La morosidad hipotecaria repunta por primera vez en casi tres años



La buena evolución de los créditos a las familias se ha roto, a pesar del crecimiento de la economía y la mejora en la situación financiera por la caída del desempleo. Por primera vez en casi tres años, la morosidad hipotecaria ha repuntado. En el último trimestre de 2016 tanto los créditos para la adquisición de la vivienda en impago como la tasa de mora en este segmento repuntaron con respecto a los tres meses anteriores, lo que supone un punto de inflexión en el descenso mantenido desde principios de 2014.

El cambio en la tendencia se produce en un momento en que el mercado hipotecario está convulsionado a raíz de la anulación de las cláusulas suelo abusivas y por los cambios normativos que el Gobierno pretende introducir sobre este tipo de productos para dotarles de una mayor transparencia. Además, sucede al mismo tiempo que las entidades han relajado los criterios en la concesión para captar clientes y para deshacerse de los inmuebles que se han adjudicado, precisamente, por la falta de pago de promotores y hogares. Algunos bancos han duplicado el volumen de hipotecas de alto riesgo, aquellas cuyo importe supera el 100% del valor de tasación del piso. El aumento de la morosidad no es preocupante por ahora, porque el incremento no es relevante y porque podría obedecer a causas puntuales. El importe de los préstamos de dudoso cobro subió algo menos del 1%, hasta los 22.708 millones. El ratio de mora, con este ascenso y la bajada del stock, avanzó hasta el 4,5%.

En el último trimestre del ejercicio pasado, la financiación hipotecaria bajó un 0,6% con respecto a los tres meses anteriores y y un 2,1% en términos interanuales. Las familias deben aún 506.087 millones de euros en créditos para la compra de una vivienda, según los datos publicados por el Banco de España.

Las insolvencias de los hogares por los préstamos al consumo también sufrieron en la recta final de 2016 un cambio de tendencia al subir ligeramente, rompiéndose así la caída experimentada desde mediados de 2014. En este caso, las entidades de depósitos -bancos, cajas y cooperativas- sufrieron un incremento mayor de morosos que en hipotecas, de un 6,3%, pero su importe es sustancialmente inferior, de apenas 956 millones. Además, el ratio es también menor, de un 3,9%.

Al igual que en la financiación para pisos, las entidades están acelerando la concesión de créditos al consumo para ganar clientes.


Fuente: http://www.eleconomista.es/
 
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