Cobre y acero, los materiales de construcción que más se encarecen


Constructores y promotores llevan ya varios meses advirtiendo contra los efectos que puede tener sobre el precio de las futuras viviendas el encarecimiento que están registrando determinados materiales de construcción.

Y es que después de seis años de durísima crisis, la ausencia casi absoluta de obras y el cierre de numerosas fábricas dio paso en 2014 a una suave y progresiva recuperación. Esto es lo que explica que desde entonces algunos de los materiales más empleados en la construcción comiencen a registrar moderadas alzas.

Según las cifras que recaba el Ministerio de Fomento sobre la evolución de los precios de 43 materiales y elementos estructurales de cualquier tipo de obra, los tubos de cobre, el acero, los asfálticos, la fibra de vidrio y los cables eléctricos son los cinco productos que más se han encarecido de enero a noviembre de 2017, comparado con idéntico periodo de 2016. No obstante, protagonizan incrementos bastante dispares unos de otros.

Así, los tubos de cobre se han encarecido en el último año un promedio del 20,59%, mientras el acero lo ha hecho un 19,14%. Según la estadística oficial, serían los dos productos más caros respecto a 2016. En tercer lugar se sitúan los productos asfálticos, que se han revalorizado una media del 4,61%, idéntico porcentaje que el registrado por la fibra de vidrio. Cierra la clasificación de los cinco que más han subido los cables eléctricos, que se apreciaron un 2,55%

La fibra óptica, el vidrio plano y la carpintería mecánica son los otros tres elementos estructurales que están protagonizando las mayores alzas de precios, con tasas anuales superiores al 2%. El resto contabilizan revalorizaciones que oscilan del 1,77% anual de radiadores y calderas al 0,14% de los electrodomésticos no eléctricos.

Otros materiales muy empleados como la madera o las pinturas protagonizan incrementos de precios más suaves, del 0,63% y del 1,29%, respectivamente.

En cambio, de esa lista de 43 productos analizados por el Ministerio de Fomento, un total de 14, casi uno de cada tres, se encuentra todavía en tasas negativas. Los explosivos, los electrodomésticos eléctricos y los detectores de alarma son los que más se abarataron en el último ejercicio, con caídas del 4,8%, 3,16% y 2,11%, respectivamente.

Pero también continúa contabilizando precios a la baja uno de los materiales por excelencia de la construcción, como es el cemento, cuyo consumo sigue estando muy penalizado por el letargo en el que sigue sumida la obra civil. De enero a noviembre de 2017 se depreció un 1,76% respecto al mismo periodo de 2016 y se trata de la cuarta caída más abultada (ver gráfico). El hormigón, por su parte, se abarató el último ejercicio un 0,26%, mientras la cal y el yeso lo hicieron un 0,73%.

Desde el sector de los fabricantes de materiales de construcción no consideran que se esté produciendo ninguna escalada de precios que no esté justificada por el aumento del consumo. La mejora del sector de la edificación, debido a la promoción de más viviendas, explica el repunte experimentado por algunos materiales y suministros, si bien esta industria todavía se encuentra lejos de los parámetros de actividad que llegó a alcanzar en el pasado boom.

Las empresas que lograron sobrevivir a la crisis optaron mayoritariamente por salir al exterior y gracias a ello muchas consiguieron mantener unos mínimos niveles de producción que evitaron el cierre. El último informe elaborado por la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (Cepco) destaca cómo sus asociados exportaron de enero a noviembre pasados materiales por valor de 22.000 millones de euros, un 8,3% más que en 2016 y un 11,4% más que en 2015, con un saldo comercial de 5.983 millones. Estas cifras representan el 8,62% de la exportación total de la economía española y, a falta del cierre definitivo del año, récord de la serie histórica.

Los promotores, por su parte, llevan semanas advirtiendo que este encarecimiento de los materiales, unido a la revalorización del suelo y la falta de mano de obra cualificada, de enquistarse, podrían provocar encarecimientos futuros de las viviendas que se construyan a corto y medio plazo.

OTRAS CLAVES DEL MERCADO

La tasadora Tinsa presentó ayer su informe sobre el mercado en enero.

Viviendas terminadas. El precio de la vivienda terminada (nueva y usada) se incrementó un 3,6% en enero respecto al mismo mes de 2017. Los mayores repuntes se registraron en las grandes capitales y en los dos archipiélagos.

Valor recuperado. “El mercado residencial mantiene de este modo el crecimiento moderado de precios, con mayor intensidad en las islas y grandes ciudades. Pese a que el precio medio en España ha recuperado un 7,6% de su valor desde el mínimo que tocó en la crisis, todavía está un 38,3% por debajo de los máximos alcanzados en 2007”, destacó el director del Servicio de Estudios de Tinsa, Jorge Ripoll.

Territorios. Por zonas, el estudio destacó cómo en las capitales y grandes ciudades la revalorización de las viviendas en enero fue del 5,1%; en Baleares y Canarias, del 4,1% y en las grandes áreas metropolitanas, del 3,2 %. En la costa mediterránea los inmuebles se revalorizaron un promedio del 3%, mientras en el resto de municipios, donde se engloban las localidades menos pobladas y con menor actividad económica, lo hicieron un 0,9% de media.

 
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