Los inversores siguen con mucho apetito por el mercado inmobiliario español. Las cifras hasta finales del tercer trimestre indican que en 2017 se volverá a batir el récord histórico del capital nacional, y sobre todo internacional, que fluye hacia la compra de edificios de oficinas, centros comerciales, locales, hoteles y naves industriales.
La última cifra conocida confirma esa tendencia. La inversión inmobiliaria hasta septiembre alcanzó los 9.600 millones, lo que supone un alza del 47,7% interanual, según comunicó ayer la consultora especializada Laborde Marcet.
En todos los segmentos existe un fuerte alza, pero destacan sobre todo los hoteles –con un crecimiento del 76%, alcanzando los 2.400 millones– y las oficinas, en el que las adquisiciones alcanzan los 2.688 millones, con un aumento del 65,4%.
En el caso del retail, que incluye centros comerciales y locales, las transacciones suben también un 36%, siendo el segmento que más inversiones canaliza, llegando a 3.360 millones. Para logística, las compras alcanzan los 1.152 millones (10,8% más). De seguir esta línea durante el último trimestre del año, el sector inmobiliario terciario llegaría una inversión de 12.800 millones, un 15% más que en 2016.
“El sector lleva ya cuatro años encontrando buenas oportunidades para la inversión en España, tanto para los inversores nacionales como para los extranjeros, y eso se nota en la envergadura de los proyectos y el nivel de los agentes involucrados. El mercado siguió comportándose en el tercer trimestre con la misma solvencia en cuanto al número y volumen de las operaciones, lo que configura un escenario muy positivo también de cara a final de año”, asegura Gerard Marcet, socio fundador de Laborde Marcet.
El sector no dispone de cifras oficiales comunes, pero los datos ofrecidos por las distintas consultoras inmobiliarias validan esa tendencia. CBRE publicaba el mes pasado que esta inversión había llegado a los 10.295 millones, con un incremento del 58%. Esta firma apunta a que al final de año se alcanzarán los 13.000 millones, “en línea con los volúmenes históricos de 2015 y 2016”, destacó esta firma.
La inversión en este mercado se disparó a partir de 2014, tras varios años hundida por la crisis y las dudas sobre la recuperación en España. La aparición de los primeros fondos –fundamentalmente oportunistas buscando buenos precios– y de la figura fiscal de las socimis impulsó a niveles nunca vistos el ritmo de adquisiciones. “La demanda por parte de los inversores sigue en cotas altas y el pipeline de operaciones apunta a que la actividad mantendrá su fortaleza al final del ejercicio”, confirmó Adolfo Ramírez-Escudero, presidente de CBRE.
Las cifras de la consultora JLL publicadas en octubre sitúan la inversión en 8.776 millones (un alza del 40%). “El mercado atraviesa un excelente momento y es previsible que todos los segmentos de negocio mejoren su volumen de inversión respecto a 2016 y podamos alcanzar una inversión histórica a cierre de año”, explicó Borja Ortega, director de mercado de capitales de JLL.
A LA ESPERA DE CIFRAS TRAS EL ‘PROCÉS’
Todavía no existen cifras sobre cómo afectará la incertidumbre provocada por el proceso independentista a la inversión inmobiliaria en Barcelona y en el conjunto de España. Hasta septiembre los niveles son similares en la capital catalana. En Barcelona esa cifra de transacciones había alcanzado en los primeros tres trimestres los 1.113 millones de euros, un 6% menos, según datos de Savills.
Aunque las alarmas en el sector saltaron la pasada semana cuando la socimi Hispania anunció que posponía la venta de su cartera de oficinas, por alrededor de 500 millones de euros, por la incertidumbre catalana, tras no alcanzar un acuerdo definitivo con la aseguradora Swiss Life, un inversor core que busca estabilidad en la economía.