Una de las consecuencias de la derrota de la candidatura de Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA) es la parte inmobiliaria. La Torre Glòries (más conocida por Torre Agbar, su anterior nombre) pertenece a la socimi Merlin Properties, cotizada en el Ibex 35. La adquirió en enero de 2017 a la Sociedad General Aguas de Barcelona por 142 millones de euros.
Durante estos meses la inmobiliaria ha reservado ese inmueble para la EMA. Mientras, ha ido preparando un proyecto de rehabilitación para adecuarlo al mercado de oficinas. Ahora, deberá buscar un nuevo inquilino (o varios) para ese emblemático inmueble en medio de las incertidumbres creadas por el proceso independentista catalán. Esta empresa dispone de activos inmobiliarios por más de 10.500 millones de euros, entre ellos edificios como Torre PwC en Madrid.
El rascacielos, uno de los símbolos de Barcelona situado a la entrada del distrito 22@, fue diseñada por el arquitecto Jean Nouvel. Se eleva 142 metros y dispone una superficie bruta de 37.614 m2, distribuida en 34 plantas y en un auditorio para más de 350 personas.
