La dificultad que encuentran los ahorradores más conservadores para obtener rentabilidades sin riesgo ha revivido un viejo fantasma: el de la vivienda como alternativa de inversión.
Con los depósitos fuera de juego por sus bajos intereses, la última encuesta entre gestoras realizada por el Observatorio Inverco, en la que se representa al 80% de la industria de fondos de inversión, pone de manifiesto que tres de cada diez sitúan a los inmuebles como los principales competidores de los fondos este año. Se trata del porcentaje más elevado de los últimos cinco: en 2013, tan solo un 8% de las gestoras veían a la vivienda como un rival.
El miedo a que parte del ahorro vuelva a canalizarse a través del ladrillo vuelve a ser tangible casi diez años después de que estallara la burbuja inmobiliaria. "Hemos visto que el conservador está huérfano en cuanto a opciones de inversión. El conservador lo que quiere es que su inversión no se mueva. Antes tenía los depósitos, los fondos monetarios o los garantizados, en los que el valor liquidativo es estable, pero esas opciones ofrecen una rentabilidad próxima al 0% y, ante ese escenario, el inversor nos pregunta ahora si es momento de invertir en ladrillo", reconoce Marta Campello, socia y asset manager en Abante.
Esto explica que el 29% de las gestoras que han participado en la encuesta realizada por Inverco señale a los inmuebles como el principal competidor de los fondos este año, seguido de los depósitos (24%), de los seguros de ahorro (17%), de la inversión directa, ya sea en bolsa o renta fija (14%) o de los planes de pensiones (5%).
"En España se tiene mucho sesgo hacia el ahorro inmobiliario. Existen datos que apuntan a una mejoría este mercado, tanto en créditos como en recuperación del precio de la vivienda. Y si la oferta y la demanda funcionan podría ser una mala noticia para el ahorro financiero", señala José Luis Manrique, director de estudios del Observatorio Inverco.
Y lo sería porque acentuaría aún más la ineficiencia de la estructura del ahorro en España. Según los últimos datos disponibles en el Banco de España (BdE), a cierre de septiembre, los hogares tienen 4,57 billones de euros en vivienda -se trata de una estimación basada en la evolución del parque de inmuebles, la superficie de los mismos y del precio medio del metro cuadrado-. Mientras que en activos financieros, el patrimonio neto alcanza los 1,22 billones de euros en ese mismo periodo. Es decir, que los hogares españoles destinan casi cuatro veces más al ladrillo que a otros activos financieros.
¿Oportunidad o error?
Pero, ¿realmente la compra directa de vivienda representa hoy una alternativa de inversión atractiva? "No en nuestra opinión", responde Campello. "Hubo una buena oportunidad, pero el particular llega tarde", explica. Uno de los motivos es por la propia rentabilidad a la que se aspira: los precios en el mercado inmobiliario han repuntado bastante desde que marcaron mínimos, argumenta, en parte, por la aparición de un gran número de socimis. "De modo que no aspiramos a rentabilidad netas de gastos del 6-7% sino del 2,5-3% en el mejor de los casos dentro del segmento residencial".
Con la dificultad añadida, recuerda Manrique, "de la elevada cantidad de ahorro a largo plazo que exige, impidiendo otro tipo de ahorro". La ineficiencia (o el peligro, más bien) de concentrar el ahorro en ladrillo quedó latente con la crisis. Antes de que estallara la burbuja, entre 1997 y 2006, el precio de la vivienda en España llegó a multiplicarse por cien en términos reales.
Entonces, pocos contemplaban la posibilidad de que ese rally tuviese fecha caducidad y, menos, que pudiesen perder dinero. Pero la tuvo, a finales de 2007, entre muchos otros factores por la falta de liquidez a nivel global en la que derivó el estallido de la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos.
Desde entonces hasta ahora, una década después, la corrección de los precios del sector inmobiliario ha provocado que la riqueza de los españoles en inmobiliario se haya reducido en un 27%, pasando de los 6,26 billones de euros a los 4,57 billones actuales. En la otra cara de la moneda, sin embargo, el patrimonio en activos financieros no solo no ha menguado, sino que ha crecido en un 28% desde 2007.
Dentro de los activos financieros, el 42,7% del ahorro continúa en depósitos y efectivo según el último informe disponible en Inverco, a cierre del tercer trimestre de 2016, siendo la inversión directa en acciones y bonos la siguiente que más dinero de los hogares españoles logra (el 25,1% del total).
Exposición mediante socimis
En caso de querer exposición al ladrillo, los expertos recomiendan hacerlo a través del que cotiza para lograr liquidez diaria. "Sí vemos una ventana de entrada en el inmobiliario cotizado", señala Campello, que apunta directamente a las socimis. Para el consenso de mercado recogido por FactSet, la inmensa mayoría recibe una recomendación de compra o mantener.
Fuente: http://www.eleconomista.es/