Los promotores inmobiliarios estiman que el presente ejercicio 2017 se cerrará con una producción de vivienda nueva en el entorno de las 85.000 unidades y que la "normalización" del sector se podría alcanzar a principios de 2019, cuando la producción permita cubrir la demanda (entre 120.000 y 130.000 peticiones).
Así lo ha indicado el secretario general de la Asociación Española de Promotores Constructores de España (APCE), Daniel Cuervo, quien apunta que los datos sobre la evolución de mercado inmobiliario que se están conociendo son "razonables" y están en línea con lo previsto, tanto en operaciones de compraventa como en los precios.
Según la última estadística del Colegio de Registradores, el precio de la vivienda en España subió un 4,4% en el segundo trimestre de este año 2017, periodo en que se inscribieron 119.408 compraventas (un 10,7% más).
En declaraciones a Servimedia, Cuervo ha explicado que se trata de una evolución "que se esperaba", para agregar que 2017 podría cerrar con unas 500.000 transacciones de vivienda, la mayoría (entre el 80% y el 85%) de casas usadas.
Aunque el peso de la obra nueva es más bajo que el de las viviendas de segunda mano, el secretario general de APCE indica que la evolución de la obra nueva es "positiva" y que la producción crecerá en unos 15.000 inmuebles este año, al pasar de algo más de 60.000 en 2016 a unos 85.000 en 2017.
En todo caso, Cuervo apunta que aún existe un gap en relación con la demanda, ya que la creación prevista de nuevo hogares, estimada entre 120.000 y 130.000 al año, es superior a la producción. Por tanto, "aún hay recorrido para seguir produciendo".
El mundo inmobiliario "ha aprendido"
El secretario general de la patronal cree que la "normalización" del mercado, con niveles similares de oferta y demanda, se podría lograr en unos dos años, para principios de 2019.
Cuervo subraya la necesidad de conseguir y mantener una producción de viviendas "razonable", entendiendo esto como un incremento "sostenible", "asumible" por parte de la demanda y que "vaya a la par del crecimiento de la economía de la gente".
En este sentido, asegura que el sector "ha aprendido" y no se proyecta hacer viviendas que no se vayan a vender, para agregar que la industria se ha de ajustar a la demanda para "evitar generar un stock que no le conviene a nadie".