El aumento de la llegada de turistas ha venido aparejada de un fenómeno que ha puesto en pie de guerra al sector: el alquiler de apartamentos turísticos no reglados a través de plataformas online como Airbnb o Homeaway.El crecimiento potencial de este tipo de negocios no sólo es una cuestión de modelo de negocio, sino que empieza a ser un problema de convivencia en los centros urbanos de algunos destinos turísticos. «La oferta hotelera es insuficiente para cubrir la demanda de turistas, por lo que las viviendas turísticas aumentan gravemente la concentración y provocan una 'turistificación' de los destinos que no están capacitados para recibir a tantos visitantes», explicó el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda.
Estas plataformas online cuentan con 278.000 propiedades para su alquiler, según un estudio de Exceltur publicado el año pasado. El problema es que el «aluvión» de turistas a barrios concretos de ciudades como Barcelona o Madrid provoca problemas vecinales. Una situación que desde Exceltur explican está provocando un sentimiento cada vez mayor de rechazo en estos barrios hacia el turismo sin diferenciar entre quienes cumplen las normas y los que no. Por ese motivo desde el sector se reclaman a las distintas administraciones que se actúe con más contundencia contra estas plataformas para que se regulen y compitan «en igualdad de condiciones» con el resto del sector. En este sentido, piden que se apliquen las mismas normas en materia de seguridad, fiscalidad o de protección laboral que tienen los alojamientos turísticos convencionales. De momento, algunas ciudades han aprobado moratorias a la concesión de nuevas licencias turísticas a hoteles o apartamentos. Sin embargo, desde el sector consideran que esos son «parches» y solicitan una estrategia nacional entre todas las administraciones -municipios, comunidades y Gobierno central- para controlar este fenómeno.
Quizás los pasos más contundentes en este sentido los lleva a cabo la Agencia Tributaria, que ha incluido en su plan de control contra el fraude de manera específica la inspección de este tipo de alojamientos, lo que incluye barridos por las plataformas online. Asimismo, desde hace dos ejercicios aquellos propietarios que anuncien sus pisos de alquiler en internet, si Hacienda los detecta, reciben un mensaje al hacer la declaración del IRPF que recuerda la obligación de tributar las rentas obtenidas por dicho alquiler.
Fuente: http://www.finanzas.com/