La creación de un nuevo euríbor, otro índice que sirva de referencia para la hipotecas variables, se retrasa. El EMMI, el instituto administrador de los índices bancarios, ha concluido que no se puede llevar adelante un nuevo modelo de euríbor que sustituya al actual tal y como exigía la legislación europea.
“Bajo las actuales condiciones de mercado no será factible evolucionar de la metodología del actual euríbor a una basada completamente en transacciones", sostiene la filial de las patronales bancarias europeas que ha llevado a cabo el estudio de la nueva metodología supervisado por los reguladores nacionales, incluida la española CNMV (Comisión Nacional de los Mercados y Valores).
“Bajo las actuales condiciones de mercado no será factible evolucionar de la metodología del actual euríbor a una basada completamente en transacciones", sostiene la filial de las patronales bancarias europeas que ha llevado a cabo el estudio de la nueva metodología supervisado por los reguladores nacionales, incluida la española CNMV (Comisión Nacional de los Mercados y Valores).
En 2013, las autoridades europeas castigaron a Deutsche Bank, Société Générale, Royal Bank of Scotland, JPMorgan y Citigroup por manipular varios índices de referencia para préstamos: el líbor, el euríbor y el tíbor. Barclays y UBS evitaron las sanciones tras prestar colaboración. Y ello provocó que la UE produjese un nuevo reglamento que obligaba a cambiar la metodología de estos índices, incluido el euríbor. La idea era que había que cambiar de un modelo basado en encuestas a otro soportado por transacciones reales que no pudiesen ser manipuladas.
Por esa razón, se encargó al EMMI que buscase una nueva metodología. Y el problema radica en que en las actuales condiciones de mercado no es posible conformar un nuevo euríbor a partir de operaciones reales, según concluye el organismo con sede en Bruselas. Desde que el BCE inundó el mercado de liquidez, los bancos no se prestan a un plazo mayor de tres meses sin una garantía. Sin embargo, el índice que se usa para las hipotecas es el euríbor a un año. Necesita operaciones que se extiendan a ese periodo de tiempo. Pero apenas existen las suficientes transacciones reales entre bancos que sirvan de referencia para construirlo. Y ese es el motivo por el que se ha dejado aparcado.
Una vez descartada esta vía, la legislación dice que se usarán transacciones reales cuando sea posible. Así que a partir de ahora se buscará una nueva fórmula que haga extrapolaciones para poder calcular el índice, explican fuentes financieras. Es decir, un híbrido entre créditos reales y algoritmos. “Seguimos comprometidos con la reforma. En los próximos meses nos centraremos en desarrollar una metodología híbrida”, ha afirmado el secretario general del EMMI, Guido Ravoet.
En principio, el nuevo euríbor tenía que entrar en vigor el 1 de enero de 2018. Pero la regulación establecía un periodo transitorio hasta el 1 de enero de 2020. De modo que todavía hay tiempo. Mientras tanto, el actual euríbor seguirá funcionando igual que siempre.
Fuente: http://www.elpais.com/