El viejo compromiso de constituir un parque de vivienda social en alquiler, como existe en algunos países europeos, puede estar más cerca si sale adelante la propuesta que adelantó ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al término de la primera Conferencia Sectorial de Vivienda de la legislatura. De la Serna avanzó que el nuevo Plan de Vivienda 2018-2021 mantendrá las ayudas actuales al arrendamiento, que consisten en que las comunidades autónomas abonan a las familias con menos ingresos un porcentaje del alquiler que ellos a su vez pagan a los caseros.
Preguntado por si el nuevo plan cambiará los requisitos necesarios para acceder a esta ayuda, el ministro explicó que todo va a ser estudiado y que las regiones, que son la administración con la competencia de vivienda transferida, podrán definir sus propias condiciones.
Lo que probablemente se reformará es la periodicidad con la que los Gobiernos autonómicos realizan estos desembolsos, ya que ayer en la reunión con los consejeros del ramo muchos de ellos reconocieron que realizar los ingresos cada mes es complicado, por lo que las subvenciones podrían pasar a pagarse con caracter trimestral o incluso anual. Otro de los pilares del impulso al alquiler lo constituirá la creación de un parque de vivienda social.
Ayudas de 150 a 400 euros
El ministro anunció que dicho parque se nutrirá de las viviendas que aporten los bancos, procedentes de ejecuciones hipotecarias, otras administraciones o propietarios particulares de pisos vacíos.
Estas casas se otorgarán a familias que hayan sido desahuciadas o que por su nivel de ingresos se encuentren en riesgo de exclusión social. De la Serna matizó que aunque las cifras no podían ser tomadas todavía al pie de la letra, se calcula que recibirán entre 150 y 400 euros de ayuda mensual para abonar el alquiler. Como guiño para convencer al sector bancario y al resto de propietarios, el proyecto contempla que sean las Administraciones directamente quienes abonen la renta de estas casas a sus propietarios.
El dinero será aportado en un 80% por parte del Gobierno central y el 20% restante por la comunidad autónoma correspondiente. De la Serna pretende consensuar el nuevo plan con comunidades autónomas, partidos políticos, bancos, promotores, colectivos sociales y todos los agentes implicados en el sector. Para conseguirlo, llamará a todos a plantear sus propuestas durante el próximo mes de enero, con el fin de contar con un primer borrador del plan en febrero y poder comenzar a tramitarlo en primavera.
El otro pilar del programa lo constituirán las ayudas a la rehabilitación. Analizadas las actuales, Fomento quiere corregir aquellas que no están funcionando y simplificar sus trámites para beneficiar a más hogares. De hecho, contempla que beneficien a pisos de una menor antigüedad respecto a la fijada el plan anterior (las viviendas construidas antes 1981) y lleguen a todos los inmuebles construidos antes de 1996.
Más ayudas individuales y menos colectivas
Una de las ineficiencias del plan 2013-2016, que el Gobierno ya ha prorrogado para todo 2017, es el hecho de que muchas de las subvenciones que se conceden para rehabilitar vivienda deben ir destinadas a las comunidades de propietarios y desatienden, en cierta medida, las necesidades individuales de algunas casas de un mismo edificio.
Por ello, el ministro aseguró que en el futuro van a tratar de corregirse y las nuevas ayudas a la rehabilitación van a modificarse de manera que puedan ser solicitadas con carácter individual por pisos y viviendas unifamiliares y no solo comunidades de vecinos. Y en el caso de que sean para todo el bloque, se contemplarán ayudas específicas para algún piso concreto en el caso de que necesite mejoras de accesibilidad.
En este sentido, De la Serna puso como ejemplo que el plan prevé aumentar la ayuda para adaptar las viviendas con personas de movilidad reducida o mayores de 65 años de edad, de forma que la subvención pueda llegar a cubrir el 75% del coste total de la obra, frente al 50% actual. Asimismo, Fomento se ha puesto como objetivo pactar con la banca nuevas fórmulas de financiación para rehabilitar viviendas que podrían suponer cambios normativos que eliminen las trabas que existen en la actualidad.
Por último, garantizó que el futuro programa, cuya vigencia podría ampliarse más allá de los cuatro años tradicionales, reforzará todo lo relacionado con la eficiencia energética de las viviendas, con un programa específico que también prevé elevar del 30% al 40% las ayudas; y dará más plazos a los proyectos de regeneración urbana promovidos al amparo del actual plan, que por distintos motivos acumulan demoras en su ejecución.
Fuente: http://www.cincodias.com/