El nivel históricamente bajo del euríbor ha provocado una imagen surrealista para todos aquellos hipotecados antes de 2013. El euríbor, que cerró en octubre en el -0,017%, ha situado los intereses que se pagan en los créditos hipotecarios a unos niveles casi testimoniales.
Por ejemplo, para un crédito de 120.000 euros a 20 años y con un diferencial sobre euríbor del 0,65%, uno de los más habituales durante los años de la crisis, la cuota mensual se sitúa en 401 euros, de los cuales, 52,27 euros corresponde a los intereses que paga el hipotecado al banco por el préstamo. Estos hipotecados han sido los más beneficiados de la política de tipos cero del Banco Central Europeo (BCE). El organismo que preside Mario Draghi aprobó un programa de expansión monetaria para apoyar la recuperación de la eurzona. Así, el BCE, que en un principio comenzó comprando 60.000 millones de euros en bonos mensuales, aumentó el volumen de compra hasta los 80.000 millones de euros en marzo y bajó los tipos de interés al 0%. El euríbor, que ya anticipaba estos movimientos, cerró en negativo por primera vez en febrero de 2016.
A partir de ese momento el euríbor ha ido pulverizando récords y todo parece que continuará así puesto que el BCE durante su última reunión aprobó un tapering suave: reducirá a partir de enero el volumen de compras desde los 60.000 millones de euros a 30.000 millones, pero lo prorrogará nueve meses más, ya que finalizaba en principio el diciembre de este año. Ahora habrá QE hasta septiembre de 2018. Asimismo, Draghi apuntó que la primera subida de los tipos oficiales podría producirse a mediados de 2019.
Devolución de Hacienda
Como decíamos antes, un hipotecado medio paga 636 euros al año en intereses al banco, pero si se hipotecó antes del 31 de diciembre de 2012 tendría derecho a la deducción por adquisición de vivienda habitual, de un 15% hasta un máximo de 9.040 euros al año. Esto quiere decir, que si no amortiza anticipadamente, solo con la cuota este hipotecado está ganando dinero por tener su hipoteca. Así, si paga 401 euros en cuota, 47.812 euros al año, en la próxima declaración de la renta, tendría derecho a una deducción del 721 euros, 85,8 euros más de lo que paga en intereses.
Las cuentas se disparan si el hipotecado apuesta por aprovechar al máximo la deducción: ya que tendría derecho a una devolución de 1.358 euros, 720 euros limpios descontando el pago de intereses. Es decir, amortizar hipoteca se convierte en una operación de los más rentable.
