Las constructoras toman aire con la refinanciación de 12.300 millones de deuda bancaria


El sector español de la construcción ha reiniciado el calendario de los cumplimientos de deuda. Nueve grupos de relevancia han conseguido refinanciar créditos por 12.300 millones. Vuelven a tener oxígeno para insistir en el proceso de internacionalización y, en algunos casos, superar situaciones críticas.

Constructoras y banca han vuelto a mezclarse en 2016 en un complicado maridaje que, en ocasiones, ha mantenido a flote a las primeras. El gran saneamiento continúa, con refinanciaciones multimillonarias y planes de desinversión donde parecía que ya se había puesto en venta todo aquello que no resultaba estratégico.

La reestructuración de deuda de Isolux, por 2.150 millones, bien podría ser la operación de salvamento por excelencia en el año recién culminado. En este caso la banca evitó durante el verano la que iba a ser la mayor quiebra del sector desde que arrancó la crisis. Los acreedores del grupo, que entonces presidía Luis Delso, incluidos los bonistas, inyectaron liquidez y capitalizaron deuda hasta hacerse con el 95% de la empresa. Con ello, cambiaron al presidente y el consejo. Es el caso más extremo en las intensas relaciones que ambos sectores han mantenido en un año que se ha cerrado con la refinanciacioó o reestructuraron de deuda por 12.300 millones entre un ramillete de nueve grupos de construcción.

La cifra incluye la nueva vuelta de FCC al tira y afloja con sus bancos. La firma que controla el magnate Carlos Slim ultima la renovación de créditos por 3.310 millones, el 75% de su deuda. Esa cifra vence en 2018 y en la reestructuración podría incluirse una emisión de bonos, histórica para la compañía, por más de 1.200 millones de euros.

26.000 millones de euros de deuda neta sumaban en 2015 las seis constructoras cotizadas. La cifra llegó a ser de 95.000 millones en 2007.

De finales del mes pasado fue el anuncio de ACS, con la renovación de 2.350 millones con 46 entidades españolas e internacionales, llevando el vencimiento a diciembre de 2021. El grupo que preside Florentino Pérez no ofreció detalle sobre las condiciones del crédito, pero la intención de la compañía era conseguir un tipo de interés en una horquilla de 210 a 250 puntos básicos sobre euríbor a 3 meses. Ello rebaja el tipo medio del 3,7% que ACS venía pagando por su deuda. El siguiente paso para el mayor grupo español de infraestructuras es obtener un rating de alta solvencia para salir al mercado de bonos y diversificar aún más sus fuentes de financiación.

La otra gran negociación de una empresa del sector con sus acreedores ha sido la de Acciona, que anunció la prolongación del plazo de amortización y mejora de condiciones de deuda por 2.017 millones, adosada principalmente a activos energéticos. El grupo que lidera José Manuel Entrecanales espera el ahorro de unos 75 millones anuales a partir de este 2017 en sus costes financieros. Con una deuda neta de 5.426 millones a 30 de septiembre, el coste medio baja del 5,5% al 4,8%.

Las seis grandes constructoras cotizadas venían de un duro ejercicio de reducción en sus posiciones de deuda neta, bajándola de forma global en unos 5.600 millones para dejarla en 26.000 millones de euros. Faltaba el toque de alargar los plazos de vencimiento y tratar de mejorar condiciones.

Las seis grandes del sector suman 75.000 millones de cartera exterior, mientras aprecian nuevas caídas en la obra local

El entorno de negocio sigue siendo desfavorable para la actividad de la obra civil. Las mayores constructoras del país acumulan más de 75.000 millones de cartera exterior, pero han sufrido en el mercado doméstico un nuevo año de reducciones: la licitación pública a noviembre de 2016 alcanzaba los 8.352 millones sumando todas las Administraciones, lo que representa una caída del 3% respecto al mismo periodo de 2015. El ministro de Fomento justificó la merma en el volumen de los concursos por la dificultad de promover actividad que tuvo el Gobierno en funciones.

La presión de la banca

Mucho menos urgida que Isolux, pero con fuerte exposición al mercado doméstico, Comsa ha protagonizado una compleja renovación de deuda cerrada con un acuerdo la semana pasada. Ocho entidades nacionales han mantenido la confianza en el grupo de la familia Miarnau para la extensión de un crédito sindicado que agrupa los 719 millones que pesa su endeudamiento.

El pacto ha incluido un tramo de 250 millones convertible en el 50% del capital en junio de 2021, al tiempo que el pequeño ramillete de entidades obliga a nuevas desinversiones por 200 millones. Comsa debe elevar sus ingresos por Infraestructuras e Ingeniería de 946 a 1.430 millones en cuatro años. Antes que el caso de Comsa, la banca protagonizó la citada capitalización de deuda en Isolux; firmó deuda convertible con FCC y absorbió suelo de San José.

Del pelotón de constructoras medianas han resaltado en 2016 las refinanciaciones de Sando, con 700 millones de euros, y de Copisa, que ha despejado el vencimiento de 300 millones. Ya en el caso del respaldo financiero a activos, Ferrovial diseñó una nueva estructura de deuda para la malagueña Autopista del Sol (Ausol I y Ausol II), con un importe de 558 millones, de los que 467 millones corresponden a bonos senior, y vencimiento en 2045.

El conglomerado que dirigen Rafael del Pino e Íñigo Meirás también acudió al mercado de capitales para colocar bonos corporativos por 500 millones, a seis años y con un bajo cupón anual del 0,37%. Sacyr, por su parte, se ha dedicado a recortar hasta un 29% su crédito por la participación en Repsol, hasta dejarlo en 769 millones.

Crisis interna y esperanza exterior

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, diseña un plan de prioridades en obra pública con partidos en la oposición, Administraciones locales, agentes económicos y sociales. Tras justificar el bajo nivel de licitación en 2016 por la circunstancia de ser un periodo de Gobierno en funciones, Fomento seguirá contando con escaso margen para elevar la inversión. Prima la meta del cumplimiento del objetivo de déficit. Empresas como OHL, Isolux y Comsa deben avanzar en los planes de desinversión pactados con sus acreedores o, en el caso de la primera, con las agencias de rating. Sacyr, por su parte, mantiene en venta su paquete de acciones en la concesionaria Itínere. Otras compañías, como ACS y Ferrovial, son activas en la rotación de la cesta de activos.

Tras la esperada refinanciación de deuda y con Carlos Slim asentado en el control del capital, se espera que FCC dé muestras este año de mayor movilidad e incluso haga público un nuevo plan estratégico. Del conglomerado de infraestructuras y servicios apenas se sabe que avanza en el saneamiento de su balance.

El mercado exterior sigue siendo la tabla de salvación para las constructoras españolas. Reino Unido, EE UU, Canadá, Colombia, Perú y Australia, se consolidan entre los mercados más activos en inversión en infraestructuras.

 
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