La vivienda en España sigue inflada entre un 16% y un 25%. Son los cálculos del semanario británico 'The Economist', que desde hace más de un lustro alerta de la sobrevaloración de los precios en nuestro país a pesar de que, desde máximos de 2007, la publicación reconoce una corrección del 36%.
En su opinión, los pisos en España siguen inflados un 16% en función de los ingresos netos de los ciudadanos, y un 25% si se tiene en cuenta la relación entre el importe de venta de los inmuebles y el precio de los alquileres. Precisamente estos últimos se encuentran disparados.
En su opinión, los pisos en España siguen inflados un 16% en función de los ingresos netos de los ciudadanos, y un 25% si se tiene en cuenta la relación entre el importe de venta de los inmuebles y el precio de los alquileres. Precisamente estos últimos se encuentran disparados.
Según la publicación, la vivienda en España aún debería registrar una corrección muy importante y, sin embargo, los precios hace más de dos años que retomaron la tendencia alcista. Sin ir más lejos, según los últimos datos del Consejo General del Notariado, la vivienda se encareció en el mes de enero un 1,8% interanual (un 2,5% en el caso de la segunda mano y un 4,9% en la obra nueva), un 4,5% según las cifras que maneja el semanario. Y subiendo, si bien ya hay analistas y expertos, como Bankinter, que han fijado el final de estos incrementos en 2019.
'The Economist'.
'The Economist' creó en 2010 un índice que se basaba, precisamente, en la relación entre el importe de venta de los inmuebles y los alquileres y los ingresos netos de los ciudadanos de diferentes países para calcular los precios razonables de la vivienda. Entonces, ya hace siete años, la vivienda en España seguía sobrevalorada más de un 50% y, desde ese año, la publicación siempre ha considerado que, en España, los precios de las casas deben ajustarse aún más.
Nuestro país, sin embargo, no es un caso único. No en vano, en países como Nueva Zelanda o Canadá, las viviendas están mucho más sobrevaloradas si se tiene en cuenta la relación entre el importe de venta de los inmuebles y el precio de los alquileres.
En ambos casos, sería necesario un ajuste del 115% para corregir dicha situación. Respecto a los ingresos netos de los ciudadanos, Nueva Zelanda, con un 59%; Australia, con un 50%, o Hong Kong, con un 49%, superan también los porcentajes de España.
Por el contrario, 'The Economist' observa que en países como Japón los precios están infravalorados, entre un 20% y un 30%, mientras que otros, como Alemania o Estados Unidos, están cerca del equilibrio.
Peligro, ¿burbuja?
En 2014, tal y como muestra el gráfico, los precios de la viviendaexperimentaron en España un crecimiento sostenido, según el índice de precios de la vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE). El comportamiento por zonas, no obstante, es y sigue siendo muy dispar, con claros crecimientos a dos velocidades. Madrid y Barcelona, por ejemplo, están registrando los incrementos más destacados, mientras que en las dos Castillas la recuperación es mucho más lenta. Sin contar que en algunos mercados los precios siguen cayendo.
Precisamente Madrid está en el punto de mira, especialmente zonas muy concretas de su geografía, debido la fuerte actividad e incremento de precios que está experimentando la materia prima del sector, el suelo. Un mercado, el madrileño, donde la parálisis de la construcciónde nuevas viviendas ha dado lugar a una importante falta de producto en determinadas ubicaciones, especialmente donde se está recuperando la demanda o donde la demanda tiene mayor poder adquisitivo, y que ha despertado las primeras alarmas en torno a la formación de pequeñas burbujas inmobiliarias.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) temen que se estén gestando nuevas burbujas en determinados países debido a la falta de producto, pero también a los bajos tipos de interés. Y es que el índice de precios mundiales de la vivienda, que elabora el FMI y que recoge una media de los precios de la vivienda de 57 países, se encuentra en la actualidad prácticamente en los niveles previos a la crisis, lo que lleva al organismo a preguntarse si no ha llegado el momento de temer una caída mundial de los precios de la vivienda.
El punto de mira, en el caso del BCE, se centra en países como Bélgica, Austria, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Holanda, Suecia y Reino Unido. En este último caso, por ejemplo, 'The Economist' señala que los precios están inflados entre un 30% y un 45%.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/