La celebración de ferias inmobiliarias como el Salón Inmobiliario de Madrid, SIMA, no solo sirve de escaparate para que toda la oferta esté concentrada en unos miles de metros cuadrados, sino para conocer el perfil del comprador de casa que acude a esta clase de eventos.
Planner Exhibitions, organizadora del SIMA, y Sociedad de Tasación, una de las principales tasadoras del país, han presentado este martes una nueva edición del informe El perfil del comprador de vivienda, que desde 2008 viene mostrando cómo la crisis antes y la recuperación después han cambiado al potencial comprador de vivienda.
Una de las principales conclusiones que arroja el estudio correspondiente a este 2017 es cómo se está complicando el acceso de los más jóvenes al mercado. Gracias a las encuestas realizadas a los asistentes, el porcentaje de jóvenes de entre 25 y 35 años que visitó la última edición de SIMA fue el más bajo desde 2008, año en el que se inició la elaboración de este estudio.
Este año apenas supusieron el 34,8% del total, cuando la media de la serie histórica ha sido del 49,9%; por lo que la caída es de algo más de 15 puntos. Los jóvenes ya no son el público mayoritario de la feria. Los visitantes con edades comprendidas entre los 35 y los 45 años les igualan en porcentaje y suben a casi el 30% los mayores de 45.
Como consecuencia de este importante descenso del público joven, motivado sobre todo por la clara tendencia alcista de los precios y la precariedad laboral que sufre este segmento de la población, la motivación de adquirir una casa por "cambiar de alquiler a propiedad" o "formar un nuevo hogar" también ha descendido; tal y como han puesto de manifiesto Eloy Bohúa, director general de Planner y Juan Fernández-Aceytuno, consejero delegado de Sociedad de Tasación.
Los que buscan dejar de ser inquilinos bajan del 34,8% de 2016 al 29,9% de este año y 2,3 puntos también disminuyen quienes acuden a SIMA a buscar piso para "formar un nuevo hogar"; de tal manera que apenas representan el 14,6% del total. En cambio, "mejorar la vivienda actual" se convierte en el objetivo más repetido, por el 38,4% de los asistentes. El resto de las motivaciones analizadas en el estudio se incrementa, aunque en menor medida. Quienes quieren comprar como inversión representan el 11,9%, quienes buscan su segunda residencia apenas el 3,2% y en el 2,0% de los casos la compra de una casa está motivada por cambios familiares o profesionales.
Otro de los aspectos donde se refleja cómo está cambiando el perfil del comprador es en los plazos que se impone para encontrar el inmueble deseado. Así, por segundo año consecutivo, quienes responden que adquirirán su casa "en cuanto la encuentre"son mayoría, con el 42,3%, frente a quienes esperan conseguirlo "de aquí a un año", que es contestada por el 32,9%. Esto demuestra que tres de cada cuatro potenciales compradores planean hacer efectiva la operación en el plazo máximo de un año. La principal causa que explica este acortamiento de los plazos es la presión que ejercen los precios al alza de los pisos.
Además de los plazos, la carestía de los inmuebles, sobre todo en determinadas áreas de Madrid, también se traslada al presupuesto con que cuentan quienes acuden a ferias como SIMA. El porcentaje de quienes afirman contar con más de 300.000 euros pasa del 27,1% en 2016 al 29,4% este año; mientras se mantiene prácticamente idéntica la proporción de aquellos que disponen de un presupuesto de entre 150.000 y 300.000 euros, que son el 52,9%.
Al ser compradores que disponen de más dinero para dedicar a la compra de su vivienda, es lógico que esta circunstancia se traslade a una menor necesidad de financiación. Un hecho que refleja el estudio al constatar que algo más de un tercio de los encuestados dice precisar menos del 50% del importe de la casa. Seis años antes, en 2011, en plena crisis, este porcentaje apenas alcanzaba el 21%. En este sentido, el porcentaje de encuestados que no necesita financiar nada crece 3,5 puntos, hasta llegar el 13,8%.
Sin dejar el crédito, llama la atención otro de los indicadores de los "nuevos tiempos" que llegan al sector inmobiliario. Frente a la predilección por la hipoteca a interés variable que tenían los futuros hipotecados en el pasado, en 2017 el 43% de los encuestados se mostró partidario de contratar un préstamo a tipo fijo, aunque un 35,3% aún sigue prefiriendo el crédito a tipo variable. Llama la atención por el 21,5%, uno de cada cinco encuestados, que se decanta por obtener una hipoteca a tipo mixto, algo más del doble que un año antes.
Por último, sobre los frenos que impiden la adquisición del inmueble, sigue ganando por goleada el precio, en el 65,7% de las respuestas, mientras pierden enteros la financiación y la incertidumbre laboral.