo viviendas y, en el caso de estas, no solo a vivienda habitual. Hay 2.758 lanzamientos que obedecieron a otras causas.
Precisamente el significativo descenso de los lanzamientos derivados del impago de la hipoteca ha provocado que los desahucios debidos al impago de los alquileres, tal y como sucedía en 2013 —primer año del que ofrece datos el CGPJ—, vuelvan a representar casi el 60% sobre el total, tal y como muestra el gráfico.
La aprobación del real decreto que establecía medidas para paliar el problema de los desahucios para las personas en riesgo de exclusión social, la mejora económica y un euríbor —indicador al que está referenciada la mayoría de las hipotecas— en mínimos históricos han permitido que las familias hayan tenido menos problemas para afrontar el pago de la hipoteca o, al menos, no sufrir un lanzamiento.
No ha sucedido así con los desahucios por impago de alquiler que, en el último año y coincidiendo con el 'boom' que están experimentado los precios de los arrendamientos en las principales ciudades, han sufrido su primer incremento desde 2013.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, una de las zonas donde los precios de los alquileres se han disparado, también han aumentado los desahucios en el último año. En concreto, un 5% más —241 procedimientos más que en 2016—. No sucede así en Cataluña, por ejemplo, donde los precios de los alquileres en la ciudad de Barcelona también han registrado fuertes incrementos.
De hecho, en la comunidad catalana, los desahucios de inquilinos que no pagan sus rentas se han reducido casi un 4%. No obstante, conviene tener en cuenta que los procedimientos de desahucio en España suelen durar unos ocho meses. Es decir, el impacto de la fuerte y reciente subida de los alquileres y los posibles impagos podría no verse hasta pasados unos meses.
Cataluña —con 13.308, el 21,9% del total nacional— fue la comunidad autónoma en donde el año pasado se practicaron más lanzamientos, seguida por Andalucía —con 10.437— y la Comunidad Valenciana, con 8.207.
Atendiendo solo a los lanzamientos consecuencia de procedimientos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la clasificación la encabeza también Cataluña, con 8.624; seguida en esta ocasión por la Comunidad de Madrid, con 5.001, y por Andalucía, con 4.713. En cuanto a los lanzamientos consecuencia de ejecuciones hipotecarias, los tres primeros lugares los ocupan Andalucía (5.150), la Comunidad Valenciana (3.885) y Cataluña (3.832).
Conviene recordar también, según datos de Alquiler Seguro, que el grueso del alquiler en España se concentra en Madrid y Barcelona, con casi un millón de viviendas arrendadas, con lo que la probabilidad de que allí se produzca un desahucio es mayor.
