Cómo ahorrar en los gastos de la comunidad de vecinos


La cuota mensual media de una comunidad de vecinos asciende a 104 euros mensuales, lo que se traduce en 1.248 euros al año.

Este dato, ofrecido por el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid, refleja lo caro que puede llegar a ser vivir en una comunidad con otros vecinos. Cuando se compra una vivienda y se cree que ya ha terminado el gasto, se está todavía muy lejos de la realidad. Hay que pagar una serie de cuotas y gastos cada mes. Una de ellas la de la comunidad.

La Ley de Propiedad Horizontal, en su artículo "3 b) impone una cuota que es la que hay que pagar con respecto a la comunidad. Esta cuota se refiere a la participación de cada hogar con respecto al valor del inmueble y referida a centésimas del mismo. Entonces, se deduce la participación en las cargas y beneficios que efectúa cada piso sobre la comunidad.
De dónde llega el gasto de la comunidad

Para calcular el gasto hay que invertir en la comunidad, basta con multiplicar la cuota de participación por el importe del presupuesto anual. Entonces se divide por la suma de todas las cuotas de participación y sale lo que se paga al año en comunidad. Si se quiere saber cuánto se paga al mes, hay que dividir el resultado final entre los 12 meses del año.

Pero, ¿de dónde viene específicamente todo este gasto? Desde Fintonic recogen estos datos y nos los ofrecen de forma detallada para que, de una vez por todas, sepamos por qué pagamos lo que pagamos:
Gastos generales. En este caso contribuye toda la comunidad de vecinos. Pueden ser la electricidad común, los servicios de limpieza, las obras necesarias y las compañías de seguros.
Gastos de escalera. Aquí solo pagan los vecinos que constituyen las viviendas de esa escalera en cuestión. Esto se refiere a la zona donde están situadas ciertas casas. Suponen gastos en portería, mantenimiento de instalaciones en esa zona, etcétera.
Gastos de administración. Se pagan entre todos. Se refiere a los gastos de la gerencia, los administradores, los secretarios, etcétera.

Pero más allá de estos gastos comunes, hay que recordar que la Ley de Propiedad Horizontal distingue entre otros tipos de gastos: obras necesarias, mejoras y tratamiento entre otras.
Gastos obligatorios y opcionales en una comunidad de vecinos

Cuando se vive en una comunidad de vecinos, los gastos que se está obligado a pagar -en igual porcentaje que sus vecinos- son los generales y las obras necesarias. Pero, ¿a qué nos referimos con obras necesarias?

Las obras necesarias son aquellas que se realizan para asegurar las infraestructuras de las viviendas. Sirven también para conservar el buen estado del edificio y con el objetivo de que reúnan las condiciones de habitabilidad. Pero aquí es donde llegan los primeros gastos opcionales. Por ejemplo, la comunidad de vecinos puede decidir la creación de un fondo de reserva al que acudir para solventar los problemas con ciertas obras o ante cualquier imprevisto. Entonces, no se está obligado a contribuir en ese fondo de reserva. Los fondos pueden destinarse para una escalera en concreto, para una zona del edificio en la que tú no te encuentras, y por eso decides no pagar.

Además, en los casos de necesidad urgente de un fondo económico para unas obras o cualquier situación inesperada, la mayoría de las comunidades acuden a las derramas extraordinarias. Esto quiere decir que hay que poner, de forma extraordinaria - solo por esta vez, por algo que no se había previsto - una cantidad de dinero en igualdad con el resto de tus vecinos.

De igual manera, ningún habitante de ese edificio puede exigir la mejora de las instalaciones o servicios del inmueble. Las mejoras tienen que someterse antes a la aprobación de la Junta, y si no se quiere pagar por esa mejora, no se está obligado a hacerlo. Esto también es un gasto opcional. Pero esto no significa que no se pueda disfrutar de este servicio. Forma parte de la comunidad.

Otra manera de evitar el pago de una mejora es mediante la impugnación de la Junta. En este caso, la mejora que quiera realizar algún vecino tiene que suponer un importe superior a tres mensualidades. Entonces, un vecino se puede negar a pagarlo y no se le puede obligar. Pero para impugnar una Junta hay que que estar al corriente de los pagos de comunidad.
Consejos para ahorrar en los gastos de la comunidad

La mejor manera de que un bloque de pisos consiga ahorrar y gaste menos dinero en la comunidad de vecinos es que cuente con un servicio de gerencia efectivo. Si se siguen una serie de pasos, distribuir el gasto de mejor manera es sencillo. Con estas pautas es posible que a más de uno le nombren nuevo presidente de la comunidad:
Consumo de energía. Sustituir los focos y las farolas con bombillas convencionales, por otras de bajo consumo. Las bombillas LED dan mucha luz y consumen mucha menos electricidad.
Contratos de gerencia. Es posible que se esté pagando de más en algunas cuestiones como el servicio del secretario o el portero. Revisar estos temas e investigar por soluciones más rentables.
Gas natural. Si se usa una caldera con gasoil sale más caro que si se utiliza gas natural. Además, es una solución efectiva para todo el bloque de pisos.
Servicios extra. Muchas comunidades pagan de más por algunos servicios que, en realidad, no necesitan. Recordad que no se está obligado a pagar por mejoras en servicios o instalaciones nuevas, como una piscina y los contratos de socorristas y demás personal.

Además, siempre hay aplicaciones que nos pueden ayudar a llevar un mejor control del gasto y también de nuestras cuentas financieras, incluido lo que atañe a nuestra comunidad de vecinos.


Fuente: http://www.expansion.com/
 
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