La recta final de 2017 se presenta movida para el sector financiero desde el punto de vista judicial. Con los juzgados de toda España desbordados por las cláusulas suelo de las hipotecas, hay dos frentes que amenazan con provocar nuevos quebraderos de cabeza a la banca. Se trata de las multidivisa y las hipotecas con IRPH.
Mientras que durante los próximos meses los nuevos juzgados especializados en hipotecas se irán pronunciando sobre los miles de demandas que han llegado a su manos —especialmente sobre las famosas cláusulas suelo—, en apenas unos días el Tribunal Supremo tiene previsto pronunciarse sobre las llamadas hipotecas multidivisa. En concreto, el próximo 20 de septiembre conoceremos una sentencia que será clave para las cerca de 70.000 familias que, según la asociación de usuarios financieros Asufin, contrataron hipotecas en yenes o francos suizos entre 2007 y 2008.
Por lo pronto, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao acaba de admitir a trámite la primera demanda colectiva presentada en el País Vasco contra BBVA por la comercialización de hipotecas referenciadas al índice IRPH. La demanda, interpuesta por Asufin, se basa en la consideración del carácter abusivo de dicho índice, cuestionado por las autoridades europeas y anulado en numerosas sentencias judiciales.
La iniciativa, que cuenta con la dirección letrada de Óscar Serrano (Colectivo Ronda), agrupa ya a más de 250 familias, la mayoría procedentes de las dos comunidades más afectadas: Euskadi y Cataluña. "Los juzgados han probado reiteradamente el carácter netamente abusivo del índice IRPH y la opacidad con la que entidades como BBVA han realizado su comercialización entre unos clientes que no tenían forma de saber que el IRPH iba a perjudicar de forma muy grave sus propios intereses. Sobre esta cuestión, la legislación es muy clara: si el IRPH se considera abusivo, sus efectos deben ser nulos desde el primer momento en que se desplegaron y, por tanto, corresponde la devolución de la totalidad del dinero abonado en concepto de intereses calculados sobre la base de este índice", señala Serrano.
El IRPH, al igual que el euríbor, es un índice al que están referenciadas las hipotecas. Para su comercialización, las entidades financieras aseguraban al cliente que quería contratar una hipoteca que era más estable, menos volátil y, por tanto, más seguro que el euríbor. En apariencia, la elección parecía más beneficiosa para el cliente, pero a la larga se ha comprobado que no ha sido así. De hecho, elegir el IRPH en lugar del euríbor ha costado a los hipotecados entre 18.000 y 21.000 euros, una cifra nada despreciable para el bolsillo de cualquier familia media.
Desde Asufin, estiman que existen entre medio millón y un millón de hipotecas formalizadas en España que utilizan el índice IRPH. "El BBVA protagonizó una campaña muy activa en la comercialización del IRPH a sus clientes, vendiéndolo como un índice más estable y menos sujeto a posibles fluctuaciones que el habitual euríbor. El argumento se reveló absolutamente falso. Los usuarios que contrataron este índice, aconsejados por su entidad, observaron bien pronto que era lesivo para sus intereses: siempre estuvo por encima del propio euríbor: subía cuando lo hacía este y no recogía ninguno de sus descensos", señala Patricia Suárez, presidenta de la asociación.
El euríbor se ha situado en niveles históricamente bajos en los últimos años, de hecho se encuentra actualmente en mínimos históricos, mientras el IRPH nunca lo ha igualado. Así, por ejemplo, en 2013 el IRPH era 3,3 puntos superior; en 2014, 2,6 puntos, y en 2016, con el euríbor situado en valores negativos, el IRPH estaba 1,96 puntos por encima.
Según los cálculos de FuturHipotecas, para una hipoteca media de 180.000 euros a devolver en 20 años, contratada hace justo 10 años y referenciada a IRPH de entidades +0,25%, una familia habría pagado en estos 10 años 21.265,56 euros de más que si hubiera optado por el euríbor +0,25%. Y es que, aunque ambos indicadores se movían paralelamente hasta 2012 —el IRPH siempre por encima del euríbor—, lo cierto es que, a partir de aquel año, el euríbor empezó a caer con fuerza hasta situarse en los mínimos actuales, mientras que el IRPH frenó en seco su caída, perjudicando a miles de hipotecados. "Si el euríbor no hubiera caído tanto, el cliente no se habría dado cuenta de este abuso por parte de los bancos", explica a El Confidencial Pau A. Monserrat, economista de FuturHipotecas.com.
En este procedimiento, además de las hipotecas comercializadas por el propio BBVA, serán juzgadas las de Catalunya Caixa, Caixa Manresa, Caixa Sabadell, Caixa Terrassa, Unimm y Caixa Manlleu, absorbidas por esta entidad.
"En la demanda no solo se destaca que los clientes han tenido que abonar cantidades considerablemente más elevadas en concepto de intereses, con el consiguiente perjuicio económico, sino que se incide en su carácter abusivo", apunta Patricia Suárez. "Baste recordar que en 2013 las autoridades europeas obligaron al Gobierno español a derogar los antiguos IRPH-Cajas y IRPH-Bancos. Finalmente, solo se mantuvo vigente un IRPH, el llamado IRPH-Entidades, que se impuso de forma unilateral, y sin negociación previa, en la inmensa mayoría de hipotecas referenciadas a algunos de los otros IRPH derogados".
Desde Asufin señalan que, "desde entonces, las entidades han contravenido un principio esencial del derecho que prohíbe explícitamente modificar sustancialmente cualquier elemento relevante de un contrato privado, como es una hipoteca, sin que exista un acuerdo entre las partes". Y —esto es lo más grave— se ha hecho con la aquiescencia de la Administración".
Las multidivisa, en la reforma hipotecaria
Por lo que respecta a las hipotecas multidivisa, a la espera del fallo este mes del Tribunal Supremo, lo cierto es que serán una pieza clave de la reforma hipotecaria en la que está trabajando el Gobierno, tal y como exige la transposición de la directiva europea. Según el último borrador, la nueva normativa hipotecaria dará por primera vez derecho al hipotecado de solicitar en cualquier momento la conversión a euros —u otra divisa en que se obtengan los ingresos recurrentes— del crédito constituido en otras divisas extranjeras, "sin el más mínimo coste o sin la más mínima penalización", tal y como anunció este verano el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos.