Las grandes inmobiliarias temen que la situación creada por el proceso independentista catalán provoque una fuga de capitales por la incertidumbre política. Así lo reflejaron este jueves en sus intervenciones públicas en el salón inmobiliario Barcelona Meeting Point (BMP), que reúne a las compañías del sector e inversores. Las empresas piden tanto en público como en conversaciones privadas que la Generalitat vuelva a una senda dentro de la legalidad que ofrezca garantías jurídicas a inversores y compañías.
“Lo que haya que cambiar, que seguro que son muchas cosas, que se haga dentro del marco constitucional y de la normalidad. Lógicamente los inversores están mirando lo que ocurre. Está en nuestra mano demostrar que nuestro país es serio y donde se puede seguir invirtiendo”, aseguró Cristina García-Peri, directora general de la socimi Hispania, pidiendo a la Generalitat que vuelva a la senda de la legalidad. “Sigue habiendo mucho interés por España. La comunidad internacional confía en la cordura y en que lo que está pasando cese y volvamos a la normalidad legal”, añadió.
De forma negativa también valoró el panorama Pere Viñolas, consejero delegado de Colonial, cotizada del Ibex 35 que ha trasladado la sede social a Madrid por las incertidumbres del procés: “Lo que está pasando ahora es muy lamentable. Observo en la actitud de la gente un 90% de emociones y un 10% de planteamientos racionales. La visión local prima sobre una visión global”. Aunque quiso transmitir esperanza a largo plazo: “Hay que esperar, coger perspectiva y recordar que los indicadores de la economía son excelentes. Si no lo estropeamos más, la base de partida es muy buena”.
También muy crítico se mostró Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties, socimi cotizada en el Ibex 35. “Es evidente que esto es un problema. El inversor extranjero tiene el mundo entero para invertir ya que los países compiten por la inversión. Ahora una parte del patrimonio y de las rentas están expuestas al mercado local, con un menor crecimiento, por lo que España será comparable a alternativas en otros países y los inversores pueden elegir no venir aquí”.
Lo que está ocurriendo, según los fondos, empresarios y consultoras consultadas en el BMP, es que los inversores comienzan a preguntar insistentemente por Cataluña, en una actitud de “esperar y ver”, repiten. “Nosotros estamos haciendo diferentes escenarios a los inversores sobre lo que puede ocurrir. Y a todos les aplicamos una probabilidad. Por ejemplo, irnos a elecciones podría llevarnos a casi un año de ralentización”, apuntó Alberto Valls, socio de Deloitte. Estos diferentes marcos pueden provocar que se tengan que aplicar descuentos en el importe de los activos según evolucione el conflicto político.
“El inversor residencial que busca operaciones está en una posición más prudente que antes, esperando una solución”, opinó Juan Velayos, consejero delegado de la promotora cotizada Neinor Homes. “Esperamos que haya resolución en un tiempo razonable, porque si no la hay acabará afectando al entorno macroeconómico, al sector y a la venta de viviendas”, añadió.
“A nivel de operaciones, de momento no ha pasado nada, pero sería estúpido por nuestra parte pretender dar una sensación de falsa normalidad. Por ejemplo, los centros comerciales son extremadamente sensibles a la incertidumbre. Las ventas enseguida se ralentizan. Si a eso se le suman altercados con cierres de establecimientos, peor todavía. Y eso a largo plazo tiene un reflejo en la cadena logística y también en el sentimiento de la comunidad empresarial en general, que a su vez se traslada a la contratación de oficinas. Por lo tanto, bueno no es”, sostuvo, por su parte, Clemente. “Por desgracia no hay nada que el mundo empresarial puede hacer más allá de lo que ha hecho, que es deslocalizarse”, añadió.
UN RESQUICIO PARA EL OPTIMISMO
A pesar de las incertidumbres abiertas por el proceso, las empresas quisieron ver también las fortalezas de las compañías. “Es positivísimo que mañana viernes haya una salida a Bolsa como la de Aedas. Eso debe congratularnos a todos porque en la parte del territorio nacional donde todavía impera la normalidad hay inversores extranjeros dispuestos a tomar ese riesgo y a tener una visión a medio y largo plazo y por tanto apoyar con su capital la senda de recuperación de los últimos años. Lo que pasa es que somos expertos en pegarnos tiros en los pies y en este momento lo estamos haciendo”, apuntó Clemente, de Merlin.
“Hay inversores que siguen creyendo en los fundamentales de España. Esa es la mejor noticia. Esto nos debe animar a continuar en la misma senda”, coincidió el socio de Deloitte.
“Para el sector es una excelente noticia la salida a Bolsa de Aedas. Significa que incluso aunque podamos estar penalizados por el problema catalán, los inversores siguen confiando en España y en la recuperación”, señaló, a su vez, Velayos.