El euríbor va camino de marca un nuevo mínimo en febrero. El euríbor al que se referencian la mayoría de las hipotecas cerrará el segundo mes del año en el -0,0191%, frente al -0,189% de enero.
Por otro lado, el ahorro de las familias se ha situado en el 6,1%, aumentando el gasto por mejores perspectivas de futuro. Pero también es cierto que las familias se enfrentan a un problema: a qué destinar ese ahorro para que sea una operación financieramente satisfactoria.
Existen tradicionalmente dos posibilidades: por un lado invertir en productos de ahorro como cuentas y depósitos o bien, otra opción, es amortizar hipoteca.
La mejor opción...
Ahora mismo invertir en un depósito es mucho menos rentable, puesto que los intereses están en mínimos históricos y es muy difícil encontrar un producto con rentabilidades atractivas. A esto habría que sumar la inflación, que acabó 2017 en positivo, lo que resta rentabilidad real al producto. Además, la tasa media de ahorro de los depósitos se situó en el 0,08%, según datos del Banco de España.
De esta manera amortizar hipoteca se convierte en la mejor opción para las familias españolas, que aprovecharían el euríbor en negativo para reducir su deuda y afrontar en una mejor situación la posible normalización del dinero en un futuro próximo, con el consiguiente repunte del indicador. (No hay que olvidar que en 2008 alcanzó la cuota histórica del 5%).
Así, el hipotecado que quiera reducir capital debe saber que el sistema que rige las hipotecas es el francés: es decir, se pagan más intereses al principio que al final y cuánto más joven es la hipoteca. Por otro lado, las bajadas del euríbor se notan más al principio de la hipoteca que al final por ese mismo motivo.
A la hora de amortizar hay que tener cuatro aspectos básicos
Cuota inferior a 750 euros y fiscalidad:
Solo las hipotecas firmadas con anterioridad al 1 de enero de 2013 tienen derecho a deducirse un 15% en la Declaración de la Renta sobre un máximo de 9.040 euros. Cifra que se eleva hasta 18.080 euros en caso de dos titulares que hagan declaración individual.
Este máximo supone una cuota mensual de 750 euros, por lo que si es inferior, y se tiene ahorros de sobra, conviene completar el resto para acceder a los 1.356 euros de deducción.
¿Principio o al final de la hipoteca?
Amortizar anticipadamente durante los primeros años de hipoteca consigue reducir mucho los intereses a pagar durante el resto de la vida de la hipoteca. Especialmente en el momento actual, dentro de un entorno de tipos bajos conviene amortizar hipoteca para evitar que las futuras subidas nos pillen con mucho capital a deber, ya que los intereses se calculan en cada momento sobre la deuda.
Entre cuota o plazo
Cada anualidad es la suma de la cuota de interés y la cuota de amortización correspondiente al año de que se trate. Este sistema se llama también progresivo, porque a medida que transcurre el tiempo las cuotas destinadas a la amortización de capital van siendo mayores, mientras que las cuotas de interés irán disminuyendo porque el capital pendiente por amortizar irá siendo menor.
Así, elegir entre cuota o tiempo dependerá de varios factores. En primer lugar de los ingresos personales del hipotecado y, en segundo lugar, de los tipos de interés vigentes en cada momento.
Así, lo más aconsejable y beneficioso es reducir plazo, ya que así se recortará el pago de intereses. Quienes decidan esta modalidad, seguirán pagando la misma letra hipotecaria que tienen en el momento de hacer la amortización, pero reducirán la duración de su préstamo, con lo que disminuirá de forma notable el pago de intereses. Para hacernos una idea: si ahora pagamos 50 euros en nuestra hipoteca de intereses y reducimos nuestra cuota en tres meses nos estaríamos ahorrando 150 euros de intereses. Cantidad que ningún producto financiero con los tipos actuales te da por el mismo dinero invertirdo.
No obstante, para muchas personas puede resultar más beneficioso reducir letra hipotecaria porque les puede permitir vivir de forma más holgada mes a mes, sobre todo cuando acaban de contratar el préstamo o cuando los tipos de interés están muy altos. Así, si se produjeran una caída en picado del Euríbor, como ha pasado, el dinero que se ahorra de pasar una cuota alta a otra más baja se puede destinar a reducir plazo.
Fuente: http://www.finanzas.com/