Más del 20% de la población en España vive de alquiler, una realidad que contrasta con los datos que se manejaban hace diez años en el país, cuando solo siete de cada cien habitantes habían elegido ese modo de vida. Sin embargo, la crisis que ha afectado al país durante los últimos años ha forzado a una gran parte de la población a vivir bajo el régimen de arrendamiento, ante la incapacidad de poder comprar una vivienda. Otros muchos, lo han elegido por voluntad propia, al no querer atarse a una ciudad y tener la capacidad casi inmediata de cambiar de vida sin llevar a sus espaldas la carga de una hipoteca.
Pero existe otro tercer grupo, que por suerte es mucho más pequeño, que ha visto en el alquiler la mejor forma para vivir de gratis. A los que forman parte de este conjunto se les conoce como morosos profesionales y son el mayor temor de cualquier propietario.
"Una parte considerable de los morosos que tenemos registrados se dedican a ello de forma profesional. Este tipo de inquilinos no tiene un perfil concreto, pueden ser personas que viven solas o incluso familias, te sorprenderías de lo que puedes llegar a encontrar. Algunos morosos están incluso en disposición de pagar", explica Sergio Cardona, director de Estudio y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos (FIM).
Este es el único registro de inquilinos morosos que existe en España y que ya consultan 14.000 profesionales del sector. Además, permite a cualquier particular que se registre en su web conocer por solo 8 euros si un candidato a ser inquilino de su vivienda ha cometido impagos por otro alquiler.
"Nuestra fuente de información procede de dos vías. Por un lado, nos nutrimos de las sentencias judiciales públicas de desahucio de cualquier tipo de arrendamiento urbano y, por otro, de la información que nos proveen tanto nuestros profesionales como los propietarios particulares que nos consultan".
El 'rating' del impago
Desde FIM, además de revisar si el candidato a un alquiler tiene antecedentes de morosidad, pueden catalogar la probabilidad de impago de aquellos que no tienen. "Cuando el usuario consultado no está en el fichero, si el propietario lo desea y nos facilita los datos necesarios, podemos catalogar la probabilidad de impago de ese inquilino. Eso sí, la decisión última siempre es del propietario", destaca Cardona.
Para ello, la firma cuenta con una especie de rating del impago y clasifica a los usuarios desde la triple A, que es la calificación máxima, hasta la D, que significa que tiene una alta probabilidad de impago. "Con esto el propietario puede valorar si le pide garantías extra".
Para poder ampliar su base de datos y también a modo de prevención, FIM facilita al propietario o profesional una cláusula que irá en el contrato de alquiler por la que el inquilino da permiso para incluirle en el fichero en caso de que se produzca algún tipo de impago. "Con esta cláusula firmada, si el inquilino no paga, el propietario puede inscribirle automáticamente en el fichero. Esta es la segunda fuente de información que tenemos y también sirve para prevenir, porque si un inquilino no quiere firmarla, claramente es una mala señal", advierte el directivo.
Desde que la compañía arrancara su andadura en España hace 15 años ha logrado firmar más de un millón y medio de contratos con esta cláusula. "El incremento importante en el volumen de negocio lo hemos registrado desde 2008, que fue el año en el que empezó a repuntar el alquiler. Al igual que crece el mercado, la morosidad también lo hace", explica Cardona. Así, 2016 cerró con una morosidad media por inscripción en España de 6.424,99 euros, lo que supone un incremento del 8,49%, siendo Murcia, Madrid y el País Vasco las que lideran la lista, situándose por encima de la media nacional.
Uno de los problemas ante la morosidad en el alquiler es, según el directivo, la falta de medios físicos para ejecutar los desahucios.
"Tiene mayores implicaciones que no pagues una factura de móvil, porque las consecuencias son inmediatas, te cortan la línea y entras en un fichero de morosos, mientras que si no pagas un alquiler tardan entre ocho y nueve meses en desahuciarte y después, si no se ha firmado nuestra cláusula, no le pasa nada". Ante una situación de impago, Cardona recomienda no dejar pasar más de tres meses para interponer la demanda de desahucio, pero antes tienes que hacer una comunicación fehaciente al inquilino y darle un plazo razonable de unos 15 días para que te pague. "También hay que ver qué te dice el inquilino y en base a eso actuar, ya que hay algunos que te dicen claramente que no te van a pagar, en esos casos es mejor empezar cuanto antes".
Teniendo en cuenta el momento de auge del alquiler que se vive en las grandes ciudades, donde encontrar un piso a tu medida es casi una carrera de fondo, FIM cuenta también con un servicio para inquilinos. Se trata de los certificados de fiabilidad, que cuestan 9,9 euros y tienen una validez de 30 días.
FIM lleva su negocio a México
Fichero de Inquilinos Morosos ha escogido México para internacionalizar sus servicios. "Hemos visto que la situación del país es muy parecida a la de España en 2007", explica Cardona. "El sector del alquiler está empezando a crecer, pero se encuentra con una serie de limitaciones, pocas viviendas en alquiler y propietarios con miedo al impago".
Para esta andadura y tras más de dos años de trabajo con los principales profesionales inmobiliarios del país, FIM se ha asociado con la marca local Buró Rentas, con el objetivo de dinamizar el mercado del alquiler azteca.
"Más del 25 por ciento de los compradores de vivienda en México opta por ponerla en arrendamiento. Sin embargo, apenas existen herramientas preventivas para combatir la morosidad, siendo el único mecanismo el aval con propiedades lo que, por tanto, dificulta el acceso a la vivienda de gran parte de la población", afirma Cardona.
Mientras arrancan su negocio en México, FIM ya mira hacia otros mercados para seguir creciendo, principalmente europeos y americanos.
Fuente: http://www.eleconomista.es/