El motor del sector inmobiliario sigue ganando revoluciones, a punto ya de terminar su cuarto ejercicio consecutivo de aceleración. De esta forma, está ya cerca de alcanzar los niveles previos al comienzo de la gran burbuja del 'ladrillo', registrada entre finales de 2006 y los primeros meses de 2007.
Así lo confirma la última aportación estadística a este mercado cambiante, realizada por el Colegio de Registradores y que tiene la particularidad de medir por vez primera su marcha global considerando tanto la marcha del sector (compraventas, hipotecas, etcétera) como de sus empresas (cifras de negocio, concursos de acreedores...). Para ello ha constituido un comité de expertos que incluye varios catedráticos de Economía, Finanzas y Empresa, que han elaborado el Índice Registral de Actividad Inmobiliaria (IRAI).
Sus creadores pretenden conformar un indicador similar en su realización al IPC, aunque centrado en el sector inmobiliario y abarcando más: tanto ventas y créditos, como precios y evolución del tejido societario. Asimismo, crea un IRAI «suavizado» con sus «tendencias subyacentes», pues_depura algunos datos para evitar el peso de la estacionalidad. Recoge cifras interanuales, mientras su 'hermano mayor' contabiliza cambios trimestrales.
Así, el IRAI total alcanzó al cierre de septiembre los 98,26 puntos, mientras que el «suavizado» quedó en los 94,34, tomando en ambos casos como base de partida el año 2003,al que se le otorga una tasa de 100. Conforme a la evolución de ambos indicadores, el peor momento en la historia reciente del negocio del 'ladrillo' se registró en el último trimestre de 2013, con 67,98.
Tras tocar suelo hace cuatro años, el sector no ha dejado de remontar el vuelo hasta crecer un 44,5% desde ese punto. No obstante, todavía se encuentra relativamente lejos de los máximos alcanzados en el primer trimestre de 2007, en pleno apogeo de la burbuja del 'ladrillo'. Para ese momento el IRAI_registra una cota máxima de 139,90 puntos, por lo que la referencia actual del mercado de vivienda estaría todavía un 29,7% por debajo. Según los expertos, sin embargo, no sería deseable volver hasta niveles similares.
En cualquier caso, el director del Centro de Procesos Estadísticos del Colegio -el 'laboratorio' donde se cruzan todos los datos para dar a luz el referido IRAI-, no ve cercano ese posible escenario. «Ni siquiera sabemos si se llegarán a recuperar esos niveles de actividad de máximos», admitió este lunes durante su presentación oficial. «Todo dependerá -argumentó- de cómo evolucionen en los próximos trimestres variables como la constitución de empresas inmobiliarias, junto al volumen de compraventas e hipotecas».
Y es que el mercado registró una recuperación tímida en 2010, que solo sirvió de antesala a la continuación de su desplome hasta tocar suelo. La diferencia es que aquella subida apenas duró unos meses y estuvo empujada por un elemento exógeno: las inversiones multimillonarias del polémico Plan E que José Luis Rodríguez Zapatero estableció para mitigar la crisis, aunque la mayoría solo engordó la deuda.
Un desplome del 51%
De hecho, aún con ese pequeño paréntesis de recuperación temporal, en los siete años que van desde principios de 2007 a finales de 2013 la actividad inmobiliaria se desplomó un 51,4% hasta sufrir una paralización casi total, de acuerdo con la evolución que refleja el IRAI. Dicho indicador bajó de su promedio de 100 puntos en el comienzo de 2009 y todavía no lo ha recobrado, aunque vista su evolución reciente los registradores contemplan que se logre a finales del presente ejercicio o en los primeros meses de 2018.
Hasta septiembre el IRAI ha crecido una decena de puntos, sobre todo por la actividad relativa a la propiedad de la vivienda (compraventa e hipotecas), que ha supuesto el 9,5% frente a poco más de medio punto en la parte empresarial: los concursos han caído un 78% pero las nuevas constituciones también han bajado un 24% . La variación trimestral, a su vez, solo refleja una mejora de un punto tras una primavera especialmente fructífera.
Si el análisis se extiende a los últimos doce meses, el indicador de actividad registra un ascenso del 7,6%. Lo que más han subido son, con diferencia, las ventas de casas (16,5%) y el número de hipotecas (19,3%). El importe medio de estos créditos, en contraste, bajó un 3%, lo que para los expertos refleja una actividad más «sostenible».
Eso sí, el precio ha tenido un peso reducido en todo ello -solo supone un 0,9% de alza del IRAI desde enero-, con un incremento de entre el 6% y el 8% en lo que va de ejercicio.