El mercado actual del alquiler en España poco o casi nada tiene que ver con el que existía en los felices años 2000, cuando ser inquilino poco menos que era equivalente a ser de segunda categoría, tal y como recuerda Gustavo Rossi, presidente de Alquiler Seguro. Un estudio elaborado por Idealista sostiene que mientras que en 2000 las viviendas que se ofertaban en alquiler apenas representaban el 9% del mercado, a finales de 2017 Madrid era la tercera ciudad europea con más casas en régimen de arrendamiento y Barcelona, la sexta.
Este aumento de la oferta ha estado motivado por un crecimiento exponencial de la demanda de casas para arrendar y por el auge de los alquileres turísticos. Durante los primeros años de la crisis la demanda mutó hacia el alquiler sobre todo por necesidad. Ante la imposibilidad de comprar una vivienda por su elevado precio o bien por el cerrojazo que decretó la banca al crédito, o incluso por ambos factores, las familias acudieron al arrendamiento como plan B.
Sin embargo, y conforme se ha ido consolidando la recuperación económica y del empleo, aunque la mayoría de quienes son inquilinos sigue aspirando a convertirse en propietarios, lo cierto es que cada vez son más los hogares que optan por el arrendamiento con independencia de su capacidad económica o nivel de solvencia. Son los nuevos arrendatarios por convicción. “Es destacable el impacto que está teniendo en el mercado la generación no credit, aquellos que no están dispuestos a endeudarse y prefieren pagar por usar la vivienda”, explica Rossi.
Entre unos y otros han logrado que el porcentaje de hogares que reside de alquiler haya pasado de apenas un 11% en 2001 a casi el doble, más del 20% en 2017, según las cifras del sector. Esta progresión es aún más espectacular en las grandes urbes, ya que se calcula que en Madrid y Barcelona más de un 30% de las familias reside en régimen de arrendamiento, lo que acerca a España a los parámetros europeos, donde el promedio de alquilados supera ese 30%.
A diferencia de los precios de compraventa, donde además de estadísticas privadas existen dos estudios públicos de contrastada credibilidad –como son los que elaboran el Ministerio de Fomento y el INE–, en materia de alquiler la información la suministran en exclusiva los portales de internet y los grandes intermediarios que operan en el mercado. Idealista sostiene que a la espera de cerrar definitivamente los datos relativos a 2017, el pasado ejercicio se habrá saldado con repuntes de las rentas de hasta el 24%, aunque con una tendencia clara hacia la estabilización porque la oferta no deja de crecer.
“Tras años de intensas subidas parece que los propietarios empiezan a encontrar techo a sus expectativas, si bien los precios evolucionan de manera muy distinta según la zona”, advierte Fernando Encinar, jefe de Estudios de Idealista. Desde Fotocasa se muestran convencidos de que este año se volverá a hablar mucho del alquiler. “Las altas rentabilidades que buscan los inversores, el boom de los pisos turísticos y el cambio de mentalidad seguirán presionando al alza las rentas, sobre todo en las urbes”, afirma su directora de Estudios, Beatriz Toribio. En este sentido, el cuadro comparativo que publica el Banco de España sobre las rentabilidades de la vivienda, comparadas con las de la Bolsa (Ibex 35) y la renta fija no deja lugar a muchas dudas.
Los últimos datos otorgaban un beneficio bruto al alquiler del 4,2% anual, que se dispara al 10,9% si se le añade la plusvalía que puede obtenerse al vender el inmueble. La Bolsa ofrece rentabilidades más jugosas sí, pero también más volatilidad y, por lo tanto, mayor riesgo. Depósitos o renta fija no se despegan de unos escuetos 0,1% y 1,5%, respectivamente. Los expertos lanzan dos recomendaciones. A los inversores les aconsejan que antes de decidir entre alquiler tradicional o turístico analicen todas las variables porque no siempre es más atractivo que el inmueble se arriende por estancias muy cortas (ver gráfico comparativo). Y a las Administraciones les demandan que apuesten más por el alquiler, en forma de ayudas directas y desgravaciones fiscales, para que los propietarios saquen sus viviendas vacías al mercado y éste logre alcanzar la madurez. “El alquiler ha venido para quedarse”, sostiene Eduard Mendiluce, consejero delegado de Anticipa Real Estate.
Fuente: http://www.cincodias.com/