Ese cartón que se usa para cajas y embalajes y al que apenas se presta atención se puede transformar en una cama, una mesa, una silla, un sofá, una lámpara, una percha, una estantería, una tienda de camping y hasta en un kayak. El uso del cartón para fabricar muebles es una tendencia que se está extendiendo por todo el mundo —Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Argentina, Brasil...— y que en España va tomando cuerpo. Cada vez son más las empresas —supera la decena y creciendo— que se dedican al diseño, fabricación y venta de mobiliario, complementos y accesorios de cartón.
Aunque parezca un concepto rompedor, no es nuevo. El arquitecto Frank Gehry, ganador del Premio Pritzker, desarrolló dos líneas de mobiliario de cartón de 1969 a 1972. Aún así, el uso de este material versátil con el que crear todo tipo de mobiliario sigue siendo muy desconocido. "Los muebles fabricados con cartón no son solo artículos decorativos, sino que son plenamente funcionales, además de resistentes, ligeros, desmontables, plegables y 100% reciclables", señala Nacho Bautista, arquitecto y socio de Cartonlab, empresa que nació en 2010 dentro del estudio Moho Arquitectos como un laboratorio de ecodiseño usando cartón como materia prima.
Librería de cartón.
Cualquiera puede equipar una vivienda solo con muebles de cartón por increíble que parezca. Incluso en el baño, si se aplican las protecciones adecuadas. Pueden pintarse, laminarse y combinarse con otros materiales ecológicos. "El mobiliario de cartón que fabricamos es totalmente funcional con un uso igual o similar al de cualquier mueble estándar, con las limitaciones lógicas e inherentes del material", dice Juan Antonio Delgado, director y diseñador de la empresa Krtonplan, que llega al mercado en 2013 con el fin de contribuir al desarrollo social, económico y medioambiental de la zona de Arriate, en la Serranía de Ronda (Málaga). Se refiere a la resistencia al fuego y a la humedad, algo que se podría solventar aplicando impermeabilizantes e ignífugos. Aunque estas empresas prefieren respetar el material y "prescindir de estas alteraciones que desvirtúan la materia prima", añade Delgado. Desde 2013, Krtonplan ha diseñado y fabricado más de 2.000 piezas (sillas, mesas, escritorios, estanterías, guardarropas, armarios, zapateros, taburetes...).
Soportan el peso
La duda lógica que surge es su resistencia. "Una silla, una mesa o una estantería soportan el peso de una persona y el uso con la misma respuesta que otra fabricada con aglomerado de madera o materiales plásticos", cuentan en Krtonplan, cuyo principal proveedor es un fabricante de cartón ubicado en la provincia de Córdoba.
En Cartonlab han diseñado una estantería que aguanta hasta 250 kilos y sillas que soportan un peso de más de 150. En esta empresa comercializan una cama de cartón, diseñada por los arquitectos alemanes de Room In a Box, que se despliega en menos de un minuto y que soporta 1.000 kilos por cada metro cuadrado. Según las medidas, cuesta desde 95 a 180 euros. "El peso que pueden llegar a soportar los diseños depende del tipo de cartón que se utilice y del diseño estructural del mismo", dice Bautista, que recuerda que arquitectos como el japonés Shigeru Ban llevan trabajando con este material desde hace años para proyectos de edificación (puentes, pabellones de exposición y viviendas). En esta firma fabrican con cartón certificado y emplean hasta 20 tipos diferentes. "Algunos de los formatos son el cartón de nido de abeja, el cartón ondulado en diferentes espesores y combinaciones, Re-Board, cartoncillo y cartón compacto", narra Bautista.
Es una alternativa verde al mobiliario convencional. Muchas empresas están tirando de este material para eventos, ferias, escaparatismo, expositores de producto o como equipamiento para oficinas. En el caso de los particulares, la cuota de mercado es más estrecha, aunque su uso y difusión va creciendo. Y también cambiando: "en un principio compraban personas comprometidas con el medio ambiente y ahora también hay quien busca un diseño original, un producto alternativo y económico, o un mueble desmontable para su transporte de una vivienda a otra", enumera Delgado. Uno de los principales clientes de Krtonplan son jóvenes universitarios.
El hecho de que pesen poco y se puedan plegar y reutilizar les hace ganar puntos frente a los muebles de madera. "Existe una gran demanda en diseños orientados al público infantil, tanto en mobiliario como decoración. Estamos trabajando en muebles para apartamentos tutelados para personas mayores, como estanterias, mesitas, y sillas. Las ventajas fundamentales son la ligereza a la hora de poder moverlos y evitar daños más graves a la hora de caídas o golpes", expone Nacho Bautista, de Cartonlab, firma que también está desarrollando una línea para camping y caravanas.
Los muebles se venden empaquetados y los monta el propio cliente. Esto, junto a la simpleza y minimalismo de algunos diseños, recuerda a los productos de Ikea. Pero la propuesta de estas empresas es llevar mucho más lejos el concepto de la firma sueca. Todas las piezas son de cartón y no son necesarias herramientas para su instalación, se montan mucho más rápido, y el material es 100% reciclable, certificado, producido y diseñado en España.
Hay que tener en cuenta que este tipo de cartón nada tiene que ver con el que se emplea en las técnicas de home staging para vender viviendas, que no es funcional ni tiene utilidad. Es mobiliario simulado.
La inmensa mayoría de los diseños son propios y sus fabricantes aseguran que con el uso adecuado pueden durar hasta una década. Además, se pueden personalizar y hacer a medida, una actividad que supone una parte importante de los ingresos de estas empresas que emplean herramientas digitales para su fabricación. La compra se estos muebles es online, a través de las web de las empresas fabricantes, y sus precios no siempre son más baratos que los de un mueble convencional de bajo coste, ya que muchos de ellos son diseños exclusivos. En Cartonlab, por ejemplo, disponen de un catálogo de más de 70 diseños. Hay estanterías por 75 euros, sillas y mesas por 40, o botelleros por 50 euros.
Fuente: http://www.elmundo.es/